Intervención extranjera en Sudán del Sur es improbable, a pesar de llamados a la acción

A South Sudanese girl at independence festivities

Las esperanzas de paz y estabilidad exhibidas en la celebración de la independencia duraron poco. Imagen de domino público/original de Jonathan Morgenstein/ USAID en Flickr.

Con la suscripción de un tratado en agosto de 2015, a las personas de Sudán del Sur se les prometió una resolución que les garantizaría paz y estabilidad. Pero el sueño de un país unificado y estable parece cada vez más como un mero sueño, mientras los enfrentamientos entre el Ejército de Liberación del Pueblo Sudanés y el Ejército de Liberación Popular de Sudán – en Oposición se vuelven más comunes y la inestabilidad aumenta.

En 2013, el país más nuevo de África se enfrascó en una guerra civil cuando el presidente Kiir retiró del cargo al primer vicepresidente Riek Machar el 15 de diciembre, luego de acusarlo de planear un golpe. El conflicto se ha visto ensombrecido por trasfondos étnicos, pues ambos líderes gozaban del apoyo de sus respectivas tribus. El presidente Salva Kiir es dinka, mientras que Riek Machar es de etnia nuer (los dinka son el mayor grupo étnico en Sudán del Sur, y la tribu de los nuer es el segundo).

En febrero de 2016, Kiir volvió a designar a Machar como su primer vicepresidente. Sin embargo, para el 7 de julio, surgieron peleas en la ciudad capital, Juba, donde fuerzas leales a Kiir combatieron con tropas que estaban del lado de Machar. Los enfrentamientos fueron la primera violencia desde la suscripción del acuerdo de paz del año pasado, y se informó que dejó cientos de personas muertas.

Ahora, muchos temen que esta violencia sea presagio de otra devastadora guerra civil.

Mientras el gobierno de Sudán del Sur no logra poner fin a los violentos enfrentamientos, muchos en el país están recurriendo a la comunidad internacional para una intervención. Informes de las Naciones Unidas, organizaciones no gubernamentales y diversos grupos de derechos humanos detallan numerosos crímenes de guerra cometidos por tropas de ambos lados del conflicto. Tropas de ambos lados también están acusadas de realizar actos de violación en masa, canibalismo forzado y uso de niños soldados.

Desde que empezó la violencia en 2013, más de dos millones de civiles han sido desplazados y según informes, 4.6 millones personas están a punto de morir de hambre. La economía, que depende en gran parte de la exportación de petróleo, ha sufrido enormemente como resultado de la caída de los precios del petróleo a nivel mundial. En los primeros días de julio, se cree que la más reciente violencia desplazó a miles de personas más.

Con el país al borde de un nuevo desastre, muchas personas han recurrido a Twitter para pedir al Tribunal Penal Internacional que intervenga en nombre del pueblo sudsudanés.

Moses Gathecha escribió:

Juba, no podemos tener esta locura todo el tiempo con respecto a Sudán del Sur. Tienen que solucionar su liderazgo. ¿Dónde está el Tribunal Penal Internacional?

Sir Alex tuiteó:

Es una ignominia que el país más joven de África esté de nuevo en guerra. Tal vez el Gran Hermano y el Tribunal Penal Internacional deban ponerse en marcha para traer paz.

Algunos líderes, incluidos Yoweri Museveni de Uganda y Uhuru Kenyattta de Kenia, han estado haciendo llamados a los países africanos para retirarse del Tribunal Penal Internacional. De otro lado, el usuario de Twitter Meshack Omega sostuvo que ahora es el momento para desvincularse, y dice que Sudán del Sur es la evidencia de que los países de África deben seguir siendo miembros de la Tribunal Penal Internacional:

Países inestables y líderes ambiciosos como los de Sudán del Sur son la razón por la que los países africanos no deberían abandonar el Tribunal Penal Internacional.

En febrero, miembros de la Unión Africana respaldaron una propuesta keniana para retirarse del Tribunal Penal Internacional, y se quejaron de que injustamente tienen en la mira a líderes africanos.

Durante su ceremonia de toma de mando en mayo, el presidente ugandés Yoweri Museveni dijo que ya no apoya al Tribunal Penal Internacional, y lo llamó «un montón de personas inútiles«. Los delegados estadounidenses, canadienses y europeos se retiraron de la ceremonia luego de estos comentarios. El presidente sudanés, Omar al-Bashir, que ha sido acusado de genocidio y crímenes contra la humanidad, también asistió a la ceremonia en Uganda.

Desde que se instituyó en 2002, el Tribunal Penal Internacional ha iniciado investigaciones que involucran a nueve países, de las cuales ocho se refieren a países africanos: Kenia, Costa de Marfil, Libia, Sudán, República Democrática del Congo, República Centroafricana, Uganda y Mali.

El periodista ugandés Joseph Burite espera que haya una nueva acusación en agosto:

Los caciques de Sudán del Sur han extendido sus matanzas deliberadas a los extranjeros. Veo acusaciones del Tribunal Penal Internacional para fines de agosto.

Tony Watima se quejó de la complacencia de la Unión Africana:

Sudán del Sur ha presentado un caso muy sólido sobre por qué África necesita al Tribunal Penal Internacional. A la Unión Africana se le ordenó establecer una corte híbrida, pero ha sido complaciente.

Mark Kersten, becario de la Escuela Munk de Asuntos Globales, cuestionó el silencio de la Unión Africana sobre Sudán del Sur:

Triste pero cierto: la Unión Africana trabaja en recomendaciones para amenazar el «retiro» del Tribunal Penal Internacional, pero se mantiene total y completamente muda con respecto a Sudán del Sur.

El presidente y vicepresidente de Sudán del Sur deberían enfrentar la ley, tuiteó African Women:

El Tribunal Penal Internacional debería empezar a investigar al presidente y vicepresidente de Sudán del Sur por genocidio y crímenes contra la humanidad.

Karani dijo que Salva Kiir y Riek Machar son los «criminales de guerra más buscados de África»:

Los líderes de Sudán del Sur, Kiir y Machar, son los criminales de guerra más buscados de África. Directo al Tribunal Penal Internacional.

Aunque Josh Kariuki pensó en una solución de tribunal hibrido:

Mi resquicio de esperanza es el juicio de Hassan Habre. También espero un Tribunal Híbrido para Sudán del Sur. No desisto del Tribunal Penal Internacional.

La observación de Kariuki se refiere al juicio en las Cámaras Africanas Extraordinarias, un tribunal penal híbrido especial en Senegal que se estableció para juzgar el expresidente de Chad Hissène Habré. El tribunal lo declaró culpable de crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad, y lo sentenció a prisión perpetua. Fue la primera vez que un país procesó al exlíder de otro país por crímenes de guerra.

No obstante, la capacidad del Tribunal Penal Internacional para intervenir en Sudán del Sur está limitada, debido al Estatuto de Roma (requisito para que el tribunal tenga autoridad en un país soberano). Otra alternativa sería una resolución del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas redactada para permitir que el Tribunal Penal Internacional lleve a cabo una investigación y luego investigue todos los posibles crímenes de guerra.

En un artículo de opinión, supuestamente escrito por Kiir y Machar para The New York Times, se manifiestan en contra de la necesidad de un juicio, y en cambio defienden un “ejercicio de contar la verdad” que se centra en la reconciliación y no en la persecución. El asistente de Machar ha declarado que Machar no escribió el texto.

En cualquier caso, sin la cooperación del gobierno sudsudanés, será difícil que el Tribunal Penal Internacional tenga alguna participación en Sudán del Sur, a pesar de lo que muchos usuarios de Twitter dicen que el país necesita.

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