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La ‘Epidemia del Éxito’ en los colegios de Vietnam

Categorías: Asia Oriental, Vietnam, Educación, Juventud, Medios ciudadanos
Children in a classroom at Thuong Nong Primary School, Tam Nong District, Phu Tho Province in Vietnam. Photo and caption by ILO/Truong Van Vi. Source: Flickr. CC License [1]

Niños en una clase del colegio Thuong Nong, en el distrito de Tam Nong, en la provincia de Phu Tho en Vietnam. Foto realizada por ILO/Truong Van Vi. Fuente: Flickr. Licencia CC.

Este artículo [2] de Nguyễn Linh Chi proviene de Loa, una página web de noticias y podcast que transmite historias sobre Vietnam. Global Voices la republica como parte de un acuerdo para compartir contenidos. 

El sonido de la cigarra. El color rojo vibrante de las flores de los árboles flamboyantes [3]. Estas son las señas características del verano en Vietnam, además del periodo de exámenes. Es el momento más importante en la vida del alumno. El examen de graduación del colegio también condiciona el acceso a la universidad.

Quốc Tử Giám o el Templo de la Literatura en Hanói bulle [4] en esta época del año. Los estudiantes vienen para rezar y conseguir buena suerte antes del gran examen. Las familias realizan donaciones generosas al templo y esperan que esto traiga bendiciones a sus hijos.

“Mis padres quieren que vaya al colegio para tener un mejor futuro”, dice Đỗ Mai, de 17 años, de la provincia de Hà Nam, sur de Hanói, uno de los estudiantes que se presenta al gran examen este año. Su padre es un soldado jubilado y su madre una agricultora de arroz. Mai solicitó ir a la universidad este año con la esperanza de mejorar su educación y de que sus padres se sintieran orgullosos.

Recuerda con cariño lo que le dijo su madre un día:

A couple of years ago, my mom told me after a long day of working in the rice paddies: ‘You got to study really hard so you don’t have to do this kind of intensive field labor like me. Chances are in a couple of years, we won’t even have the rice paddies anymore. They are industrializing everything. Once they open factories here we will lose our paddies.’

Hace unos años, después de un largo día de trabajo en los arrozales, me dijo mi madre: ‘Tienes que estudiar mucho para no tener que hacer este intenso trabajo de campo como yo. Es probable que en un par de años, no tengamos estos arrozales. Están industrializando todo. Cuando abran las industrias, perderemos nuestros arrozales’.

Este año, unos 600.000 jóvenes han registrado [5] su intención de ir a la universidad, en un país que tiene algo más de 400 instituciones acreditadas. La escasez de vacantes universitarias ha hecho que el sistema de corrección sea más riguroso y competitivo. Se examina a los estudiantes sobre un mínimo de cuatro asignaturas: matemáticas, literatura e inglés son obligatorias. La cuarta asignatura se puede escoger libremente entre biología, química, geografía, historia y física.

“Lo que más me preocupa es inglés porque me parece muy aburrido de estudiar”, dice Mai. “Pero como es obligatorio, me preocupa”.

Según el Ministerio de Educación, el formato del examen este año será similar al de los años anteriores: 60 por ciento del material es fácil, diseñado de tal forma que los estudiantes que solo quieren graduarse pueden hacerlo bien mostrando su comprensión básica de las lecciones, mientras que el 40 por ciento del examen es más difícil para desafiar a los candidatos a la universidad y clasificar el nivel de los estudiantes.

Después de dar las notas, los estudiantes se pueden apuntar a la universidad que elijan. Teniendo en cuenta el número de candidatos y sus notas, los colegios decidirán las notas del examen definitorias.

Mai dice que si saca buenas notas, le gustaría estudiar para ser profesora de infantil.

They said I was good with kids since I was in sixth, seventh grade, so I should study to become a preschool teacher,” she explains. “They also said teaching jobs are among the harder ones to find after college, and it’s going to be a challenge dealing with upset children. But I made the decision to go with it anyway.

«Me dijeron que se me daban bien los niños desde que estaba en sexto o séptimo grado, así que debería estudiar para ser profesora de infantil». “También dijeron que los trabajos de enseñanza son de los más difíciles de encontrar después del colegio y enfrentarme a niños problemáticos será todo un reto. Pero ya he tomado una decisión y voy por ella».

El programa de educación infantil que Mai ha elegido es muy competitivo. Hubo más de 15.000 solicitudes [6] para el Colegio Nacional de Educación de Hanói en 2011, pero el colegio solo acepta [7] a 1800 estudiantes al año. Esto es un 12% de admisión, incluso más competitivo [8] que cualquier otro colegio del Ivy League en EE. UU.. Mai tendría que sacar una nota excepcional para conseguir su programa. Aunque termine su programa de enseñanza, es posible que no encuentre trabajo en el campo en el que se especialice. En 2013, el Ministerio de Educación interrumpió el programa de enseñanza debido a una «señal de incompatibilidad [9] entre oferta y demanda».

En palabras del Vietnamnet News, muchos graduados con un diploma en enseñanza dicen que no pueden encontrar trabajo [10], así que se han tenido que cambiar de industria y buscar trabajo en otras áreas.

Bùi Văn Thuận, una profesora de química en el colegio privado Bình Minh en Hanói, dice que la incompatibilidad apunta a otro problema con el sistema educativo de Vietnam: la falta de colegios vocacionales para los estudiantes.

I think families’ expectations and the career guidance given to students are unrealistic and not that helpful. There are many students out there who are talented in many skilled areas, mechanical for example. They could take a two-year training program on that specific skill, be excellent at it and graduate with a practical degree. But instead, they feel they must go to college. As a result, students may not study what they are truly interested in or passionate about.

Creo que las expectativas de las familias y los consejos que se les da a los alumnos sobre las carreras no son realistas y tampoco ayudan. Hay muchos estudiantes que tienen talento en muchas áreas, el ámbito mecánico por ejemplo. Podrían cursar un programa de formación de dos años en esa materia, ser excelentes y graduarse con un diploma práctico. Sin embargo, sienten que deben ir a la universidad. Como consecuencia, es posible que los estudiantes no estudien lo que verdaderamente les interesa o les apasiona.

Thuận dice que los jóvenes vietnamitas están bajo mucha presión ya que se les enseña que ir a la universidad es el único camino del éxito en la vida. El examen a escala nacional tiene lugar solo una vez al año, así que no se pueden permitir decepcionar a sus padres. Dice que la así llamada «enfermedad del éxito» entre los padres es lo que ha hecho que los procesos de admisión a la universidad se vuelvan tan estresantes:

Vietnamese care a lot about reputation. If the neighbor’s kids get into college, they feel the pressure that their children have to make it too in order to not lose face. This is why many parents are more stressed out about the exams than the students themselves.

Los vietnamitas se preocupan mucho por su prestigio. Si los hijos del vecino van a la universidad, sienten la presión de que sus hijos tienen que hacer lo mismo para no perder el honor. Esta es la razón por la que muchos padres se estresan más que los estudiantes por los exámenes.

«Para ponérselo más fácil a los niños, algunos padres han recurrido a prácticas que no son éticas para subir la notas, hasta tal punto que se ha convertido en un ritual de examen», dice Thuận. Antes del examen, muchos colegios celebran reuniones para cobrar lo que se llama la «tasa de examen» de los padres. En realidad, esta tasa se utiliza para sobornar a los supervisores de tal forma que sean más permisivos con los estudiantes.

In Hanoi, this fee ranges from 500,000 to 600,000 đồng. In the provinces, this rate is lower, around 200,000 to 300,000 đồng per student.

En Hanói, esta tasa va de lo 500.000 a los 600.000 đồng. En las provincias, esta tasa es más baja, entre 200.000 y 300.000 đồng por estudiante.

Al final, 200,000 đồng equivalen a 10 dólares americanos, pero el beneficio es mutuo: los supervisores ganan dinero extra, los padres se siente más seguros de que sus hijos tienen más posibilidades de conseguir una nota alta en el examen y el colegio consigue una alta tasa de aprobados de sus estudiantes. Debido a esta práctica, copiar se ha convertido en lo más común en los exámenes de graduación. Una encuesta realizada por las noticias Thanh Niên confirma que casi el 85% de los estudiantes reconocen [11] haber visto a gente copiar claramente en los exámenes de graduación y los educadores de Vietnam dicen que estos resultados no les sorprenden. Thuận dice:

After the exams, the entire school becomes white, covered with used cheat sheets. Students litter them in the school yard after they are done. Under the current exam system, the pass rate would only be about 40 percent at most if proctors monitored students closely.

Después de los exámenes, el colegio entero se vuelve blanco, cubierto con las hojas de la copia, o plagio. Los estudiantes las tiran al césped del colegio después de terminar. En el sistema de exámenes actual, la tasa de aprobados solo sería un 40% como mucho si los supervisores vigilasen a los estudiantes de cerca.

Este año, el Ministerio de Educación ha impulsado nuevas medidas para que nadie copie. Aquellos estudiantes que copian [12] no podrán seguir con el resto del examen o las siguientes asignaturas. Mai dice que es un riesgo que no quiere asumir:

Cheating has a negative impact on me. If I’m caught, they will make the cheat subject zero, so I won’t be able to graduate from high school, and ultimately, I can’t go to college.

Copiar tiene un efecto negativo para mí. Si me pillan, harán que saque un 0 en las asignaturas, por lo que no podré graduarme y por lo tanto no podré ir a la universidad.

Mai dice que si no va a la universidad, mirará otras opciones como conseguir un certificado para un trabajo de oficina, o incluso aprender a ser una costurera.

Ya quedan poco días para el gran examen. Se dice a sí misma: “¡Estudia más! ¡Cumpliré mi sueño y miraré hacia el futuro!”

Una cosa de la que esta segura es que no será una agricultora como su madre.

Escucha el podcast [13] sobre el tema: