Ballenas piloto de aleta larga muertas en Hvalba, Islas Feroe (2011). Foto: Wikimedia/ Erik Christensen. CC BY-SA 3.0.

La caza de ballenas todavía es una práctica legal y usual en países como Japón, Noruega, Islandia y Dinamarca. Todos los años, en los meses de verano, el Ártico es uno de los escenarios en donde esta práctica se desarrolla.

Las Islas Feroe, territorio autónomo del (Reino de) Dinamarca, se ubican entre Noruega e Islandia. Dinamarca es uno de los países más avanzados del mundo en términos de políticas sociales y ambientales sostenibles. En este territorio autónomo, en la segunda mitad del siglo XVI, la matanza de ballenas (y pequeños cetáceos) se inicia con el objeto de cumplir una tradición de los primeros habitantes de la isla. Este ritual, conocido como grind, o adrap, se lleva todos los años, en especial en verano, la vida de cientos de cetáceos (en su mayoría, ballenas piloto y algunas especies de delfines), para regocijo de una comunidad que es responsable por la organización de esta efeméride. El ritual se inicia con el bloqueo de un gran número de ballenas, en un semicírculo formado por decenas de barcos, que luego encaminan los animales hacia una bahía o fjord, donde se concentran las personas que continuarán el ritual.

Caza tradicional de ballenas. Imágen extraída del libro «Un relato del recorrido del velero María por las Islas Feroe. Verano de 1854″. Foto: Dominio Público/ British Library.

El día 13 de agosto del 2013, este ritual, criticado por organizaciones ambientalistas y defendido como forma de abastecimiento de carne en todos los distritos de las islas, tuvo un episodio especialmente sangriento. En solo 24 horas, murieron 135 ballenas piloto en Húsavik. Pero no fue el único lugar. En Hvalba, el mismo día, llevaron a 430 delfines del Atlántico a la denominada «bahía de las ballenas» y allí los mataron. El mismo escenario se repite más o menos con las mismas características, todos los años, por esta época.

Caza de ballenas. Delfines del Atlántico muertos en la dársena del puerto de Hvalba (2006). Como las ballenas, la caza de delfines se hace con fines alimentarios. Foto: Erik Christensen CC BY-SA 3.0

En el verano de 2015, se elaboró un petitorio para acabar con esta tradición bárbara que sucede todos los años. El petitorio, con alrededor de 50 mil firmas, se envió al gabinete de Kaj Leo Johannesen, Primer ministro de las Islas Feroe. Mientras tanto, la caza de ballenas continúa todos los veranos.

Sick ppl of @faroe_islands regularly slaughter 100s of whales, enough to turn the sea red. https://t.co/A9Nc9voOA0 pic.twitter.com/cTT0SGY7FF

— Brad Walsh (@BradWalsh) August 13, 2015

Pueblo enfermo de @faroe_islands mata regularmente cientos de ballenas, suficiente para manchar de rojo el mar.

Mientras tanto, otros grupos mantienen encendida la llama de protesta contra esta masacre anual de ballenas, que ocurre en este territorio aún dependiente de Dinamarca. Recordemos que éste es uno de los países subsidiarios de la agenda europea. En 2012, cuando el país asumió la presidencia rotatoria de la Unión Europea, Dan JØrgensen, eurodiputado socialista danés, afirmaba que:

A presidência dinamarquesa deve dar especial prioridade à agenda ambiental, tendo em consideração os perigos ambientais que vivemos atualmente.

La presidencia danesa debe poner el medioambiente en un lugar privilegiado de la agenda, teniendo en cuenta los peligros ambientales que vivimos en la actualidad.

Una serie de pequeños documentales nos muestran cómo algunos activistas llevan adelante el proceso y lo enfrentan, en un conjunto de imágenes que demuestran la violencia del fenómeno y la manera en cómo aquellos que lo combaten fueron tratados, hasta hoy, durante los días en que dichas actividades se realizaron.