Después de que un ambicioso fotógrafo profesional de Malasia asegurase haberse colado en la zona de exclusión de Fukushima, sus imágenes se volvieron virales. Y las respuestas negativas en redes sociales le sucedieron.
La historia es un ejemplo de la fascinación general que rodea al nombre de «Fukushima» tras el desastre nuclear de marzo de 2011, el sentimiento de derecho propio que algunos visitantes no japoneses sienten cuando pasan tiempo en el país y la apremiante animadversión que siente la población japonesa nacida en el extranjero cuando percibe que se le está faltando al respeto a su hogar adoptivo y se está malinterpretando en los medios de comunicación.
A principios de junio del 2016, Keow Wee Loong, un fotógrafo de Malasia de 27 años, publicó unas fotografías en su cuenta de Twitter sobre un viaje que dijo haber realizado a un pueblo abandonado en Fukushima. Cinco años antes, tras un gran terremoto y tsunami, una serie de explosiones en el complejo nuclear de Fukushima Daiichi obligaron a decenas de miles de habitantes a evacuar la región de Futaba de la prefectura de Fukushima.
Aunque muchos habitantes de la región han podido volver a sus hogares, algunas zonas de la ciudad de Namie en Okuma se han mantenido cerradas debido a niveles relativamente altos de radiación. Los habitantes no han podido volver nunca a sus casas y tiendas tras el terremoto y algunos vecindarios siguen igual que en marzo de 2011.
Loong decidió entrar en esta «zona de exclusión» para hacer un poco de exploración urbana y sacar algunas fotos:
Shopping in fukushima ghost town, abandon since 2011#fukushima#urbexpic.twitter.com/fxPiRfc0ze
— Keow Wee Loong (@KeowWeeLoong) June 29, 2016
Comprando en la ciudad fantasma de Fukushima, abandonada desde el 2011
A mediados de julio, las fotografías de Loong de las casas, tiendas y calles abandonadas de Namie en Fukushima se volvieron virales y fueron recogidas por medios de comunicación occidentales como el Daily Express, el Guardian y Lonely Planet.
CNN informó que Loong básicamente desafió a las autoridades (y a las leyes japonesas) «colándose» y la revista Time incluso le hizo una entrevista a Loong:
See chilling photos from the ghost towns of Fukushima https://t.co/3q4IioaJAi
— TIME.com (@TIME) July 17, 2016
Vea fotos espeluznantes de las ciudades fantasma de Fukushima
Para Loong, conseguir una publicación en TIME parecía indicar el cumplimiento de su sueño de ser reconocido como fotógrafo. Escribió en Facebook:
Back in 2013, ever since i watch the movie about LIFE ,i always wanted to be publish on TIME MAGAZINE , i try so hard shooting alot of things but yet my photo was never publish and being appreciated by anyone.. when i stop trying so hard and do what i wanted to do , my dream came true…….
Allá por el 2013, desde que vi la película sobre LIFE siempre quise publicar en la revista TIME, me esforcé intentando sacar fotos a muchas cosas pero mi foto nunca se publicaba y nadie la apreciaba… cuando paré de esforzarme tanto e hice lo que quería, mi sueño se hizo realidad…
Loong ya había cosechado algo de fama y notoriedad por escalar rascacielos en Dubái y Malasia y también por hacer snowboard en un volcán:
Keow Wee Loong snowboards down Mount Bromo in Indonesia while wearing a gas mask – Daily Mail https://t.co/iPaHxhwHAI
— Volcano News (@volcanobrk) February 19, 2016
Keow Wee Loong hace snowboard en el Monte Bromo en Indonesia mientras lleva una máscara antigás – Daily Mail
‘Tremendamente irrespetuoso con las víctimas’
Algunos cibernautas con conexiones a Japón, sin embargo, se enojaron por el comportamiento de Loong en las áreas fuera de los límites de Fukushima. Se produjeron preguntas sobre por qué se toleró o incluso se estimuló el exitoso intento de Loong de quebrantar la ley y también hubo preocupaciones sobre lo que sus fotos provocarían en la reputación de Fukushima.
En un grupo de Facebook administrado y dirigido a profesores asistentes de conversación en inglés que viven y trabajan en Fukushima, una publicación sobre las aventuras de Loong desembocó en bastantes debates y condenas:
PSA: there's a photoset circulating of a man who broke into the Fukushima exclusion zone and entered people's businesses and homes to take photos.
If you see it, please don't repost it or spread it. Not only is what he did illegal, but beyond disrespectful to victims of the disaster who had no choice but to leave their homes. Additionally, his post is full of misinformation about the disaster, radiation, and much more.
Please help promote this beautiful prefecture, not damage its image further for posterity and internet fame.
Mensaje de interés público: está circulando un set de fotos de un hombre que allanó la zona de exclusión de Fukushima y entró en los negocios y hogares de la gente para sacar fotos.
Si lo ven, por favor no lo republiquen o lo difundan. No solo es ilegal lo que hizo, sino que además es tremendamente irrespetuoso con las víctimas del desastre que se vieron obligadas a abandonar sus hogares. Además, su publicación está llena de informaciones erróneas sobre el desastre, la radiación y mucho más.
Por favor ayuden a promover esta hermosa prefectura, no a dañar más su imagen por posteridad y fama en Internet.
En una publicación titulada Carta abierta al fotógrafo de la «zona de exclusión de Fukushima» Keow Wee Loong, un bloguero anónimo que escribió en inglés manifestó:
Are you sure this wasn’t just some publicity stunt, a last-ditch effort to get your 10 seconds of Internet fame? Because from where I’m standing, that’s exactly what it was: A cheap, disrespectful publicity stunt that oozes desperation in both its vision and execution.
¿Estamos seguros de que esto no ha sido simplemente un ardid publicitario, un intento desesperado de conseguir 10 segundos de fama en Internet? Porque desde mi punto de vista, eso es lo que ha sido sin ninguna duda: un ardid publicitario barato e irrespetuoso que rezuma desesperación tanto en su visión como en su ejecución.
La carta abierta también se volvió viral entre los usuarios angloparlantes de Twitter que tienen interés o conexión con Japón.
En un hilo de conversación sobre el fotógrafo malasio en el subreddit anglófono r/Japan, el consenso fue que, además de intentar llamar la atención, Loong también fue culpable de allanamiento. Un usuario de Reddit apuntó:
The area surrounding the buildings are open to all, but the buildings in these areas are owned by people and CANNOT BE LEGALLY ENTERED WITHOUT OWNER PERMISSION […] Kaow took photos of himself inside businesses that are privately owned and thus cannot be entered without permission, which he has admitted he did not get. In other words, he DID admit to trespassing.
El área que rodea a los edificios está abierta al público, pero los edificios en esas áreas son de personas y LEGALMENTE NO SE PUEDE ENTRAR EN ELLOS SIN PERMISO DEL DUEÑO […] Kaow sacó fotos de sí mismo dentro de negocios que son privados y por lo tanto no se puede entrar a ellos sin permiso, lo que ha admitido que no obtuvo. En otras palabras, SÍ admitió que hizo allanamiento.
Otro fotógrafo, Arkadiusz Podniesińsk, que había tratado el tema del desastre nuclear de Fukushima en 2011 y publicó fotos recientemente del área afectada por el accidente, señaló que Loong puede que nunca hubiese llegado a entrar en las áreas más contaminadas de Namie a las que el público aún tiene prohibido acceder.
Alfie Goodrich, un fotógrafo que trabaja en Japón y es muy reconocido por su fotografía editorial y publicitaria, tuiteó un enlace a la publicación del blog de Podniesiński:
Here's a map showing roughly where @KeowWeeLoong actually took his ‘Fukushima red zone’ photos. i.e. he is a liar. pic.twitter.com/eRfvcKVLb6
— Alfie Goodrich (@AlfieJapanorama) July 19, 2016
Aquí podemos ver un mapa que muestra aproximadamente donde @KeowWeeLoong realmente sacó sus fotos de la «zona roja de Fukushima»; esto es, que es un mentiroso.
En la publicación del blog, Podniesiński determina minuciosamente la localización de las fotografías de Loong y concluye:
I have visited Fukushima many times to document the destruction caused by the disaster at the nuclear power plant, and so I did not have any major problems identifying the sites where Keow Wee Loong took his photographs. It quickly turned out that all of the photos he took were not taken in the red no-go zones as he claimed, but only in the open green zone (sometimes orange) as well as on Road No. 6, which runs through the Fukushima prefecture. All of these places are open and accessible to all.
He visitado Fukushima en numerosas ocasiones para documentar la destrucción causada por el desastre en la central nuclear y por lo tanto no tuve ningún problema en identificar las localizaciones en las que Keow Wee Loong sacó sus fotografías. Pronto me di cuenta de que todas las fotos que sacó no se realizaron en las zonas rojas prohibidas como aseguró, solamente en la zona verde abierta (a veces naranja), así como en la Carretera nº 6, que pasa por la prefectura de Fukushima. Todos esos lugares están abiertos y son accesibles a todo el mundo.
‘Mucho lenguaje sensacionalista sobre Fukushima en su historia’
Durante casi todo julio, la historia del sorprendente viaje de Loong a las áreas afectadas por el desastre y posteriormente la subsecuente indignación en Internet se ha limitado a los medios sociales de habla inglesa. Después de que Huffington Post Japón informase sobre la polémica el 19 de julio e incluyese el mapa de Podniesiński que supuestamente desacreditaba la localización de las fotos de Loong, el fotógrafo malasio se vio obligado a responder.
De forma pública Facebook, Loong manifestó:
i still remember it was 4am here in asia and i received message from arkadiusz asking me on the location as he cant identify all of them so i exchange info with him, well i saw some of his work before from fukushima and i like it alot to be honest, but i really didnt expect that a fellow photographer will write such a thing to another fellow photographer and only highlight the town of namie but not others town that i've been…
Aún recuerdo que eran las 4 a.m. aquí en Asia y recibí un mensaje de Arkadiusz preguntándome sobre la localización porque no era capaz de identificarlas todas así que le di información, bueno, vi algunas de sus obras antes de Fukushima y me gustaron bastante si soy sincero, pero de verdad que no esperaba que un compañero fotógrafo escribiese algo así a otro compañero fotógrafo y solo destacase la ciudad de Namie pero no las otras ciudades en las que he estado…
Loong destaca que existen algunas discrepancias entre Arkadiusz, Huffington Post y Greenpeace en lo referente a qué es una zona roja «fuera de límites» y que sus propias coordenadas de GPS dan fe de su localización:
En su contraargumento de Facebook, Loong también abordó otras muchas preguntas que se plantearon en el artículo del Huffington Post Japón, entre ellas que por qué lleva pantalones cortos, sandalias y una máscara antigás en las fotografías que se sacó en Fukushima.
Laundry left behind since march 2011 in fukushima exclusion zone#fukushima#urbex#japan#urbanexploringpic.twitter.com/cl0cTRXLtQ
— Keow Wee Loong (@KeowWeeLoong) July 7, 2016
Lavandería abandonada desde marzo del 2011 en la zona de exclusión de Fukushima
Explicó que había perdido la mayoría de su dinero cuando llegó a Japón y no se podía permitir más ropa o cualquier tipo de protección antes de entrar en las áreas de Namie que había manifestado que estaban altamente contaminadas.
También declaró que solo había entrado en casas y negocios donde las puertas estaban claramente abiertas; no tiró ninguna puerta abajo o usó la fuerza para entrar en ningún edificio. En lo referente a sus motivaciones para publicar las fotos, Loong manifestó:
as a phographer it is, without publicity on our photo, we will not survive, and there will be no photo on the news paper or online portal you are reading now , without people publishing our photo, we will never survive as a photographer…….thats the harsh reality of being a photographer when everyone want free photo in exchange with publicity . Ask any photographer if they feel proud of their photo being publish… if you are a photographer working fulltime, you ask yourself this question.
Como fotógrafo, sin publicidad sobre nuestra foto, no sobrevivimos y no habrá ninguna foto en el periódico o portal de Internet que están leyendo ahora, sin que la gente publique nuestras fotos nunca sobreviviremos como fotógrafos… esa es la cruda realidad de ser fotógrafo cuando todo el mundo quiere fotos gratis a cambio de publicidad. Pregunten a cualquier fotógrafo si se siente orgulloso de que se publique su foto… si es usted un fotógrafo que trabaja a tiempo completo, hágase esa pregunta.
El artículo del Huffington Post Japón también destaca que, hasta ahora, Loong ha recibido las mayores críticas de extranjeros o habitantes no japoneses de Japón, más que de los propios japoneses. La historia está empezando a cobrar importancia aún ahora en las redes sociales japonesas y el discurso principal parece estar centrado en si las fotos de Loong son falsas o no.
Huffington Post citó al administrador de la Universidad de Fukushima William McMichael, canadiense de Vancouver, en el hecho de que la descripción de Loong de las áreas que fotografió no es veraz:
「“レッドゾーン”、”ゴーストタウン”、“立ち入り禁止”、”5年間放置されたまま”…など、ロン氏の投稿にはセンセーショナルな言葉が多く使われています。まるで、福島は人が住めない場所になってしまったと言わんばかりですが、実際には写真が撮られた場所も復興が進められており、人が働いています。
«Zona roja», «ciudad fantasma», «entrada restringida», «abandonada durante 5 años», etc… Loong utilizó bastante lenguaje sensacionalista sobre Fukushima en su historia. Aunque toda la historia hizo creer que Fukushima es completamente inhabitable, la realidad es que se están realizando reconstrucciones en las áreas donde Loong sacó sus fotos. Hay gente trabajando allí.
Aunque Loong puede ser el blanco de las críticas de redes sociales, el fotógrafo Alfie Goodrich razona que el explorador urbano malasio no tiene toda la culpa:
Very worth remembering that @KeowWeeLoong is not 100% responsible for the fact his story got so widely disseminated. @CNN@TIME@guardian
— Alfie Goodrich (@AlfieJapanorama) July 19, 2016
Es importante recordar que @KeowWeeLoong no es 100% responsable del hecho de que su historia se haya divulgado tan extensamente.