Los Juegos de la XXXI Olimpiada se inaugurarán el viernes 5 de agosto de 2016 en el Estádio do Maracanã de Río de Janeiro, Brasil. Se espera que alrededor de 11,239 competidores de 206 naciones tomen parte en estos juegos, incluyendo a los integrantes del equipo de Atletas Olímpicos Refugiados al que nos hemos referido en el pasado.
Normalmente las noticias se centran en los deportistas: ¿Quiénes participarán y quiénes no? ¿Cuántas marcas se romperán? ¿Qué nación obtendrá más medallas?, etcétera. En Global Voices –además de todo eso– nos preguntamos: ¿Qué hay de los espectadores? ¿Cómo verán los eventos quienes no hagan el viaje a Río?
En México, por primera vez en muchas décadas, los espectadores podrán seguir cada una de las competencias de su interés sin tener que recurrir a las compañías televisoras preponderantes Televisa y TV Azteca, ya que tendrán la opción de ver los eventos deportivos a través de medios digitales de manera gratuita, y legal, o por medio de la televisión restringida (es decir, de paga). Ello a consecuencia de que uno de los magnates más acaudalados del mundo, Carlos Slim, adquirió los derechos de transmisión para las plataformas móviles de su empresa América Móvil, y la transmisión en vivo a través del canal de internet Claro Sports. Así lo informó el portal Sopitas:
En 2013 la empresa de Carlos Slim obtuvo la licencia exclusiva del Comité Olímpico Internacional (COI) para la transmisión de las actividades en todas las plataformas de medios en América Latina…
En Twitter, los usuarios se han manifestado sobre este revés a las compañías televisoras:
Hablemos de juegos Olimpicos solo para molestar a los de Televisa y Television Azteca
— Cesar Sahagun (@Unpayaso) 4 de agosto de 2016
El usuario Disque DJ hizo el siguiente comentario:
No juegos olímpicos en las 2 grandes televisoras de señal abierta!!!! ese Slim es un loquillo…
— Disque DJ (@eldisque) 3 de agosto de 2016
Forbes, por su parte, se refirió a las multimillonarias implicaciones de la estrategia de Slim:
Ninguna de las dos cadenas de televisión abierta más importante del país tendrán el evento deportivo más importante del mundo: los JO. Esto significa dinero. En términos financieros se traduce en que dejarán de ingresar, al menos, unos 45 mdd (847 millones de pesos) en ventas de publicidad, de acuerdo con datos de la consultora MX Sports y valoraciones de Sportcal.
Esta innovadora forma de transmitir la justa olímpica está dirigida a todo el público latinoamericano y no únicamente al mexicano, pues el medio propiedad del Sr. Slim tiene presencia en 16 países de Centro y Sudamérica. En entrevista para la versión en línea del periódico mexicano La Jornada, un funcionario del medio señaló:
Con esta forma de transmitir un evento de relevancia mundial, por medio de smartphones, tablets y computadoras, estamos llevando la tecnología y las telecomunicaciones a un nivel superior. Nuestra apuesta es que los Juegos Olímpicos Río 2016 sean los más vistos en la historia. Lo que buscamos es expandir la forma en la que la gente pueda disfrutar de esta justa deportiva, dándoles el control a elegir lo que desean ver en la plataforma que quieran en el momento que quieran, desde donde sea que se encuentren…
Así, tenemos que en esta Olimpiada los medios de comunicación tradicionales podrían perder terreno si es que la plataforma del millonario Slim funciona como se espera. Especialmente en México existen quienes tienen dudas de que así sea ya que recientemente otro opulente empresario, Jorge Vergara, dio la espalda a las televisoras para lanzar una plataforma exclusiva para su equipo de futbol denominada ChivasTV, la cual a pocos días de su presentación ha tenido profusas fallas técnicas que han provocado el descontento entre la afición. De hecho, el usuario Nelson Ned Stark ya ha utilizado Twitter para denunciar las primeras fallas que ha experimentado:
Oye @ClaroSports tu transmision me anda haciendo un #ChivasTV y apenas vamos empezando…no podre ver nada en simultaneo de seguir asi.
— Nelson Ned Stark (@VaroTOON) 3 de agosto de 2016
Estaremos atentos al desarrollo de los Juegos Olímpicos, pero también a la forma en la que los espectadores los sigan ahora que la cobertura de las principales televisoras en México será limitada y que se amplían las opciones para otros paìses de la región.