La entrenadora de voleibol femenino de China, Lang Ping. Captura de pantalla de CCTV.
Doce años después de la última medalla de oro, el equipo femenino chino de voleibol logró un nuevo oro en los JJ.OO. del 2016 en Río el 20 de agosto tras una victoria por 3-1 frente a Serbia. Los amantes del voleibol saben que el éxito del equipo se debe en gran medida a Lang Ping, la entrenadora.
Lang se ha hecho un nombre rechazando la política deportiva del Partido Comunista Chino y forjando su propio camino en el mundo del deporte. Fue incluso acusada una vez de traición por entrenar al equipo estadounidense de voleibol, el cual venció al equipo chino en los JJ.OO. de Pekín en el 2008.
La ex-rematadora, de 56 años, fue una heroína nacional en los 80 al llevar a China a arrebatar el número de títulos mundiales a Japón y a Cuba. La «martillo de hierro», sobrenombre de Lang, acabó representando el trabajo en equipo y la persistencia: el espíritu del voleibol femenino.
Tras su victoria en Río, todos los medios de comunicación chinos alabaron el espíritu del equipo femenino chino de voleibol y compararon la perseverancia del equipo con la fortaleza económica de China.
También se destacó la contribución de Lang, pero su carrera individual, concretamente la decisión de irse del país tras retirarse en 1986, apenas apareció en los reportajes. Todo porque se interpretó que su elección mostraba desconfianza con el sistema deportivo del Partido Comunista Chino.
Tal y como el destacado periodista Gao Yu señaló [1]en Twitter:
祝贺中国女排赢得金牌，12年重新夺得金牌。没有郎平，难以想象有今天，郎平是世界级的教练，她是中国人，也是一个在世界拼搏多年的独立的中国人，不是举国体制下的机器。
Felicidades al equipo femenino chino de voleibol por su medalla de oro 12 años después. Es difícil imaginar el éxito actual sin Lang Ping. Es una entrenadora de clase mundial y es china. Es una china independiente que ha estado expuesta al mundo del deporte internacional, no es un engranaje en la máquina del sistema deportivo burocrático nacional.
De hecho, a diferencia de sus contempóraneos en el mundo del deporte que han labrado su carrera como funcionarios del gobierno en la Administración General del Estado para el Deporte, Lang rehuyó la oferta de trabajo del gobierno en la oficina del deporte tras su retiro en 1986 y abandonó el país para estudiar Gestión deportiva en la Universidad de Nuevo México (EE. UU.).
Su decisión se relacionó con un escándalo de corrupción en 1984 alrededor de la construcción de una cancha de voleibol para entrenamiento en Hunan, sur de China. Lang ayudó a las autoridades locales a solicitar financiación al Comité Central de Planificación del país. Se aprobó la financiación, pero las autoridades locales no invirtieron el dinero en la cancha de entrenamiento, lo cual conllevó a que se la investigara por corrupción. Comentó la experiencia en su autobiografía (vía Mingjing News [2]):
这个事件的阴影在我心里好像再也抹不去。有些人是这样当官的，当了官还得顺着别人说话，不管这是不是你的思想，上面说什么，你就得说什么。我当不了这样的官，我没这个修养，我心太软，老同情人，这不是当官的料。我希望自己能学点实在的、科学的、真正有用的东西。
Este incidente ha estado enterrado en mi corazón y no puedo eliminarlo. Algunas autoridades son así: tienen que repetir las palabras de otros aunque sean funcionarios del gobierno. Incluso si no están de acuerdo, tienen que seguir las órdenes de arriba. No puedo ser una funcionaria de ese tipo, no podría aceptar una etiqueta así. Tengo un corazón bondadoso y compasión. No puedo ser funcionaria. Quiero aprender algo concreto, científico y útil.
En su carrera de 22 años como entrenadora, ha liderado equipos de voleibol de Asia (incluyendo a China entre 1995 y 1999), Europa y de EE. UU.; y les ha ayudado a ganar campeonatos regionales e incluso internacionales.
Cuando empezó a entrenar al equipo de EE. UU. en el 2005 y les llevó a ganar al equipo chino en los JJ.OO. de Pekín en el 2008, grupos cibernautas «patrióticos» la tacharon de traidora.
No obstante, hablar mal de Lang no pudo ayudar al equipo chino a recobrar su fortaleza anterior. En el 2012, el equipo femenino chino de voleibol no logró acceder a las semifinales de los JJ.OO. de Londres, y la Federación Internacional de Voleibol situó a China en el quinto lugar del ranking en el 2013.
Para rescatar al equipo, las autoridades de la oficina estatal de deporte invitaron a Lang a ser de nuevo la entrenadora. Accedió finalmente con la condición de que las autoridades no interviniesen en la dirección del equipo.
Tras convertirse en entrenadora principal [3], Lang se hizo con sangre nueva, ascendió a jugadoras jóvenes a posiciones clave, formó un equipo entrenador y amplió el equipo de apoyo, lo cual incluye entrenadores y personal médico. Sobre todo, desechó el método convencional de entrenamiento semi-militar y animó a las jugadoras a desarrollar su propia personalidad en la cancha.
El hecho de que Lang llevara al equipo a un templo budista antes de los Juegos Olímpicos ilustra cómo desafía la línea ideológica del partido, tal y como sugiere Gao Yu:
【拜佛 胜过抄党章】网传今年4月中国女排在郎平和教练组率领下，集体去了普陀山进香，中国男足本来也想去普陀山进香，结果师父说：请不要为难菩萨。8月出征前，再次集体到普陀山请师傅们加持。 pic.twitter.com/v9vsz27u1V [4]
— 高瑜 (@gaoyu200812) August 21, 2016 [5]
Rendir homenaje al Buda es mejor que copiar el código disciplinario del partido: Lang Ping y otros entrenadores llevaron al equipo a Monte Putuo [en China] para rendir homenaje a los dioses budistas. [Bromas en línea dijeron que] el equipo de fútbol de hombres de China también quería visitar el Monte Putuo, pero el monje dijo: «Por favor, no se la pongan difícil a los dioses». En agosto, antes de que [el equipo de voleibol femenino] partiera para los Juegos Olímpicos, visitaron el monte de nuevo y pidieron a los monjes que rezaran por ellos.
Los medios chinos está empujando la historia de que la victoria olímpica del equipo de voleibol de mujeres bajo el mando de Lang es una historia de conformidad patriótica. Pero si Lang es la encarnación del espíritu de voleibol femenino, la victoria y medalla de oro del equipo parece ser una historia de éxito no para el programa deportivo gestionado por el Estado, sino por la individualidad y la creatividad en la búsqueda de la excelencia.