Tigres en peligro versus personas en peligro

Photo by Moushumi Basu. CC-BY-NC-SA 2.0

Foto tomada por Moushumi Basu. CC-BY-NC-SA 2.0.

Este artículo de Moushumi Basu se publicó originalmente en Ensia.com, una revista que remarca las soluciones medioambientales en accion a nivel mundial, y se republica acá como parte de un acuerdo para compartir contenido.

Las lomas silvestres y los bosques en el centro de la India son parte de su mundo. Grupos de aldeas se ubican en las laderas verdes y frondosas, con muy poco contacto con la civilización moderna. Ellas son el hogar de origen de una antigua tribu indígena, los Baiga, que han tenido una relación simbiótica con estas selvas y su biodiversidad, preservándolas gracias a su conocimientos transmitidos de generación en generación.

Estos bosques son también parte del paisaje del centro de la India, que alberga a casi el 40% de los grandes felinos de este país.

Los tigres están clasificados como especie en peligro de extinción clase 1 bajo la Ley de Protección de la vida silvestre de la India, lo que les provee de un alto grado de protección contra las actividades humanas, como la caza furtiva. A los baiga, por su parte, el gobierno de la India los clasifica como un grupo de tribus claramente vulnerable, una denominación que protege los derechos de la comunidad como su identidad, hábitat, medios de subsistencia y cultura en entornos naturales. Además la Ley de Bosques, aprobada por el parlamento de la India en el 2006, garantiza a los habitantes tradicionales, tal como los baiga, el derecho a vivir en las selvas en las que habían estado antes del 13 de diciembre del 2005.

Resumiendo, el gobierno garantizó tanto a los tigres como a los baiga la protección de vivir en sus hábitat nativos en la selva.

Sin embargo, los representantes de la comunidad Baiga dicen que se están desplazando por el bien de los tigres. Ellos afirman que las agencias del gobierno y ciertos grupos de conservación los ven como obstáculos en cuanto a los esfuerzos por salvar a los grandes felinos. En algunos casos, ellos dicen, que se les prohíbe el uso habitual de productos forestales o son arrestados bajo cargos falsos de caza. Los baigas se ven atraídos por la promesa del departamento de reserva natural que cuida de los tigres. La promesa se basa en una compensación para que dejen el lugar y así podrán tener una mejor vida fuera de la selva.

¿Qué puede hacerse para ayudar a que los baigas y los tigres en peligro coexistan? Las lecciones de otras partes de la India ofrecen avances prometedores — no solo a los baigas y tigres, sino además a las comunidades indígenas de todo el mundo que ven que su propia supervivencia no concuerda con las especies en peligro de extinción.

El conflicto

El Santuario de Vida Silvestre Bhoramdeo, ubicado en el estado de Chhattisgarh del centro del país, con 164 kilómetros cuadrados y una selva muy rica en su biodiversidad, mantiene a muchos baiga. Este santuario también une la creciente Reserva de Tigres de Kanha, la cual tiene 942 kilómetros cuadrados en el estado vecino de Madhya Pradesh.

Hogar de 85 a 100 tigres, Kanha es uno de los hábitats más grandes de estos felinos en el centro de la India. Este lugar inspiró a Rudyard Kipling a que escribiese «El libro de la selva» en el siglo XIX, y hoy en día es el destino elegido por los turistas para poder divisar un tigre. Ellos entran a la reserva mediante filas de jeeps para safari, armados con cámaras para poder captar las imágenes de estos carismáticos felinos. Si logran ver uno a menudo se produce el caos —con jeeps y una multitud de personas emocionadas y haciendo ruido, dándose empujones para poder ver al tigre. Molestados por el bullicio, mucho de los tigres migran a la parte más tranquila de la selva habitada por los baiga, agregándose a las migraciones que ya se producen en la creciente población de tigres, lo que hace que Kanha tenga más felinos. Es ahí donde la comunidad llamó la atención de las entidades de conservación gubernamentales y no gubernamentales. Aunque no hay una provisión legal que permita a los oficiales del gobierno que obliguen a la mudanza de las aldeas lejos de los santuarios silvestres, como Bhoram Deo, los locales dicen que están siendo obligados a irse del lugar para que los tigres y otros animales se reubiquen.

»Los tigres, leopardos o las selvas nunca nos asustaron», dice Phul Singh Baiga, un residente de Bijadhaap, una aldea con 28 asentamientos de baigas a las afueras del santuario Bhoram Deo. “Pero hoy estamos realmente preocupados por la decisión del departamento de vida silvestre y de los ecologistas. […] En el nombre de la protección de los tigres, estamos siendo abusados con varios pretextos para sacarnos de la selva».

De acuerdo a B.N. Dwivedi, el principal conservador de vida silvestre y guardabosques de Chhattisgarh, “Hay planes nuestros para reubicar las aldeas ubicadas en los santuarios y en las áreas protegidas, dado que esto hará que no se toque la selva en pos de los tigres y de la vida salvaje. […] Pero no se está utilizando la fuerza para desplazar los asentamientos. De acuerdo a las normas gubernamentales, la evacuación de los aldeanos se realiza con su previo consentimiento— esto no puede realizarse sin su aceptación”.

Pero Indu Netam, el coordinador de la organización no gubernamental Adiwasi Samta Manch, que trabaja con los baiga y otras comunidades indígenas para asegurar sus derechos, corrobora los reclamos de los ancianos.

“[La] comunidad Baiga, a pesar de estar clasificada como un grupo indígena claramente vulnerable de la India, no tiene los derechos sobre las provisiones de la Ley de Bosques, en la mayoría de los estados, que les garanticen de hábitat y de derechos de sostén dentro de sus selvas”, dice Netam. “Como resultado,muchos baigas están luchando duro para sobrevivir”.

Prosperando juntos

Pero ¿tiene que ser lo uno o lo otro? Los datos recientes del gobierno acerca del estado de la población de los tigres en la Reserva de tigres Biligiri Rangaswamy Temple (BRT), ubicada en el sur del estado de Karnataka, sugiere que no debe ser así.

En esta reserva, la comunidad indígena Soliga hizo historia en el 2011 dado que fue la única tribu en India en conseguir sus derechos sobre la selva formalmente reconocidos en el área central de la reserva de los tigres bajo la Ley de Bosques. Los tigres y los Soliga están prosperando juntos en BRT. En verdad, el numero de los grandes felinos en BRT casi se duplicó de 35 en el 2010 a 68 en el 2014.

Históricamente habitantes de las cuevas, las tribus nómadas de cultivadores y segadores, los soligas habían estado viviendo en las selvas de BRT por generaciones. Sin embargo, en 1974, cuando a BRT se lo declaró santuario de la vida silvestre, esa comuna fue reubicada en pequeños asentamientos llamados porus tanto dentro como alrededor de las selvas. Algunos obtuvieron pequeños pedazos de terreno para subsistir; a otros les empezó a gustar el trabajo manual. Al no juntar productos del bosque maderero de BRT (incluyendo miel, grosella silvestre, y liquen), continuaron manteniendo la principal fuente de sus sistema alimenticio nativo y su economía rudimentaria.

Luego, en el 2006, el gobierno estatal quitó los derechos de los soligas para que colecten los productos de la selva bajo la Ley de protección de vida silvestre, empobreciendo a miles de soligas. Y para empeorar el asunto, el santuario de vida silvestre BRT se convirtió en la Reserva de tigres BRT en enero del 2011. Esto provocó la cuestión del destino de cerca de 6.000 soligas que viven en el área central de la reserva y otros 4046,86 hectáreas de la zona neutral (la selva periférica a la zona central).

“El departamento de vida silvestre convenció inicialmente y forzó a nuestra gente, en especial a los jóvenes, para la relocalización de la reserva”, comenta C. Made Gowda, la secretaria de Zilla Budakattu Girijana Abhivrudhi Sangh (Colectivo de los Soligas). “Pero resistimos”.

Las protestas y concentraciones llevaron a debates y consultas durante meses con la administración gubernamental y el departamento de vida silvestre. En octubre del 2011, la tribu logró formalmente asegurar sus derechos para colectar productos del hábitat y del bosque no maderero en su tierra ancestral dentro de la reserva de los tigres bajo la Ley del Bosque. Hoy, los asentamientos de los soliga estan esparcidos en los cinco alcances de la reserva.

¿Qué hace posible que los soligas y los tigres coexistan? Una cosa, la ética de la conservación silvestre está vinculada con los valores y la religión de la tribu. Los soligas alaban al tigre y consideran un pecado talar arboles.

La tribu y sus ancianos también colaboran con el departamento estatal de vida silvestre en la conservación, aportando soluciones tradicionales para tolerar los varios desafíos de la conservación en BRT. Estos desafíos incluyen el crecimiento de las malezas invasivas como la Lantana camara, las quemazones forestales durante los meses de verano, la reubicación de los animales que se aventuran en los asentamientos de los humanos, la caza furtiva, la excavación de granito y el contrabando de madera.

Además, los soligas también están resolviendo los planes de conservación especifica del área en la reserva de los tigres, basados en su conocimiento ancestral, que ellos esperan poner en práctica con la ayuda del departamento de vida silvestre y de las organizaciones no gubernamentales.

Reestableciendo el conocimiento tradicional

Si los soliga y los tigres pueden coexistir en su batalla por la supervivencia, ¿Otras tribus indígenas, como los baiga, pueden aprender de la experiencia de otros?

“It is time we relook at our conservation policies and strategies.” – S. Faizi

»Es momento de que volvamos a mirar nuestras políticas y estrategias de conservación.»- S. Faizi

En todo el mundo, hay mucho interés en descubrirlo.

“Es momento de que volvamos a mirar nuestras políticas y estrategias de conservación”, comenta el ecologista S. Faizi, el primer presidente de la Convención en la Alianza de la Biodiversidad y miembro actual del Grupo experto CBD en la Biodiversidad para la Erradicación de la pobreza. “La tragedia es que estamos desplazando y privando de derechos a los cuidadores históricos de la biodiversidad, quienes vivieron en nuestras selvas y han apoyado a la vida salvaje por siglos”. Inclusive el 12º encuentro de la Conferencia de las Partes de la Convención de la Biodiversidad, llevada a cabo en Corea en octubre del 2014, enfatizó el valor de restablecer el conocimiento tradicional en la conservación de la flora y la biodiversidad.

“Lo que esta pasando en la Reserva de tigres en Khana representa en lado malo de la industria de la conservación — miles de turistas se precipitan al parque en jeeps ruidosos, vociferando para tomar fotos de los tigres acosados”, clama Stephen Corry, director de la organización sin fines de lucro Survival, que defiende a los indígenas de todo el mundo. “Mientras tanto, las comunidades baiga que cuidadosamente han manejado el hábitat del tigre por generaciones, están devastados por los desalojos forzados. La ironía parece estar perdida entre los conservacionistas. Si la India no permite a los baiga y a otras tribus que vuelvan, y no previene que otros aldeanos sean expulsados, estas comunidades se destruirán por completo. Echar a las tribus no salvará al tigre”.

Moushumi Basu es de Kolkata (India). Ella es una investigadora y periodista independiente y cineasta de documentales. Ha estado trabajado en varios temas relacionados al ambiente, la salud y las comunidades indígenas (derechos en la selva y en terrenos, cultura y herencia, etc.). Sus historias grabadas en video clip se publicaron en las publicaciones y sitios web internacionales y nacionales, incluyendo Zoomin TV, Corpwatch, BBC Online, Economic & Political Weekly, Radio Netherlands Worldwide, e Infochange.
Nota de la editora: Las citas de Phul Singh Baiga y de Indu Netam fueron traducidas del hindú por la autora.

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