Un bloguero mauritano ha sido condenado a muerte por el Tribunal Penal de Nuadibú tras haber criticado en internet el uso del islam para justificar el sistema de castas que se remonta a la Edad Media.
Mohamed Cheikh Ould Mohamed Ould M'kheitir es hijo de un prefecto de Nuadibú, capital económica al sur del país, tiene 29 años y es contador de formación. Forma parte de la casta de los forgerons, casta de los herreros, que originalmente estaba formado por las personas que ejercían ese oficio. Apeló la condena que data de 2014. El 25 de diciembre de 2014 escribió en la página web Chezvlane:
Ceux qui osent inventer de faux hadiths et les attribuent au prophète (paix et salut d’Allah sur lui), aucune morale ni religion ne peut l’empêcher d’interpréter à leur guise un article écrit par un simple jeune, novice de surcroît. Ils ne ménageront aucun effort afin de mobiliser la passion du musulman commun au service de leurs intérêts. C’est ainsi qu’ils ont prétendu que les forgerons ont Blasphémé à l’encontre du prophète (paix et salut d’Allah sur lui) à travers un article écrit par un des leurs, tout comme ils avaient prétendu que celui qui avait fait tomber les dents du prophète lors de la bataille du mont Ouhoud était un forgeron.
C’est dans ce cadre que je voudrais confirmer ici ce qui suit :
1. Je n’ai pas, consciemment ou inconsciemment, blasphémé à l’encontre du prophète (Paix et Salut d’Allah sur lui) et je ne le ferai jamais. Je ne crois d’ailleurs pas qu’il y ait dans ce monde plus respectueux envers lui (paix et salut d’Allah sur lui) que moi.
2. Tous les faits et récits que j’ai cité dans mon précédent article revêtent un caractère historique et véridique. Ces récits ont naturellement leurs interprétations littérales et superficielles et leurs sens visés et profonds.
A quienes osan inventar falsos hadith y los atribuyen al Profeta (la paz sea con él), ninguna moralidad ni religión podrá impedirles que interpreten un artículo escrito por un joven normal y, además, novato. Harán todo lo posible para avivar la pasión de los musulmanes a favor de sus intereses. Así es como han hecho creer que los forgerons han blasfemado contra el Profeta (la paz sea con él) en un artículo escrito por uno de ellos. Lo mismo ocurrió cuando afirmaron que el responsable de que se le cayeran los dientes al Profeta durante la Batalla del Monte Uhud fue un forgeron.
Teniendo esto presente, me gustaría confirmar aquí lo siguiente:
1. Ya sea consciente o inconscientemente, no he blasfemado contra el Profeta (la paz sea con él) y nunca lo haría. Es más, no creo que haya en el mundo nadie más respetuoso con él que yo (la paz sea con él).
2. Todos los hechos y relatos que he citado en mi artículo precedente tienen un carácter histórico y verídico. Obviamente estos relatos pueden ser interpretados literal y superficialmente u observados desde una perspectiva más cercana y profunda.
El 21 de abril de 2016, el Tribunal de Apelación de Nuadibú confirmó la sentencia de muerte. Sin embargo, realizó un cambio en la calificación de los hechos: ya no se considera al acusado como un apóstata sino únicamente como infiel.
Gracias a la reexaminación de las acusaciones en su contra, la esperanza de que el Tribunal Supremo desestime la pena capital y pronuncie una sentencia más clemente sigue viva entre los defensores de los Derechos Humanos de Mauritania.
La página web senegalesa Setal recuerda los hechos:
Ce jeudi, la cour d'appel n'a pas suivi l'accusation qui demandait la confirmation de la peine. Les avocats s'en félicitent même si évidemment pour eux cela ne suffit pas. Cela fait maintenant deux ans et trois mois que Mohamed Cheikh ould Mkheitir a été arrêté pour un simple article posté sur internet. Cet article a été jugé blasphématoire envers le prophète et l'islam, il a choqué la partie la plus conservatrice de l'opinion mauritanienne qui a salué à l'époque sa condamnation à mort.
Este jueves, el Tribunal de Apelación no escuchó a la acusación, que pedía la confirmación de la pena. Los abogados se muestran contentos con lo sucedido aunque, evidentemente, esto no es suficiente para ellos. Hace ya dos años y tres meses que Mohamed Cheikh Ould Mkheitir fue arrestado por un simple artículo publicado en Internet. Este artículo fue considerado como una blasfemia hacia el Profeta y el islam y ofendió a la sección más conservadora de la sociedad mauritana la cual aplaudió su condena a muerte.
La realidad sigue siendo que el bloguero podría enfrentarse a una pena severa debido, principalmente a razones de política interior. El 26 de abril de 2016, en una publicación de la página de Amnistía Internacional, la periodista y defensora de los derechos humanos Sabine Cessout, citando a un compañero que quiso permanecer en el anonimato, escribió:
toute l’affaire relève « de la politique intérieure, avec un tribunal qui veut donner des gages aux salafistes – une tendance en plein essor dans notre pays, comme dans tout le monde arabo-musulman».
Todo el caso es parte «de la política interior, con un tribunal que quiere dar garantías a los salafistas – una tendencia en pleno auge tanto en nuestro país como en todo el mundo árabe musulmán».
En un comunicado al respecto, la Federación Internacional de Derechos Humanos (FIDH) cita a Fatimata Mbaye, presidenta de la Asociación Mauritana de Derechos Humanos (AMDH), exvicepresidenta de la FIDH y abogada de los activistas contra la esclavitud:
Cette condamnation, la première pour «apostasie» en Mauritanie depuis l’indépendance, constitue un recul de la tolérance et démontre à quel point les questions de caste, de religion, d’esclavage et donc de démocratie sont tabous en Mauritanie. Nous observons un durcissement du pouvoir et de la société contre toutes les voix contestataires sur ces sujets.
Esta sentencia, la primera por apostasía en Mauritania desde la independencia, constituye un retroceso de la tolerancia y demuestra hasta qué punto las cuestiones de casta, religión, esclavitud y, por consiguiente, democracia son tabúes en Mauritania. Se observa un endurecimiento del poder y de la sociedad contra los disidentes.
Después de la publicación del artículo, los extremistas religiosos instigaron a la opinión pública a pedir la horca para el bloguero. La página web senegalesa Leral describe la atmósfera que se creó en el país contra el acusado:
Des milliers de mauritaniens dont certains ont lu, d'autres pas du tout, l'article incriminé avaient battu le pavé, à Nouakchott, Nouadhibou et ailleurs pour exiger sa pendaison pure et simple, il y a un an de cela…. [Le] président de la République, devant la foule de manifestants amassée devant le portail de son palais avait déclaré : » Je vous remercie de tout cœur pour votre présence massive en ce lieu pour condamner le crime commis par un individu contre l'Islam, la religion de notre peuple, de notre pays, la République Islamique de Mauritanie, comme j'ai eu à le préciser par le passé et le réaffirme aujourd'hui, n'est pas laïque et ne le sera jamais…. je vous assure en conséquence que le Gouvernement et moi-même ne ménagerons aucun effort pour protéger et défendre cette religion et ses symboles sacrés… ». Cette déclaration du président, celle des différents partis politiques conjugués avec les manifestations et fatwas ont eu raison de lui.
Hace un año, miles de mauritanos, de los que solo algunos habían leído el artículo en cuestión, salieron a las calles en Nuakchot, Nauadibú y otros lugares para exigir su ahorcamiento, simple y llanamente. [El] presidente de la República, delante de la multitud de manifestantes congregada frente a la puerta del Palacio Presidencial, declaró: «Les agradezco de todo corazón su multitudinaria presencia en este lugar para condenar el delito cometido por alguien contra el Islam, la religión de nuestro pueblo, de nuestro país, la República Islámica de Mauritania. Lo que ya he precisado en otras ocasiones lo reafirmo hoy, Mauritania no es un país laico y no lo será jamás… Les aseguro, por lo tanto, que el Gobierno y yo mismo haremos todo lo posible para proteger y defender esta religión y sus símbolos sagrados». Esta declaración del presidente, la de los diferentes partidos políticos junto con las manifestaciones y las fetuas (pronunciamiento legal en el islam) lograron su cometido.
El apoyo al bloguero por parte de Aminetou Mint Noctar, ganadora del Premio de Derechos Humanos de la República francesa (2006) y de la medalla de Caballero de la Legión de Honor francesa, ha provocado la ira de los extremistas. Una fetua fue emitida contra esta personalidad, quien, como revela la página web Africa News, ha sido la primera mujer mauritana nominada para el Premio Nobel de la Paz por su compromiso y lucha por los Derechos Humanos.
Yehdhih Ould Dahi, jefe de la corriente islamista radical «Ahbab Errassoul» (Amigos del Profeta) hizo las siguientes declaraciones, según la página web aw41k.com:
Cette méchante qui défend Mkheitir et disant qu’il s’agit d’un prisonnier d’opinion, et qui a demandé sa libération pour qu’il soit rendu à sa femme, cette femme qui décrit les amis du Prophète comme des Boko Haram et des Takfiris seulement parce qu’ils demandent le respect de l’honneur du Prophète, qu’elle soit damnée par Allah, les anges et tous les gens. Aujourd’hui, je vous annonce avec la bénédiction d’Allah, son apostasie pour avoir minimisé l’outrage à l’honneur du Prophète. C’est une infidèle, dont il est légitime de s’emparer de son sang et de ses biens. Celui qui la tuera ou lui crèvera les yeux sera récompensé par Allah.
Esta malvada que defiende a Mkheitir dice que es un preso de conciencia y pide su liberación para que pueda volver a casa con su mujer. Esta mujer que compara a los Amigos del Profeta con Boko Haram y les describe como Takfiris únicamente porque piden respeto y honor para el Profeta. Que esta mujer sea condenada por Alá, los ángeles y por todo el mundo. Hoy, con la bendición de Dios, les anuncio su apostasía por haber minimizado el ultraje contra el honor del Profeta. Es una infiel, así que es legítimo apoderarse de su vida y sus bienes. Aquel que la mate o le saque los ojos será recompensado por Alá.
La atmósfera alrededor de este caso parece haberse calmado, pero lo que está claro es que la condena a muerte de Mohamed Cheikh Ould Mohamed Ould M’kheitir sigue en vigor y que, el bloguero, sigue languideciendo en prisión.