“No es posible poner en riesgo la vida de mis dos niños en este punto letal, son todo lo que tengo en este mundo”, dijo Shamel Al Ahmad, según lo citó la pagina de ‘Humans of Aleppo‘.
Shamel era un conocido fotógrafo, periodista y activista sirio que decidió quedarse en Alepo y usar su talento en la lucha contra el régimen de Assad y el ISIS.
Lo que sigue es la última carta de Shamel al mundo. Fue difundida por la página Humans of Aleppo [Humanos de Alepo] y por numerosas cuentas de medios sociales. Shamel falleció el 2 de setiembre del 2016 junto a su esposa. Murió a causa de un ataque aéreo, uno de los muchos ataques aéreos lanzados por el régimen de Assad y el gobierno ruso contra Alepo.
La pareja dejó una bebé de dos semanas de nacida llamada Tala, y dos hermanos de dos y cinco años de edad. No está claro si Shamel tuvo conocimiento del nacimiento de Tala antes de su muerte.
My name is Shamel Al-Ahmad. I am 35-years-old married and have two children.
My life changed when I saw a video of the Syrian regime’s security forces while they were humiliating my people and treading on their heads in Bayda, Banias.
In July 2012, the freedom fighters entered my city, Aleppo. I became obsessed by the idea of being arrested and detained by regime forces. We were out of the regime control, and I didn’t have to hide my identity anymore.
The risk of being detained is over, but my city turned into an open space for the regime to target all its opponents. Artillery, fighter jets, barrel bombs and even scud missiles. We experienced all those lethal weapons that I documented with my lens. I thought these pictures would tell the story and push the international community to act or at least help the civilians, but lately I’ve realized that was hopeless.
Me llamo Shamel Al-Ahmad. Tengo 35 años, estoy casado y tengo dos hijos.
Mi vida cambió cuando vi un video de las fuerzas de seguridad del régimen sirio mientras humilllaban a mi gente y les pisoteaban la cabeza en Bayda, Banias.
En julio del 2012, los combatientes por la libertad entraron a mi ciudad, Alepo. Me obsesioné con la idea de que las fuerzas de seguridad me arrestaran y detuvieran. Estábamos fuera del control del régimen y yo ya no tenía que esconder mi identidad.
El riesgo de ser detenido se acabó, pero mi ciudad se convirtió en un espacio abierto para que el régimen fuera contra todos sus oponentes. Artillería, aviones de combate, bombas de barril y hasta misiles Scud. Hemos conocido todas esas armas letales que he documentado con mi lente. Pensé que estas fotos contarían la historia y presionarían a la comunidad internacional a actuar o al menos a ayudar a los civiles, pero últimamente me he dado cuenta de que era inútil.
ISIS took over parts of my country. I immediately knew that our battle for freedom would be endless and that Assad is not our only problem.
I joined the “life makers” team, working on social development and acclimating them with the new reality, the war-time reality.
I sometimes get depressed and disappointed, and sometimes lose hope. I spend time with my friends and brothers in revolution, who are my hope and source of strength, to overcome my depression.
Months ago, somebody offered me to join on a boat trip to Europe. We talked about it many times and I was about to accept it, but eventually I said no…
Syria is my country and my cause. However, it is not possible to risk my two children’s lives at this deadly point, they are all I have in this world.
My friend made it to Germany in late 2015. He seemed happy. We Skype every week and he keeps encouraging me to follow his steps. I just keep refusing.
ISIS tomó parte de mi país. Inmediatamente supe que nuestra batalla por la libertad no tendría fin y que Assad no es nuestro único problema.
Me uní al equipo de “creadores de vida”, trabajando en desarrollo social y en aclimatarlos a nueva realidad, la realidad de tiempos de guerra.
A veces me deprimía y decepcionaba, y a veces perdía esperanza. Paso el tiempo con mis amigos y hermanos de la revolución, que son mi esperanza y fuente de fortaleza, para superar mi depresión.
Hace meses, alguien me ofreció unirme en un viaje por barco a Europa. Lo conversamos muchas veces y estuve a punto de aceptarlo, pero al final dije que no…
Siria es mi país y mi causa. Sin embargo, no es posible poner en riesgo la vida de mis dos niños en este punto letal, son todo lo que tengo en este mundo.
Mi amigo llegó a Alemania a fines del 2015. Parecía feliz. Hablábamos por Skype todas las semanas y me sigue animando a seguir sus pasos. Yo sigo negándome.
Despite all the reasons, which increase every day and push me to leave, I am the kind of person who can’t survive away from their streets. Aleppo is part of me, I can’t leave it alone. I feel sorry that Aleppo is facing all this horror, but I can still breathe its freedom.
I was saddened by friends who I lost and who I’m still losing, especially those who are close and brothers in revolution. Many of them lost hope and are not able to carry on. I don’t blame them, but I just feel sorry for not having them around me.
I am not against those who decide to leave and seek asylum, because many were forced to do that. I am just against the idea of being there to enjoy life without work or purpose, or without an aim to serve their homeland. I don’t want them to be a burden on the host communities.
Finally, it’s not easy to stay in Syria anymore, since nobody knows how their complicated story is going to end, but there is still hope to continue the fight.
A pesar de todas las razones, que aumentan cada día y me empujan a irme. soy el tipo de persona que no puede sobrevivir lejos de sus calles. Alepo es parte de mí, no puedo ir contra eso. Lamento que Alepo esté enfrentando todo este horror, pero aun puedo respirar su libertad.
Estoy triste por los amigos que perdí y que sigo perdiendo, sobre todo los que son cercanos y los hermanos en la revolución. Muchos han perdido la esperanza y ya no pueden seguir, pero lamento no tenerlos cerca de mí.
No estoy en contra de quienes deciden irse y buscar asilo, porque muchos se vieron forzados a hacerlo. Solamente estoy en contra de la idea de estar ahí sin trabajo ni propósito, o sin el objetivo de servir a su patria. No quiero que sean una carga para las comunidades que los alojan.
Finalmente, ya no es fácil quedarse en Siria, pues nadie sabe cómo va a terminar su complicada historia, pero aún hay esperanza para continuar la lucha.
Cientos de personas asistieron la marcha en conmemoración a la vida de Shamel en Alepo ese día.
Manifestantes en Alepo en duelo por la muerte de Shamel Ahmad, fotógrafo de Aleppo Media Center. Deja una hija de dos semanas llamada Tala.
Esta es Tala, la hija de Shamel.
El periodista sirio Mousa Al Omar también publicó una foto de los otros dos hijos de Shamel a sus más de 350,000 seguidores.
الشهيد الإعلامي البطل شامل الأحمد والذي سبقته زوجته قبل ٤ أيام للشهادة وكلاهما بقصف إرهاب الروسي الذي يتّم أطفالهم.. pic.twitter.com/NUfHAdDpsC
— موسى العمر (@MousaAlomar) 3 September 2016
Shamel Al Ahmad, periodista mártir y héroe, cuya esposa murió cuatro días antes que él y a todos los mártires del terrorismo ruso que dejan huérfanos a sus hijos.
Muchos recordaron en línea a Shamel a su manera. La siguiente foto fue ampliamente difundida y muestra a Shamel delante de la bandera de la revolución.
El texto dice:
شامل الأحمد: باسم الثغر والمحيا وحكاية ثورة بحالها
Shamel Al-Ahmad: La historia de un gran corazón, una gran persona… y una revolución entera.
La cadena británica Channel 4 puso la última carta de Shamel en formato de video en este conmovedor tributo:
Esta es la última carta de un fotógrafo y activista sirio que eligió quedarse en Alepo.
Shamel Al-Ahmad, que murió con su esposa, documentó las atrocidades en su ciudad.
El bloguero italiano ‘NewsBandite’ escribió un conmovedor tributo a Shamel en un artículo titulado ‘Shamel Al-Ahmed, un héroe en Alepo‘ el 4 de setiembre del 2016.
Empieza diciendo:
È successo poco più di due settimane fa. Siamo in una delle zone di Aleppo martoriate dall'alleanza terroristica Assad-Putin. Shamel è in casa con la moglie. Una bomba, una delle solite e tante sganciate senza badare a spese, e l’abitazione prende fuoco. Feriti, i due vengono accompagnati in uno degli ospedali che il regime non ha ancora distrutto. Lei entra in coma. Pochi giorni dopo dà alla luce il bambino che portava in grembo e muore. Stremato e ignaro della morte dell'amata, Shamel ci abbandona venerdì scorso. La coppia lascia tre figli orfani in un mondo in rovina, sotto le rovine. Il ricordo del sorriso di quel ragazzo alto e robusto che tante volte aveva dato speranza e fiducia agli amici e alla gente del posto gli sopravvive…
Ocurrió hace poco más de dos semanas. Estábamos en una de las zonas de Alepo atormentadas por la alianza terrorista de Assad y Putin. Shamel está en casa con su esposa. Una bomba, una de las muchas lanzadas sin cuidado, incendia la casa. Heridos, los llevaron a uno de los hospitales que el régimen aún no ha destruido. Ella entró en coma. Pocos días después, dio a luz al bebé que esperaba y luego murió. Exhausto, y sin saber la muerte de su amada, Shamel falleció el pasado viernes [2 de setiembre]. La pareja deja tres niños huérfanos en un mundo en ruinas, debajo de las ruinas. En recuerdo de la sonrisa de ese joven alto y fuerte, que dio esperanza y fe tanto tiempo a amigos y las personas que sobreviven ahí…
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