- Global Voices en Español - https://es.globalvoices.org -

Bajo la atención internacional, China condenó a abogados y activistas de derechos humanos por «subversión»

Categorías: Asia Oriental, China, Derecho, Derechos humanos, Medios ciudadanos, Relaciones internacionales
Campaign poster on the July 9 2015 crackdown of human right lawyer by China Human Right Lawyer Concern Group via HKPF. [1]

Afiche de campaña sobre la medida represiva del 9 de julio del 2015 contra los abogados de derechos humanos, por China Human Right Lawyer Concern Group vía HKPF.

En un extraño juicio, al que se podía asistir solo con invitación, el tribunal chino de la ciudad de Tianjin dictó sentencia de prisión a cuatro prominentes abogados y activistas de derechos humanos por los delitos de «subversión de Estado». Los cuatro se declararon culpables y manifestaron su remordimiento en un juicio al que asistieron los medios de comunicación del gobierno, y que es considerado como una demostración del poderío de China en contra de las «fuerzas extranjeras».

Los hombres y mujeres declarados culpables están relacionados con el bufete Fengrui, cuya sede se encuentra en Pekín, el cual posee un historial por llevar casos políticamente controversiales, y es acusado de ser una «vía interna de infiltración occidental».

En los meses previos al juicio, los medios de comunicación del Estado describieron [2] al bufete como una red criminal de abogados, personas influyentes en línea y agitadores, que encauzaba la opinión pública e incitaba al desorden público en nombre de los derechos humanos.

En el juicio, el fundador del bufete Fengrui, Zhou Shifeng, y el exprisionero político y líder religioso Hu Shigen fueron condenados a siete años en prisión; mientras que a la activista Zhai Yanmin y al abogado Gou Hongguor les otorgaron una condena condicional de tres años.

Ellos cuatro forman parte de un grupo original de casi 300 abogados, asistentes legales y activistas que estuvieron asociados al bufete, y que fueron arrestados e interrogados entre el 9 de julio y setiembre del año pasado.

Aunque algunos fueron liberados a poco menos de un día o dos de interrogatorio, por lo menos 22 [3] continuaron en detención, entre estos Hu, Zhou, Zhai y Guo. A algunos los han mantenido incomunicados de su familia y abogados.

Semanas antes de que comenzara el juicio, algunos de los abogados detenidos, incluyendo a Zhao Wei [4], una asistente legal del bufete y Wang Yu [5], una prominente abogada de derechos humanos, aparecieron en entrevistas en un periódico y en confesiones capturadas en video, en las cuales expresaban remordimiento por su trabajo. También culparon a las fuerzas extranjeras de utilizar al bufete Fengrui para debilitar al gobierno chino. El Estado declaró que tanto Zhao como Wang fueron liberadas, no obstante, sus familiares y abogados aún desconocen su paradero.

En la actualidad, alrededor de 20 [6] se encuentran detenidos, están bajo arresto domiciliario o han sido víctimas de desaparición forzada.

Una firma de abogados que se atrevió a abordar problemas de derechos humanos

Desde el año 2011, el bufete ha asumido muchos casos de derechos humanos políticamente sensibles [7]: como demandar a productores de lácteos por la leche infantil contaminada en el 2008, defender a los miembros de Falun Gong, periodistas, y activistas de derechos humanos, incluyendo al académico de Uighur, Ilham Tothi, quien fue sindicado por incitar al separatismo en el 2014.

Los medios de comunicación estatales etiquetaron esas batallas legales como «actividades criminales» que desafiaron la seguridad de la nación y el sistema político fundamental de China; denominaron [8] al bufete Fengrui de Pekín como una «banda organizada, planificada y premeditada que se coalicionan con las fuerzas antichina extranjeras». Sus ejemplos concretos de esas fuerzas [8] son los medios de comunicación extranjeros, como The Associated Press, el cual ha brindado extensa cobertura a las medidas represivas impuestas al bufete, y las embajadas extranjeras, los diplomáticos y las organizaciones de derechos humanos que han instado al gobierno chino a liberar a los detenidos.

El caso en su contra se resume a una «cena»

No obstante, aún tiene que mostrarse evidencia concreta para construir un caso de subversión de estado. La evidencia crítica presentada [9] en todos los cuatro casos concierne a una reunión que tuvo lugar en un restaurante de Pekín, denominado «Barbacoa de siete especias» (七味燒). Interpretaron la misma como una reunión en la cual conspiraron para derrocar al Partido Comunista de China. Siguiendo esa lógica, el abogado de derechos humanos Liu Shuqin explicó [10] en Weiquanwang, un sitio web dedicado a documentar incidentes de derechos humanos en China, que cualquiera puede ser sindicado por subversión, si lo único que basta es la evidencia que fue presentada en el juicio:

709的审判,让我明白,原来颠覆政权的准入门槛恁低,证成犯罪的逻辑恁强大。
想象一下:某年某月某一天,事前无通谋,各约三五好友凑了十几个人在七味烧吃了一顿饭,注意七味烧不是南湖的一条游船孤立的飘在水上,这里车马喧闹摩肩接踵人声鼎沸,是相当不安全和没有诗意的地方。席间,一位曾坐过多年牢狱的长老,发表了一番高论。即体制和平转型需要民间社会壮大、体制内部分裂,国际关注等多因素促成。再请注意长老这里的转型是和平转型,不是暴力转型。

众位在场的想必当时都颔首表示认可,甚至可能也有人附和说该理论可以用于指导实践,在工运、维权案件中应用之。总之,这颠覆理论就算隆重推出了,大家颔首认可热烈讨论又没有提出异议,就顺理成章算全票通过了。

从那一刻起,有司就认定这位长老拥有了一个团队,而且还是“死磕律师”、“民运”、“地下教会”、“访民”多个圈子的豪华团队,必要时可以多兵种联合作战。

Tras el juicio sobre las medidas represivas del 9 de julio, sé ahora que el umbral para construir un caso de subversión es así de bajo y que la lógica en la interpretación de la evidencia puede ser muy abierta.

Solo imagínense: un día de un determinado mes, unos cuantos buenos amigos se reunen para cenar con otros conocidos en un restaurante donde preparan barbacoas. Por favor tome en cuenta que el restaurante no es un bote aislado que flota en un lago, sino un lugar no asegurado, lleno de comensales. En la mesa, un anciano que estuvo en prisión por muchos, muchos años da un discurso sobre los factores que pueden conllevar a una transformación pacífica del régimen: la necesidad de desarrollar una sociedad civil, el conflicto interno dentro del régimen y la atención internacional. Por favor tome en cuenta que el anciano hablaba sobre una transformación pacífica, no violenta. Aquellos que asistieron a la cena estuvieron de acuerdo. Algunos incluso pudieron haber sugerido que la teoría podría ser aplicada a la huelga de los trabajadores y demás campañas de derechos humanos. Este es el origen de una teoría de subversión y el hecho de que todos se unieran a la discusión sin refutar significa que todos aprueban el plan.

En ese mismo instante se formó un equipo presidido por el anciano. Este equipo está conformado por abogados de derechos humanos, activistas políticos, dirigentes religiosos clandestinos, protestantes básicos, quienes están dispuestos a trabajar juntos cuando llegue el momento.

Liu continúa explicando que una vez la teoría y el plan quedan establecidos, todas las acciones que desafíen la autoridad del gobierno serán consideradas como un acto subversivo, aún cuando la misma acción pueda ser legal y conforme a la legislación de China. Pero lo más importante es que los abogados y activistas que se declararon
culpables permanecieron detenidos por más de un año sin tener contacto con un asesor o su familia; tiempo en el que sus respectivas familias fueron acosadas constantemente por las autoridades. Liu concluyó que todo el juicio es un gran espectáculo para «las fuerzas extranjeras»:

从去年的7月9日开始看,以整个世界为舞台,它是一幕恢弘的正剧。家属、辩护律师和律师同仁、厂卫人员、暗处的老大哥,都出色扮演了各自的角色[…] 看着毫无违和感积极指控别人的翟岩民,看着反噬恩人的赵威,看着说自己被利用的王宇,看着向自己助理礼貌道歉以表现矜持高贵的周世峰,看着满头白发被判了七年半还能认罪悔罪绝不上诉的胡长老。

Desde el 9 de julio del año pasado, el caso se ha convertido en un acto para el mundo. Es un gran espectáculo en el cual todos tienen un papel que interpretar – los familiares [quienes fueron monitoreados y acosados], los abogados defensores y los abogados, la policía secreta, el gran hermano en la oscuridad. […] Observen a Zhai Yanmin, quien acusó a otros con entusiasmo; observen a Zhao Wei, quien arremetió públicamente contra su benefactor; a Wang Yu, quien se aferra a decir que la utilizaron; a Zhou Shifeng, quien continúa disculpándose con su asistente; a Hu Shigen, el anciano de cabello blanco, él confesó, mostró remordimiento y se rehusó a apelar, aun cuando fue condenado a siete años y medio en prisión.
.

Un gran espectáculo del poderío de China

¿De qué se trata exactamente este gran espectáculo? Un comentario en China Change señaló [11] que la medida represiva constituye una decisión política hecha en el 2012, en lugar de ser una amenaza de subversión real:

It’s increasingly clear that the Chinese communist government is treating the “709 incident” [July 9 crackdown] as an international face-off with Chinese security state. It is consistent with an assessment in 2012 [12] by a think tank of the Chinese Ministry of National Security that names rights lawyers, underground religion organizers, dissidents, internet opinion leaders, and disadvantaged social groups as internal conduits for western infiltration.

Está cada vez más claro que el gobierno comunista de China está tratando el «incidente 097″ [medida represiva del 9 de julio] como una confrontación internacional con el estado de seguridad de China. Pues es consistente con una evaluación del 2012 [12] hecha por un centro de investigación del Ministerio de Seguridad Nacional de China, el cual cataloga a los abogados de derechos, a los dirigentes religiosos clandestinos, disidentes, líderes influyentes en línea, y a los grupos sociales desvalidos como vías internas de infiltración occidental.