Los múltiples problemas medioambientales del Líbano recobraron actualidad con la visita de Greenpeace

The 'Rainbow Warrior' in Beirut, Lebanon. August 27, 2016. Photo by Christophe Maroun.

El ‘Guerrero del Arcoiris III’ en Beirut, Líbano. 27 de agosto de 2016. Fotografía de Christophe Maroun.

El ‘Guerrero del Arcoiris III’ de Greenpeace atracó en el puerto de Beirut el 26 de agosto del 2016, la primera parada del tour de la ONG internacional de medio ambiente en la defensa del uso de energía solar en los países mediterráneos.

El barco apoya las campañas de Greenpeace en defensa del medio ambiente, incluyendo la identificación de actividades pesqueras ilegales y su misión por la energía solar fue particularmente importante en Líbano, un país que ha sufrido una importante cuota de catástrofes medioambientales recientemente.

Líbano enfrenta una crisis energética desde el final de la guerra civil en 1990. Hasta el día de hoy, Líbano padece constantemente cortes de luz diarios que pueden durar hasta 18 horas dependiendo de la región, lo que obliga a muchos libaneses a hacer uso de generadores privados que funcionan con gasóleo. Los gobiernos sucesivos hasta ahora han sido incapaces de reducir la distancia entre los 1.800 MW producidos y los 3.000 MW consumidos a horas punta, sumado a la obsolescencia de las centrales eléctricas, que contaminan y están en necesidad urgente de renovarse. «Las centrales eléctricas más modernas en Líbano se construyeron en 1996 en Deir Ammar y Zahrani, cada una con una potencia de 450 MW», bastante por debajo de los requisitos energéticos, informó el periódico libanés The Daily Star.

Como un antiguo alto funcionario de la empresa pública Electricite du Liban declaró al The Daily Star:

If we don’t build more power plants then we will continue to live under harsh cuts every day. The solution is not in our hands but in the hands of the government.

Si no construimos más centrales eléctricas continuaremos viviendo con cortes diarios. La solución no está en nuestras manos, sino en las del gobierno.

Además, las posibilidades de perforación de petróleo y gas mar adentro, que actualmente se está disertando como una solución potencial al problema energético presente del país, pone de relieve otra cuestión. Aunque parezca tentadora, la extracción de petróleo y gas no puede, por definición, proporcionar una solución sostenible a ningún nivel. Y con los niveles infames de corrupción de Líbano, estos recursos energéticos pueden acabar siendo una maldición para las comunidades locales.

En palabras de Peter Willcox, capitán del Guerrero del Arcoiris III:

It is time for people here to embrace what shines in the sky 300 days a year, not what’s tapped from the ground. It is not just about building a sustainable renewable energy future for the region, it’s about tipping the balance away from fossil fuels for the health of the planet while self-empowering local communities.

Es hora de que la gente aproveche lo que brilla en el cielo 300 días al año, no lo que se extrae de la tierra. No se trata solamente de construir un futuro energético sostenible y renovable para la región, también hay que dejar de usar combustibles fósiles por la salud de planeta mientras damos poder a las comunidades locales.

Evidentemente, el Guerrero del Arcoiris III le recuerda al país su actual crisis de gestión de residuos de más de un año, responsable en gran parte del movimiento ‘Apestas’ del verano del 2015, que causó que decenas de miles de personas se manifestasen en las calles contra el gobierno. La tripulación clasifica los residuos en distintos contenedores para su reciclado en el país donde el buque se encuentra atracado.

Particularmente, Greenpeace decidió no reciclar los residuos producidos en Beirut, en cambio optó por mantenerlos a bordo y reciclarlos en el próximo destino del barco, Turquía. El gobierno libanés hasta ahora ha sido incapaz de encontrar una solución sostenible al problema e incluso las proposiciones temporales, vertederos en las áreas de Bourj Hammoud y Costa Brava, tuvieron dificultades de implementación mientras los planes integrados de gestión de desechos propuestos por la sociedad civil fueron rechazados.

Con los residuos de vuelta en las calles en los últimos días y ante el actual callejón sin salida político, parece que Líbano está lejos de encontrar una solución para la crisis.

Greenpeace también está apoyando una «cooperativa para la producción y fabricación agrícola» dirigida por mujeres y localizada en el sur de Líbano. La organización formó a 12 jóvenes, libaneses, sirios y palestinos para construir paneles solares que cumplan las demandas energéticas en regiones que a veces sufren cortes de electricidad de hasta 22 horas de duración.

Daad, miembro de la cooperativa, explicó la importancia de los paneles solares para su región:

We are forced to work manually while our electrical machines are not being used. If we had electricity round the clock, we would have a greater production. Our work would greatly benefit the women working here as well as the growth of the cooperative.

Estamos obligadas a trabajar de forma manual mientras nuestras máquinas eléctricas no están siendo utilizadas. Si dispusiésemos de electricidad permanente, tendríamos una mayor producción. Nuestro trabajo beneficiaría en gran medida a las mujeres que trabajan aquí así como al crecimiento de la cooperativa.

La cooperativa llevó a cabo una campaña de recaudación de fondos con la esperanza de obtener $50.000 en los próximos dos meses. En la web explican cómo se utilizará el dinero:

The solarization of the women cooperative center will start with an energy audit that will identify its energy consumption. Then, a set of energy efficiency measures to reduce energy consumption such as lighting retrofit and piping insulation will be implemented. Finally, a solar energy system will be installed on the roof of the Cooperative.

La solarización de la cooperativa de mujeres comenzará con una auditoría energética que identificará su consumo de energía. Más tarde, se implementarán medidas de eficiencia energética para reducir el consumo, como acondicionamiento de la iluminación y aislamiento de tuberías. Por último, se instalará un sistema de energía solar en el tejado de la Cooperativa.

El Guerrero del Arcoiris III es el primer barco de la flota de Greenpeace construido específicamente para la organización. Comenzó a operar en octubre de 2011 después de que se jubilase al segundo Guerrero del Arcoiris. Este último reemplazó al Guerrero del Arcoiris original después de que fuera bombardeado en 1985 por agentes franceses en la costa de Nueva Zelanda.

El barco tiene previsto llegar a Marruecos a tiempo para la COP 22 de la ONU, que tendrá lugar del 14 al 15 de noviembre del 2016. A diferencia de previas Conferencias de Estados parte de ONU, la COP 22 será la primera COP desde que [en la COP 21] «los 196 miembros acordaron un instrumento jurídicamente vinculante sobre cambio climático con el propósito de que el aumento de la temperatura global se mantenga por debajo de los dos grados».

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