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El nuevo alcalde de São Paulo y Donald Trump ciertamente tienen mucho en común

Categorías: Latinoamérica, Brasil, Elecciones, Medios ciudadanos, Política
João Dória, São Paulo's newly elected mayor, while presenting the country's version of The Apprentice in 2010. Photo: Youtube screenshot [1]

João Doria, el recientemente electo alcalde de São Paulo, presentando la versión del país de «The Apprentice» en el 2010. Captura de pantalla de YouTube.

Es un empresario con activos estimados en 170 millones de reales brasileños, o cerca de 52 millones de dólares estadounidenses. Fundó un imperio de siete grandes corporaciones, en sectores que van desde gestión de eventos a publicación. Fue presentador de tres realities en una cadena de televisión — entre ellos, la versión brasileña del mismo «The Apprentice».

Y el 2 de octubre, luego de una campaña que dividió a su partido de centro-derecha, fue elegido alcalde de la más grande ciudad de Brasil con una victoria aplastante.

¿Es este el Donald Trump de Brasil?

La imagen pública del ‘candidato externo’

Las similitudes van más allá de su habilidad para realities. Como Trump, João Agripino da Costa Doria Júnior, ó João Doria para abreviar, viene de fuera del sistema político, algo que resultó ser crucial en el actual clima político en Brasil. Las investigaciones «Lava Jato», esquema de sobornos cuyo valor asciende a miles de millones de dólares que involucra a la compañía petrolera estatal Petrobras y a varias grandes empresas constructoras, ha dejado a la población con una profunda desilusión con toda la clase política.

Por ello, no resulta extraño que el domingo 2 de octubre, la tasa de abstención y votos en blanco y nulos en São Paulo fuera la mayor [2] de las últimas seis elecciones. El número total de votantes desinteresados hasta superó al número de votantes que Doria obtuvo para sí.

El Partido de los Trabajadores (PT) de centro-izquierda, que ha estado en el poder por 13 años, ciertamente ha llevado la peor parte de este desaliento ya que ha recibido una avalancha de acusaciones de corrupción, una creciente recesión y la torpe administración de la ahora impugnada Presidenta Dilma Rousseff.

Doria fue astutamente colocado para encarnar el sentimiento anti-política y anti-PT. Como ha repetido exhaustivamente, es un «empresario, no un político». En la campaña, prometió «borrar del mapa al PT en São Paulo»; su eslogan, «acelera, São Paulo», es una burla directa a Fernando Haddad, el actual alcalde de São Paulo del Partido de Trabajadores, quien introdujo un límite máximo de velocidad en las ya fuertemente congestionadas principales avenidas de la ciudad, lo que molestó a muchos conductores.

Un empresario acaudalado con apoyo de la clase baja

Doria recibió una abrumadora cantidad de votos en los barrios periféricos más pobres de São Paulo, a pesar de difícilmente ser miembro él mismo de la clase baja. El alcalde electo es presidente de Lide, una asociación de 1,700 corporaciones que representan el 52% del producto bruto interno (PBI) de São Paulo — un estado que a su vez representa el 32% del PBI nacional de Brasil, la sexta economía más grande del mundo. Entre las publicaciones pertenecientes a su conglomerado figura la revista Caviar Lifestyle, que trata del consumo suntuario y la vida de la clase alta. El nuevo alcalde promete privatizar [3] los parques de São Paulo, los estadios de fútbol, los carriles para buses y bicicletas, así como aumentar las plazas libres en hospitales y guarderías a través del uso de la red privada de salud.

En público, Doria siempre se viste refinadamente con ropa de marca, desde maletines Louis Vuitton a extravagantes correas Hermès que son accesorios para su apariencia característica de suéter de cachemira anudado alrededor del cuello. Su imagen elegante ha desencadenado el desprecio de sus oponentes. Mientras hacía campaña, una foto suya poniendo mala cara mientras bebía un café barato y comía pastel [4] (un tipo de pastel frito) en una de las panaderías típicas de São Paulo (sencillos restaurantes que son un sello distintivo de la ciudad), pasó por las redes sociales y le ganó el apodo de «Ricky Ricón». No obstante, aparentemente esto no evitó que obtuviera la mayoría de votos en 56 de las 58 circunscripciones de São Paulo.

"Richard Rich" João Dória, São Paulo's new mayor, doesn't look like he enjoys the burnt and overly-suggary coffee served in São Paulo's padarias. Photo shared widely on social media.

«Ricky Ricón» João Doria, el nuevo alcalde de São Paulo, no parece disfrutar del café amargo y extremadamente dulce servido en las panaderias de São Paulo. Foto compartida ampliamente en redes sociales.

La vieja política disfrazada de nueva

Como Trump en el partido Republicano, la candidatura de Doria desencadenó una fisura sin precedentes [5] en el Partido Social Democrático de centro-derecha. Visto como un candidato «recién llegado» por algunos de los jefes del partido, fue acusado de saltarse la cola de políticos en linea por el liderato de la ciudad más importante de Brasil. Algunos de sus rivales le acusaron de comprar votos durante las primarias del partido y llegaron hasta a enjuiciarlo por este tema.

Doria tuvo un poderoso padrino, por supuesto: el gobernador del estado de São Paulo, Geraldo Alckmin, quien por largo tiempo ha tenido una pugna silenciosa con el liderato del partido (entre ellos, el expresidente brasileño Fernando Henrique Cardoso y Aécio Neves, el rival de Rousseff en las elecciones presidencial del 2014). Muchos ven al triunfo de Doria en São Paulo como una victoria personal para Alckmin, quien tiene grandes esperanzas de postular a la presidencia en el 2018.

Y a pesar de sus elogios a la economía de mercado libre, Doria se benefició significativamente de relaciones con el sector público. Una historia del periódico Folha de S. Paulo [6] reveló que sus empresas recibieron 10.6 millones de reales desde el 2005 por negocios con el estado a través de diferentes gobiernos, incluyendo el dirigido por el Partido de los Trabajadores. La suma más grande provino del gobierno de Geraldo Alckmin, que pagó 4.5 millones en publicidad del gobierno en las revistas de su editorial.

En Facebook, el profesor universitario radicado en São Paulo, Pablo Ortellado resumió [7] el ascenso al poder de Doria:

Maravilhas do marketing político: um notório mauricinho foi transmutado em Joâo trabalhador; um político de velho tipo que rachou seu partido com a compra de votos nas prévias foi transmutado em gestor antipolítico; por fim, um administrador de empresas que fez carreira explorando as relações com o Estado foi transmutado em defensor da eficácia do setor privado. Comunicação é tudo. «Em política, tudo o que parece é».

Las maravillas del marketing político: el conocido y sofisticado hombre de negocios fue transmutado en un Juan trabajador; un político de la vieja escuela que dividió su partido al comprar votos en las primarias fue transformado en un gerente anti-política; finalmente, un empresario que hizo su carrera explotando relaciones con el estado fue transformado en un activista de la eficiencia del sector privado. La comunicación es todo. «En política, todo lo que parece, es».