Activistas, estudiantes y sobrevivientes conmemoran la masacre olvidada de Tailandia

Sculpture of the Massacre of 6 October 1976 Memorial at Thammasat University, Bangkok, Thailand. Source: Wikimedia Commons

Escultura de la Masacre del 6 de octubre de 1976, monumento en la Universidad Thammasat, Bangkok, Tailandia. Fuente: Wikimedia Commons.

El 6 de octubre de 1976, fuerzas estatales y una turba anticomunista atacaron una protesta estudiantil dentro de las instalaciones de Tha Prajan de la Universidad Thammasat, en Bangkok, Tailandia. Al menos 46 personas murieron, pero la cifra podría ser mayor.

Estudiantes de diversos colegios protestaban por el regreso de líderes militares que habían sido derrocados del poder por una revuelta estudiantil en 1973. Más de mil personas estaban dentro de la Universidad Thammasat cuando la turba atacó a los manifestantes. Después, los militares dieron un golpe de estado esa noche.

Nunca se hizo una investigación oficial de la masacre. Nadie fue arrestado ni acusado en los tribunales por ordenar la brutal muerte de los estudiantes. La masacre ni siquiera se discute en los libros de texto de historia del país.

Le tomó a Tailandia más de 20 años construir un pequeño espacio dedicado a las víctimas de la masacre.

Cuarenta años después, sobrevivientes y parientes de las víctimas fallecidas siguen buscando justicia.

Cuarenta años después de la  masacre de los estudiantes a favor de la democracia del 6 de octubre de 1976, el ejército de Tailandia sigue cometiendo violaciones de derechos con impunidad.

‘Fueron violentos e increíblemente crueles’

Muchos estudiantes fueron golpeados y quemados hasta la muerte ese día. Los jóvenes manifestantes fueron satanizados como comunistas que querían hacer caer a la monarquía, una institución muy querida en Tailandia.

La brutalidad del ataque fue captada en una foto tomada por Neal Ulevich, periodista de Associated Press:

Hoy se cumplen 40 años de una masacre de estudiantes a favor de la democracy en Bangkok. Esta foto de Associated Press de ese día nunca deja de horrorizar.

Neal escribió acerca de lo que vio ese día:

I saw the body of a dead student hanging from one tree. The scene was being repeated just a few feet away.

I don’t know how much earlier the students had been lynched – probably just a few minutes – but enraged rightists felt robbed by death and continued to batter the bodies.

Vi el cuerpo de un estudiante muerto colgado de un árbol. La escena se repetía unos metros más allá.

No sé cuánto tiempo antes habían linchado a los estudiantes –probablemente unos pocos minutos– pero derechistas enfurecidos se sintieron engañados a muerte y siguieron apaleando a los cadáveres.

Netnapa Khumtong era estudiante de medicina en esa época:

They forced us onto the football field and made us take all our clothes off. We were so humiliated and afraid. We can never forget – 40 years on, and still no one has been found responsible. They were violent, and unbelieavably cruel.

Nos obligaron a entrar en el campo de fútbol y nos hicieron sacar la ropa. Estábamos muy humillados y asustados. No podemos olvidar nunca –40 años después, y todavía no se ha hallado responsable a nadie. Fueron violentos e increíblemente crueles.

Prayuth Chumnasiau fue arrestado ese día. Una vez liberado, eligió unirse a los rebeldes comunistas en las montañas:

I was there when it happened at Thammasat University. And I was arrested and detained at Bang Khen Police School for seven days. On October 12, the police allowed for bailing. Ramkhamhaeng University, which I was studying at, bailed all of its students out. The conditions were that after the bail, each student had to report themselves at the Special Branch every month. All students arrested and bailed by Ramkhamhaeng University reported themselves and had their profiles recorded. A few days after the bail, I decided to join the armed struggle with the communist movement in the forest.

Yo estaba ahí cuando ocurrió en la Universidad Thammasat. Me arrestaron y estuve detenido en la escuela de policía de Bang Khen durante siete días. El 12 de octubre, la policía me dejó salir bajo fianza. La Universidad Ramkhamhaeng, donde yo estudiaba, hizo salir a todos sus estudiantes bajo fianza. Las condiciones eran que después de la fianza, todos los estudiantes debían reportarse en la Oficina Especial todos los meses. Todos los estudiantes arrestados y cuya fianza pagó la Universidad Ramkhamhaeng se reportaron y sus perfiles quedaron registrados. Pocos días después de la fianza, decidí unirme a la lucha armada con el movimiento comunista en la selva.

‘Este asunto ha desaparecido completamente de la sociedad tailandesa’

El académico retirado Thongchai Winichakul, que también es sobreviviente de la masacre, expresó cómo los sucesivos gobiernos respaldados por el ejército conspiraron para ocultar la verdad sobre lo que realmente ocurrió ese día en Thammasat:

They just don't want to recognize it. That's why the statue commemorating the incident is tucked in the corner of the university. It can't be put up in the public space…

Simplemente no lo quieren reconocer. Es por eso que la estatua que conmemora el incidente está metida en un rincón de la universidad. No la pueden poner en el espacio público…

Puangthong Pawakapan, profesora de ciencia política de la Universidad de Chulalongkorn, lamentó la incapacidad de ofrecer justicia a las víctimas de la masacre:

This issue has completely disappeared in Thai society. No one talks about it, at all. Those who wish to see justice feel as though it is impossible. Many people say that the issue should not be dredged up. All of this is a clear indication that the perpetrators have been allowed to get away with their actions. This is because they still hold power.

Este asunto ha desaparecido completamente de la sociedad tailandesa. Nadie habla de esto, nunca. Los que quieren ver justicia sienten que es imposible. Muchas personas dicen que el asunto no debería salir a la luz. Todo esto es una clara indicación de que a los autores se les ha permitido salirse con la suya con sus acciones. Esto es porque todavía tienen el poder.

Sinsawat Yodbantoey, otro sobreviviente, instó al público a recordar este trágico episodio de la historia moderna de Tailandia:

There are things that have been recorded, and there are things that have been forgotten. There are selective memories and selective forgetting. This results in confusion.

Hay cosas que han sido registradas y hay cosas que han sido olvidadas. Hay recuerdos selectivos y olvidos selectivos. El resultado es confusión.

Recordando la masacre

Prommin Lertsuridej explicó por qué los activistas y sobrevivientes como él se siguen reuniendo todos los años para conmemorar los acontecimientos:

We gather every year to show we were not people who destroyed the country — but we are the ones who want to create fair society.

Nos reunimos todos los años para mostrar que no somos personas que destruyeron el país –sino que somos los que queremos crear una sociedad justa.

Por primera vez en 40 años, la Universidad Chulalongkorn, la principal universidad de Tailandia, organizó una actividad para discutir la masacre. Hasta llamó la atención internacional porque uno de los oradores invitados fue Joshua Wong, estudiante activista de Hong Kong a quien se impidió la entrada en el aeropuerto de Bangkok.

Varios colegios en Bangkok también llevaron a cabo actividades similares para educar a la generación de jóvenes sobre la masacre.

Pienso, luego estoy muerto.
40 años – 6 de octubre de 1976-2016

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Así es como un hombre conmemora la masacre del 6 de octubre de 1976. Tailandia, impunidad, barbaridad, brutalidad.

La masacre no se discute en el currículum escolar, pero se conmemora en diversas obras de arte.

Este año, un artista organizó una exhibición de “selfies” para dramatizar la necesidad de recordar la historia. Uno de los selfies se trata de la Masacre de Thammasat.

El rol de un artista es hacer preguntas, no responderlas. Serie de selfies.

Pero la búsqueda de la justicia sigue siendo evasiva. La situación hoy se ha hecho más difícil porque es el ejército el que controla el gobierno.

Para el profesor Surachart Bamrungsuk de la Universidad de Chulalongkorn, el ejército es responsable por la inestabilidad política del país:

Our politics is continually going up and down, with civilians and the military taking turns ruling the country, but no remedial action was ever offered to sufferers of this ‘forgotten’ yet deadly incident. Military officers should return to their barracks and let politics take their natural course.

Nuestra política tiene continuos vaivenes, con civiles y militares turnándose para gobernar el país, pero ninguna acción correctiva se ofreció nunca a quienes sufrieron por este incidente ‘olvidado’ aunque mortal. Los oficiales del ejército deberían regresar a sus cuarteles y dejar que la política tome su rumbo natural.

Por su parte, los activistas enfatizaron la necesidad de poner fin a la impunidad en el país. También exigieron el arresto de los autores de la Masacre de Thammasat y que el ejército restablezca el gobierno civil.

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