Georges, periodista y bloguero maliense, ha hecho un llamamiento apremiante condenando el hecho de que en su país los monumentos han sido meticulosamente restaurados, aunque no se ha tenido el mismo cuidado para enfrentar el acoso sexual y las violaciones que sufren las mujeres.
En su blog, llamado “Au Grin, Il se dit beaucoup de choses autour d’un verre de thé” (Mucho se habla en el Grin alrededor de una taza de té), publicó un artículo bajo el título «Timbuktu: ¡Son tan inocentes como los templos!». En él, acusaba a organizaciones malienses tanto como a organismos judiciales internacionales de querer esconder bajo la alfombra la violencia contra las mujeres:
Si vous suivez l’actualité internationale la condamnation de Ahmed Al Faqi Al Mahdi à neuf ans de prison n’a pas dû vous échapper. La Cour Pénale Internationale (CPI) a reconnu coupable ce djihadiste malien de la destruction en 2012 de la mosquée Sidi Yahia de Tombouctou ainsi que de 9 mausolées. Ahmed Al Faqi est le premier à être jugé pour des crimes commis au plus fort de la crise malienne, sous l’occupation des régions nord du pays.
Mais les crimes commis ne se limitent pas uniquement à la destruction de biens culturels. Les groupes armés qui occupaient les lieux ont aussi perpétré des viols ainsi que d’autres formes de violences sexuelles sur des femmes et des jeunes filles. Malgré les 171 victimes recensées et les 113 plaintes portées pour les crimes de violences sexuelles personne n’a été inquiété par la justice à ce sujet. Ces victimes sont aussi innocentes que les mausolées, comme la porte de la mosquée Sidi Yahia. Mais où est passé l’important ?…
Les mausolées détruits ont été restaurés et réhabilités avec l’aide de l’UNESCO. Il restait alors la porte de la mosquée Sidi Yahia, qui a elle aussi a été restaurée en septembre 2016 en présence de notables, d’habitants de Tombouctou, du représentant de l’UNESCO et de la MINUSMA … Je ne dis pas que la restauration de ces biens culturels, classés patrimoine culturel de l’humanité, n’est pas important. D’ailleurs je me réjouis pour la justice rendue aux édifices de Tombouctou. Mais ça ne doit pas se limiter à ça et s’arrêter là….
Si siguen las noticias internacionales, deben haber oído hablar de la condena de Ahmed AL Faqi Al Mahdi a nueve años de prisión. La Corte Criminal Internacional (ICC) ha declarado culpabe a este yihadista maliense por la destrucción de la mezquita Sidi Yahia que tuvo lugar en el año 2012 en Timbuktu, así como también de nueve mausoleos. Ahmed Al Faqi es el primero en ser sentenciado en medio de la crisis en Mali, durante la ocupación de las regiones del norte del país.
Pero los crímenes cometidos no sólo se limitan a la destrucción de patrimonios culturales. Las fuerzas armadas que ocupan el área han cometido violaciones y otros tipos de abusos sexuales contra mujeres y niñas. A pesar de las 117 víctimas registradas y las 113 denuncias sobre abuso sexual, nadie ha sido interrogado sobre el tema por parte de las autoridades judiciales. Estas víctimas son tan inocentes como los mausoleos, pero ¿qué es más importante?
Con la ayuda de la UNESCO, los mausoleos destruidos han sido restaurados así como también renovados. Lo único que quedó fue la puerta de la mezquita Sidi Yahia que fue restaurada en el 2016 contando con la presencia de ciudadanos ilustres de Timbuktu, la UNESCO y representantes de MINUSMA… No le resto importancia a la restauración de estos patrimonios culturales mundiales. De hecho, me da una tremenda alegría saber que se ha podido recurrir a la justicia para preservar los monumentos en Timbuktu, pero no se debería limitar únicamente a esto..
Los crímenes contra las mujeres a los que Georges hace referencia tienen su origen en una rebelión al norte de Mali en el 2012 que dejó algunas zonas bajo ocupación militar yihadista por varios meses. En marzo del 2012, el presidente Amadou Toumani Touré fue destituido por medio de un golpe de estado después de su manejo de la crisis. Como consecuencia de la inestabilidad producto del golpe, las tres ciudades más grandes del norte —Kidal, Gao y Timbuktu— fueron invadidas por rebeldes. El nuevo gobierno de Mali pidió entonces ayuda militar extranjera para recuperar el norte.
A comienzos del 2013, el territorio ocupado por yihadistas había sido recuperado por el ejército maliense. Aun así, el conflicto resultó ser la peor situación de derechos humanos en Mali, como informó Amnistía Internacional según casos documentados de violación colectiva y ejecuciones. Por otro lado, Human Rights Watch dió a conocer abusos de derechos humanos cometidos por el ejército de Mali en la ciudad de Niono. Tanto tuaregs como árabes fueron los blancos principales. Una investigación de la Corte Criminal Internacional en Mali está trabajando en los crímenes que han sucedido durante el conflicto. Sólo fue procesada una persona desde que la Corte se hizo cargo — por delitos relacionados con la destrucción de monumentos antiguos en Timbuktu.
Luego de recordar los numerosos crímenes cometidos contra las mujeres, tales como violaciones, por los yihadistas durante la ocupación, Georges agregó:
Comme l’atteste un rapport établi en 2012 par le Haut Commissaire des Nations Unies aux droits de l’homme sur la situation des droits humains au Mali. L’ONG Wildaf-Mali (Women In Law and Development/ Femme – Droit et – Développement en Afrique) a recensé 171 femmes victimes de violences sexuelles venant des régions du nord du Mali. Selon Bintou Bouaré, présidente de Wildaf-Mali« sur ces 171 femmes, 113 ont accepté de porter plainte. En trois ans, 30 femmes seulement ont été écoutées par le procureur de la commune 3 de Bamako ».
Como demostró el Alto Comisionado de las Naciones Unidas por los Derechos Humanos en el 2012 a través de un documento sobre la situación de los derechos humanos en Mali, la ONG Wildaf-Mali (Mujeres de Derecho y Desarrollo) ha identificado 171 mujeres que fueron víctimas de abuso sexual en las regiones del norte del país. Según Bintou Bouaré, presidente de la organización: «De estas 171 mujeres, 113 aceptaron presentarse y hacer las denuncias correspondientes. En tres años, sólo 30 mujeres han sido escuchadas por el fiscal del tercer municipio de Bamako».
Para poder entender el problema que enfrentan estas mujeres dentro de sus comunidades en el norte de Mali, el escribió:
Le viol est un sujet tabou au Mali. Les lèvres des victimes sont scellées par le regard de la société. Parmi les 171 femmes et filles victimes recensées de violences sexuelles, 58 n’ont pas voulu porter plainte. “Certaines se sentent responsables de leur sort. Tandis que d’autres ont peur de témoigner parce qu’elles vivent dans la même localité que leurs violeurs qui errent librement dans la nature” me confie Bintou Bouaré, présidente de l’ONG Wildaf-Mali.
En Mali, la violación es un tema tabú. Los labios de las víctimas están sellados por el escrutinio público. De las 171 mujeres y niñas abusadas sexualmente, 58 se negaron a hacer la denuncia. «Algunas piensan que son responsables de su destino, mientras otras tienen miedo de testificar porque viven en la misma área que los violadores», dice Bintou Bouaré, presidente de la ONG Wildlaf-Mali.
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