Esta es la segunda parte de una entrevista de Carlos Esteban Cana con la educadora y candidata por el Partido del Pueblo Trabajador (PPT) en las elecciones de noviembre de 2016 en Puerto Rico, María Gisela Rosado Almedina. Aquí puede leer la primera parte.
En esta parte del diálogo de Global Voices con María Gisela Rosado Almedina, quien aspira a obtener un escaño en el Senado por el Distrito de San Juan por el Partido del Pueblo Trabajador (PPT) en las elecciones del 8 de noviembre, la educadora puertorriqueña discute temas sobre la educación pública vs. la educación privada y reflexiona sobre las condiciones y derechos de los maestros y maestras.
Global Voices (GV): En temas relacionados a la educación en Puerto Rico, usted menciona promover una cultura de mérito hacia los maestros. No es ir a contracorriente con eso de una “cultura de mérito” en un país atravesado de costa a costa por la política partidista…
María Gisela Rosado Almedina (MGRA): A un educador se le debe reconocer el mérito, fundamentado en la calidad de enseñanza, dedicación, responsabilidad, dominio de materia, clima de enseñanza, innovaciones, publicaciones, investigaciones, entre otros criterios, y son los estudiantes y los padres en ocasiones lo que saben quiénes son estos maestros, pero tales datos no se recopilan de manera que sirvan de criterio para que se le reconozca, se le respete, se le brinden apoyos a la docencia, inversión a sus innovaciones curriculares o se divulgue su trabajo.
El mérito no se trata de títulos académicos solamente, sino experiencia, dominio, compromiso con la educación, su espacio escolar y comunitario. Un arribista deslumbra como una centella y desvanece cuando ha logrado lo que busca a nivel personal, pero el maestro transformador es consistente a través de los años en su quehacer. No se trata de una guerra generacional, pero hay que cuidarse de los que quieren todo de inmediato y sin merecimiento alguno despreciando la sabiduría y la experiencia.
GV: ¿Por qué proveer a los educadores de un Procurador? ¿Tan difícil está la situación en el salón de clases?
MGRA: El Procurador del Maestro permitiría al maestro tener un funcionario que lo defienda de abusos de poder, de violencia de la que sea objeto de parte de estudiantes y padres. Los estudiantes tienen un Procurador, pero al no tenerlo los educadores quedan a la merced de quien ejerce más presión y la victimización del menor en las cortes pesa más, a sabiendas de que en el país los menores también pueden mentir, calumniar, agredir, amenazar y asesinar maestros.
Hay maestros con miedo en el salón de clases, maestros amenazados, agredidos en su salón sin que se tome acción correctiva con el estudiante, padre o quien sea. No debe existir impunidad de parte de los maestros agresores ni de los estudiantes o familiares agresores, debe atenderse con seriedad cada caso y educar a unos y otros para que no reincidan.
GV: En ese mismo tema, y en oposición a los entendidos generales de ciertos grupos, usted pone en entredicho que la educación privada es superior a la pública… ¿Puede ampliar al respecto?
MGRA: Las exigencias del Departamento de Educación son más rigurosas que en las escuelas privadas y las condiciones salariales y los derechos adquiridos son mejores dentro de las circunstancias que enfrentan muchos maestros del sistema privado.
En muchas escuelas privadas ocurren otras realidades: bajos salarios, atienden varios grados lo que complica la preparación del maestro, existe una tendencia mayor a la enseñanza o metodología tradicional y bancaria, no problematizadora o crítica, y el maestro debe cubrir un libro y sus ejercicios enfocados en destrezas. A esto se añade que algunos maestros no enseñan las materias de su preparación académica y esto trae como resultado poca profundidad en el dominio de temas y conceptos.
Existen escuelas privadas excelentes y con educadores altamente preparados que suelen estar mejor remunerados que en otras escuelas privadas, razón por la cual retienen más tiempo esta plantilla de maestros, algo muy importante para la calidad de enseñanza. Muchos maestros recién graduados inician su experiencia laboral en escuelas privadas, laicas o religiosas, pero pronto buscan espacio en las públicas porque sus metodologías innovadoras, los temas curriculares que quieren cubrir en libertad no son entendidas ni avaladas. A esto debe añadirse el descontento con la explotación de trabajo por una paga insuficiente o el hecho de que en las escuelas públicas se provee más educación continuada y apoyos para completar maestrías y doctorados.
GV: Afirma además que existe una campaña de descrédito hacia la Universidad de Puerto Rico… ¿Por qué? ¿Cuáles, si algunos, son los motivos?
MGRA: La misma campaña de descrédito que afecta a otras agencias públicas y a las escuelas del Estado se extiende a la UPR: se amplifican sus debilidades y se ocultan sus logros.
Esto no solo ocurre en Puerto Rico, es un discurso que, de tanto repetirse, los ciudadanos lo dan por hecho y cuando se pretende privatizar el patrimonio público la gente lo acepta como medida correctiva, para mejorar el servicio. Imagínate que ese discurso se publicara contra agencias privadas, bancos, empresas de cualquier tipo, pero a lógica es diferente: es el bien público el que se desprestigia continuamente, y la prensa que deja de investigar los intereses o que es parte de esos intereses sirve de agente de enajenación, propaga la mentira y convence por repetición.
En Puerto Rico los periódicos, radioemisoras y la televisión tienen ideología y favorecen o descartan partidos políticos. Asesores y consultores con contratos millonarios fingen ser comentaristas de noticias o analistas políticos para crear opinión pública que es una conducta antiética e inmoral. Podemos escuchar analistas universitarios atacar a la propia UPR con virulencia, pero lo hacen desde su plataforma de privilegio, desde el acomodo con los partidos de los cuales forman parte y son voceros de sus prejuicios y discrimen.
No niego que es mucho lo que hay que transformar en nuestra universidad del estado, mayor democracia participativa, una Reforma Universitaria desde la misma comunidad universitaria, acabar con las castas prebendadas de las partidocracia, la corrupción, las condiciones precarias de trabajo de los docentes y la negativa a facilitar la negociación colectiva de este sector tan abatido, reducción dramática de los recursos humanos en áreas de servicios que permiten la eficiencia de cada unidad y departamentos, y la existencia misma de una Presidencia y las intervenciones de micro gerencia de parte de la Junta de Gobierno. Lo penoso es que el enfoque de las noticias sobre la UPR son negativas, no son balanceadas, porque lo que representan logros institucionales que ninguna universidad privada alcanza, se invisibilice. Esta gestión va de la mano de apoyar que los fondos públicos destinados a la Universidad estatal pasen a las universidades de lucro.
GV: Los medios tradicionales inundan sus ediciones con noticias de corrupción política, asesinatos, deudas impagables, éxodo de boricuas… Desde su perspectiva, ¿es esa la realidad de Puerto Rico?
MGRA: Los partidos rojo y azul [partidos Popular Democrático y Nuevo Progresista, los que han dominado las elecciones en Puerto Rico] se han comportado como mafias cerradas y sus líderes vienen al gobierno a enriquecerse en su mayoría o a pagar favores a los que aportaron a sus campanas para regresar cuatro años más. Esos dos partidos se degeneraron moralmente cuando perdieron el foco de para quienes trabajaban, para el pueblo, y qué necesitaba ese pueblo.
Uno sale a las comunidades y observa con pesar las aceras destruidas, intransitables para personas con sillas de ruedas, postes del tendido eléctrico a punto de caerse sobre vehículos y casas, aguas negras, suciedad, escombros, falta de iluminación en las calles y avenidas que ayuda a la seguridad, barrios a los que no llega transporte público que les conecte con el tren urbano o la ruta de la AMA [Autoridad Metropolitana de Autobuses], envejecientes que viven solos, sin atención, en condiciones deplorables sus casitas…y a uno le da un coraje saber el dinero que se derrocha en nimiedades, en corrupción, en contratos a amigotes, en obras inservibles.
En los barrios y comunidades la miseria se asoma y el hambre, la frustración, el desempleo, el ocio, a enfermedad mental, el punto de drogas y uno sabe que esto tiene décadas así y los gobiernos no se comprometen a darle calidad de vida a los mismos que votaron por ellos. Para mí eso es maldad es misantropía. Hace falta un presupuesto participativo donde cada barrio o comunidad vote por las prioridades del presupuesto de los municipios. Tenemos que generar empleos y el país necesita funcionarios en la calle: atendiendo las necesidades de nuestros envejecientes, de nuestras madres jefas de hogar, de los niños y jóvenes. Necesitamos estabilizar nuestra economía con valentía, que tributen las megatiendas y empresas que se llevan 35 mil millones del país y que algo dejen a nuestra economía para invertirlo en programas de servicio al ciudadano, en empleos para que la familia puertorriqueña se mantenga unida.
No soy idealista, en el PPT no somos idealistas y sabemos lo que habría que hacer para que en la práctica levantemos el país. Falta que el pueblo sea valiente y apueste a cambios trascendentales o se quede empobrecido, malatendido, desempleado, dividido, por confiar en los que se enriquecieron con su pobreza y carencias.
*Esta entrevista ha sido editada y condensada.