Los políticos ignoraron la fecha límite para que Trinidad y Tobago aprobase la legislación tributaria estadounidense

A screen shot of a Parliament Channel YouTube video, showing the parliamentary debate of Friday September 23, 2016 in Trinidad and Tobago.

Captura de pantalla de un video del canal del Parlamento en YouTube que muestra el debate parlamentario del viernes 23 de setiembre del 2016 en Trinidad y Tobago.

El plazo para que Trinidad y Tobago se convierta en signatario de la Ley de Cumplimiento Tributario de Cuentas Extranjeras (FATCA, por su nombre en inglés) de Estados Unidos venció el 30 de setiembre del 2016. La ley, que el Congreso estadounidense promulgó en el 2010, procura que los ciudadanos estadounidenses y residentes en el país con activos financieros fuera del país paguen impuestos.

La legislación otorga a los bancos estadounidenses la facultad de retener una parte (hasta el 30%) de los pagos hechos a instituciones financieras extranjeras que no acceden a dar a conocer información sobre sus clientes que tienen cuentas estadounidenses. Es más, hasta pueden negarse totalmente a hacer negocios. Por lo tanto, el incumplimiento tendría efectos trascendentales: servicios bancarios fundamentales como uso de tarjeta de crédito, transferencias bancarias y remesas serían cortados, la economía de Trinidad y Tobago –ya inactiva debido a los bajos precios de la energía– se debilitaría más, y el costo general de la vida y los negocios aumentaría.

Días antes del vencimiento del plazo, el proyecto todavía no se aprobaba en el Parlamento del país. A pesar de que el gobierno votaba unánimemente por la conformidad, la actual oposición –que propuso el proyecto cuando estaba en el gobierno– ahora parece estar obstruyendo su avance. El gobierno tiene 23 miembros en la Cámara de Representantes, pero se necesitan 26 votos para aprobar el proyecto. A pesar de su insistencia de que «nadie quiere más [que ellos] que se apruebe el proyecto», en la sesión parlamentaria del 23 de setiembre del 2016, todos los miembros de la oposición votaron «No» (54:46 de este video). Por su parte, la oposición ha acusado al gobierno de «politizar el asunto».

La líder de la oposición, Kamla Persad-Bissessar, explicó que a ella y sus colegas les preocupan «las disposiciones draconianas del proyecto que de ninguna manera son necesarias para aplicar el acuerdo».

En su presentación en el Parlamento, el ministro de Finanzas, Colm Imbert, hizo notar: «Cláusula 8 — la oposición tiene un problema con esto. Nada en la Sección 4 de la Ley de Impuestos, Protección de Datos o cualquier otra ley de efecto similar evita la revelación de información. La oposición sostiene que esto despoja a nuestros ciudadanos de cualquier protección que les concede la ley».

Aunque el gobierno ha dicho que ha resuelto tres de las siete preocupaciones de la oposición, el asunto nunca pasó a debate. Después de que Imbert se presentara en el Parlamento el 23 de setiembre, le pidió al presidente de la cámara una hora de suspensión, tiempo en el cual los dos lados podrían sentarse y sacar adelante las enmiendas al proyecto. Pero la oposición se negó. La sesión se retomó poco después, la líder de la oposición fue reprendida por el presidente de la cámara y le pidieron que se retirara. El resto de la oposición (menos un miembro) –en evidente muestra de solidaridad– se retiró.

Teóreticamente, el Parlamento iba a poder reunirse el 30 de setiembre para aprobar el proyecto justo para cumplir con el plazo –pero era la fecha en que el ministro de Finanzas presentaría el presupuesto del país para el 2017, así que no quedaba opción para presentar la discusión sobre FACTA para esa oportunidad. A menos que Estados Unidos accediera a extender el plazo, lo que era improbable, Trinidad y Tobago quedaría en una posición frágil. Sin importar lo que ocurriera, los cibernautas estaban furiosos.

Mr. Live Wire, bloguero de noticias de Wired 868, bromeó:

Quite unhelpfully, Finance Minister Colm Imbert booked his Budget speech on the same day. Presumably, Imbert did not foresee that the [opposition United National Congress] UNC would feign such a startling ignorance of what is at stake here.

Sin ánimo de ayudar, el ministro de Finanzas Colm Imbert programó su discurso del presupuesto ese mismo día. Presumiblemente, Imbert no previó que [Congreso Nacional Unido, de oposición] simularía tan sorprendente ignorancia sobre lo que está en juego acá.

Por supuesto, esto no quiere decir que estuviera de acuerdo con la legislación, tanto que se resignó al hecho de que la conformidad se tenía que dar:

In essence, every bank in the world will become non-paid informants of the IRS.

The cost of America’s witch hunt for tax evaders was estimated to be around eight times the value of income the IRS expects to recoup. So, to make this exercise financially viable, the IRS will let the banks pick up the tab for their investigation of US citizens who are using their services. […]

So, should Trinidad and Tobago object to accepting such a costly and invasive excursion into its own banking system by the Yanks? Of course!

We should also refuse to fork out TT$300 for a plate of pasta at those stoosh [posh] restaurants in west Trinidad.

But if you are there already and want to get fed, you will pay. And if you want access to the US banking system, you will do the same.

Otherwise, the IRS will start by withholding 30 percent of financial transfers—even Moneygram and Western Union—to locals, whether they are American or not, until they can prove they are not involved in tax evasion.

En esencia, todos los bancos del mundo se convertirán en informantes no pagados de la agencia federal tributaria estadounidense.
Se estimó que el costo de la cacería de brujas de Estados Unidos para los evasores de impuestos era de cerca ocho veces el valor del ingreso que la agencia tributaria espera recuperar. Para hacer este ejercicio financieramente viable, la agencia dejará que los bancos asuman la responsabilidad para su investigación de ciudadanos estadounidenses que usan sus servicios. […]
Entonces, ¿debería Trinidad y Tobago oponerse a aceptar una excursión tan costosa e invasiva a su propio sistema bancario por parte de Estados Unidos? ¡Por supuesto!
También deberiamos negarnos a pagar TT$300 (casi 45 dólares) por un plato de pasta en esos lujosos restaurantes en el oeste de Trinidad.
Pero si ya estás ahí y quieres comer, deberás pagar. Y si quieres acceder al sistema bancario estadounidense, harás lo mismo.
De otra manera, la agencia tributaria empezará a retener 30 por ciento de las transferencias financieras —incluso Moneygram y Western Union— a quienes viven ahí, sean estadounidenses o no, hasta que puedan probar que no están involucrados con la evasión tributaria.

Por su parte, la Asociación de Banqueros de Trinidad y Tobago apoya el proyecto, las cámaras de negocios han emitido llamados para la conformidad y la Comisión de Valores y Bolsa del país ha dado a conocer sus comentarios.

Sin embargo, los cibernautas parecen estar divididos por líneas políticas. Gideon Charles, usuario de Facebook, llamó la negativa de la oposición a votar por el proyecto como un intento desesperado de desestabilización, y especuló que la oposición no quiere el cumplmiento de FACTA «porque revelaría el robo, la malversación del dinero de los contribuyentes por parte del exgobierno de UNC, hoy en la oposición». Otros fueron más irónicos, mientras Susan Charles, usuaria de Facebook, desafió al ministro de Finanzas por su postura política:

Imbert stop playing games with the FACTA bill by saying you hoping for an extension yes the deadline is Friday but ent [didn't] you already get an extension stop pretending… This is Trinidad and somebody always know somebody and so mark does bust [local saying which means what is done in the dark will soon come to light]

Imbert, deja de jugar con FACTA diciendo que esperas una extensión. Sí, el plazo vence el viernes, pero no has conseguido una extensión, deja de fingir…  Esto es Trinidad, y siempre alguien conoce a alguien, así que la marca hace el fracaso [dicho local que significa que cuando algo se hace en las sombras pronto sale a la luz].

Aun así, Imbert insistió que «el proyecto […] es idéntico al proyecto preparado por el gobierno de Asociación del Pueblo. Es el mismo proyecto, palabra por palabra».

Con la aprobación del proyecto en el limbo, los usuarios de medios sociales en la nación caribeña se preguntaban si el gobierno y la oposición se unirian por el bien común –o en palabras de Mr. Live Wire:

Russia President Vladimir Putin also railed against FATCA, which he described as an attack on Russian sovereignty. Then, 24 hours before the US deadline, Putin caved and signed on 30 June 2014.

Think Sarcastic Smurf [a snide reference to Imbert] can drive a harder bargain than a man who rides horses bareback in Siberia and invades neighbouring countries in his spare time? FATCA chance! Just sign the damn thing and done, Kamla!

El presidente de Rusia, Vladimir Putin, también se manifestó contra FATCA, que describió como un ataque a la soberanía rusa. Luego, 24 horas antes del vencimiento del plazo de Estados Unidos, Putin cedió y firmó el 30 de junio del 2014.

¿Creen que el Pitufo Sarcástico [maliciosa referencia a Imbert] puede manejar una negociación dura más que un hombre que monta caballos a pelo en Siberia e invade países vecinos en su tiempo libre? ¡Ni hablar! ¡Solamente firma la porquería de proyecto y listo, Kamla!

Inicia la conversación

Autores, por favor Conectarse »

Guías

  • Por favor, trata a los demás con respeto. No se aprobarán los comentarios que contengan ofensas, groserías y ataque personales.