Las comparaciones Trump/Chávez sacuden la web y agitan al gobierno venezolano

Image by Venezuelan cartoonist Eduardo Sanabria. Used with permission.

Imagen del dibujante venezolano Eduardo Sanabria. Usada con permiso.

Discursos enardecedores, personalidades extravagantes y una omnipresencia en los medios ciudadanos y convencionales que no puede ser contenida.

Estos atributos y muchos más impulsaron a los usuarios de la red a comparar al candidato a la presidencia presidente electo estadounidense Donald Trump y al difunto presidente de Venezuela, Hugo Chávez, y estas ideas siguieron ganando tracción online cuando la carrera presidencial había llegado al punto álgido:

Gran parte de la discusión ha tenido lugar en Twitter, donde nuevas campañas comparando a Trump no solo con el difunto presidente venezolano, sino también con otros autortarios jefes de estado latinoamericanos, circularon por internet —a menudo como parte del esfuerzo de instar a los votantes latinoamericanos a votar a la candidata demócrata Hillary Clinton.

En el canal latino de comedia Flama, la cómico venezolana de stand-up Joanna Hausmann expandió las comparaciones que hizo previamente en internet en el 2015:

Listen, when it comes to leaders like this, it does not matter that they’re from the Left or the Right or Center or whatever, political inclinations shouldn’t change scary reality that this these men make the world a worse place […] They would make entertaining TV characters, sure, but they make dangerous leaders.

Mira, cuando se trata de líderes como estos, no importa que sean de derechas o de izquierdas o de centro o lo que sea, las inclinaciones políticas no deberían cambiar la inquietante realidad de que estos hombres hacen del mundo un lugar peor […] Serían personajes de televisión entretenidos, sí, pero son líderes peligrosos.

En el canal de Youtube «Mily Channel», algunos de estos elementos se hacía más evidentes en español. La vloggera señalaba a las maneras en que ambos líderes políticos se concentraron en mover las emociones de sus seguidores:

Desde luego, una táctica crítica para ambos líderes ha sido una presencia incendiaria y a menudo por casualidad en los medios de comunicación.

Ambos líderes usaron Twitter para promocionar una presencia desbordada en los medios sociales, hablando llanamente y usando un humor vulgar para atraer un público que se cifra en millones.

Y ambos han combinado esto con poderosas posiciones en la televisión convencional. En Aló Presidente, el carismático líder socialista de Venezuela pontificaba sobre la política nacional durante horas y horas, y se burlaba con regularidad de los traspiés de los políticos que perdían su favor. Trump presentaba el programa de televisión enormemente popular «El Aprendiz», y gane o pierda parece preparado para lanzar una nueva cadena de televisión por cable, «Trump TV». Ambos hombres han amenazado también con demandas contra periodistas que escriben historias críticas de sus políticas y prácticas.

Desde luego, hay significativas diferencias en el tipo de políticas y visiones para la sociedad por las que los dos líderes abogan. Trump endosa un modelo económico conocido como «economía de goteo», que dice que soportará el crecimiento de negocios dando beneficios a los emprendedores, mientras que Chávez empujó un gobierno construido sobre políticas fiscales redistributivas y prácticas estatales. Chávez también había tenido años de experiencia en la política y el gobierno antes de presentarse a presidente.

En el blog «Latin America Goes Global«, Juan Nagel señala las diferencias entre las campañas de Chávez y de Trump, instando a sus seguidores que no se olvidaran la crisis económica y política que se dio en Venezuela gracias a la presidencia de Chávez —un colapso que, dice, no sería posible en Estados Unidos, ni siquiera bajo Donald Trump, debido a la fuerza de las instituciones públicas estadounidenses.

Chávez was not always an uncivil loudmouth. In 1998, when he first ran for president, he ran a disciplined campaign that drew many disaffected moderate voters to his fold. He also disguised his radicalness, saying that Cuba was a dictatorship and packaging himself as some sort of Tony Blair-Third Way moderate leftist. […] Chávez’s disastrous policies are solely responsible for the destruction of the Venezuelan economy […] That, and not his media persona, is the real Chávez.

I understand that many commentators want to force the parallels out of a genuine fear of what a Trump presidency might mean. However, readers should keep in mind that Trump would have to govern within the U.S.’s much stronger institutions. The checks and balances that keep the American presidency at bay will not likely be undone in a Trump administration.

Chávez no fue siempre un bocazas maleducado. En 1998, cuando se presentó a presidente, llevó a cabo una campaña disciplinada que atrajo a muchos votantes moderados a su lado. También ocultó su radicalidad, diciendo que Cuba era una dictadura y vendiéndose como una especie de izquierdista moderado Tony Blair-Tercera Vía […]. Las desastrosas políticas de Chávez son las únicas responsables de la destrucción de la economía venezolana […]. Eso, y no su persona mediática, es el Chávez real.

Entiendo que muchos comentaristas quieren forzar el paralelo por miedo genuino a lo que una presidencia de Trump pueda significar. Sin embargo, los lectores deberían tener en cuenta que Trump tendría que gobernar en el marco de las instituciones estadounidenses, mucho más fuertes. El equilibrio de poderes que mantiene la presidencia americana a raya no se disolvería con la administración de Trump.

Nagel concluyó:

By portraying Chávez as a caricature populist who rambles, insults, and provokes without merit, foreign observers are doing Venezuela a disservice. Yes, that was part of Chávez’s political persona, but it was not the most important part.

If foreign writers are going to look for a foreign doppelgänger for Trump, they are going to have to look harder. Hugo Chávez was in a league of his own.

Presentando a Chávez como un populista de caricatura que divaga, insulta y provoca sin mérito, los observadores extranjeros no están haciendo a Venezuela ningún favor. Sí, eso era parte de la personalidad política de Chávez, pero no era lo más importante.

Si escritores extranjeros van a buscar un doppelgänger extranjero para Trump, van a tener que seguir buscando. Hugo Chávez estaba a otro nivel.

El gobierno venezolano no está nada contento con estos videos y memes en los medios sociales.

La Ministra de Exterior Delcy Rodriguez, por ejemplo, expresó su descontento con el siguiente tuit:

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