El pueblo indígena lumad de la isla Mindanao, ubicada al sur de Filipinas, instaló un museo dentro de un campo de protesta de la capital Manila con el objetivo de difundir su cultura y su constante lucha contra los desplazamientos causados por los saqueos, la apropiación y la militarización de sus tierras ancestrales.
Bautizado como el “Museo Lumad”, el museo fue parte del movimiento «Lakbayan ng Pambansang Minorya» (La caravana de las minorías nacionales) que llevó a unos 3.000 lumad, moros y otras minorías de todo el país hasta la capital filipina para atraer la atención hacia sus problemas.
El 19 de octubre del 2016, una gran protesta de esos mismos grupos minoritarios nacionales frente a la Embajada de los Estados Unidos terminó en violencia. La policía dispersó violentamente la marcha usando gas lacrimógeno y cachiporras, y una camioneta policial embistió y arrolló a los manifestantes.
El Museo Lumad fue iniciado y conceptualizado por «Kalumaran», una alianza de minorías lumad fundada en el 2006, que sigue administrando el espacio con la ayuda de activistas y grupos de apoyo.
El museo se armó en el campamento para las minorías nacionales, donde los albergó la Universidad de Filipinas Diliman en la ciudad de Quezon durante dos semanas, del 18 al 28 de octubre del 2016.
Antes de ingresar al museo, se recuerda a los visitantes, entre otras cosas, que muestren respeto, observen las exhibiciones en reverente silencio y eviten tocarlas. También los invitan a participar de un debate posterior a fin de profundizar su apreciación de la cultura y las luchas de las minorías nacionales del país.
En el interior, la disposición de las exhibiciones es acorde a los distintos temas que siguen los cuatro puntos cardinales, identificados en la lengua vernácula como «Amihan» (norte), «Habagatan» (sur), «Sidlakan» (este) y «Kasadpan» (oeste).
Comenzando por el lado sur, se exhiben fotos y varios objetos que describen la historia, las tierras y la cultura de los pueblos Lumad:
We are the peoples of the South. The south is our home, with lands formerly fertile and wide, the forests green, with pristine rivers and streams, and the people living in peace and abundance.
Somos los pueblos del sur. El sur es nuestro hogar, con tierras que eran fértiles y extensas, bosques verdes, ríos y arroyos prístinos y gente que vive en paz y abundancia.
En el ala oeste, se encuentran instalaciones que describen los ataques sobre los dominios ancestrales, mapas de la extensión de los saqueos mineros y la militarización, y fotos de las víctimas lumad de asesinatos extrajudiciales y otras violaciones a los derechos humanos:
The sun sets on our ancestral lands. Ancestral domains have now become ‘residual lands.’ The monopoly and usurpation of the lands, especially by multinational corporations and government projects, plague our peoples. These are accompanied by the militarization of our communities.
El sol se pone sobre nuestras tierras ancestrales. Ahora, los dominios ancestrales se han convertido en ‘tierras residuales’. El monopolio y la usurpación de tierras, especialmente por parte de las multinacionales y los proyectos del gobierno, plagan a nuestra gente y vienen acompañadas de la militarización de nuestras comunidades.
Por su parte, el lado este destaca la unidad, la resistencia y la esperanza de las minorías lumad en la lucha por sus derechos:
We look to the East because there is hope. With our unity of strength and action as Lumad, we will defend our Ancestral Domains, and enrich our culture and identity.
Miramos hacia el este porque hay esperanza. Con nuestra unidad de fuerzas y acción como pueblo lumad, defenderemos nuestros dominios ancestrales y enriqueceremos nuestra cultura e identidad.
Por último, la esquina norte del museo es un llamado a la solidaridad de los visitantes:
The people of the North, including the non-indigenous peoples of Mindanao, experience the same difficulties, abuse and oppression. The workers, peasants, the urban poor in the cities, church people, students and youth, professionals, and small-scale entrepreneurs need to unite to defend Ancestral Domains, the remaining resource of national patrimony, and where the core of Filipino culture is rooted.
El pueblo del norte, que incluye los pueblos no indígenas de Mindanao, sufren los mismos problemas, abusos y opresión. Los trabajadores, campesinos y desposeídos de las ciudades, los creyentes, los estudiantes y jóvenes, los profesionales y los pequeños emprendedores, deben unirse para defender los dominios ancestrales, los recursos que quedan del patrimonio nacional y donde tiene sus raíces el núcleo de la cultura filipina.
Según la Declaración de Principios del Museo Lumad, el museo «se ofrece a las próximas generaciones de minorías nacionales, a los grupos de apoyo y al resto del pueblo filipino”. La declaración agrega que las historias del museo se relatan desde la perspectiva de los lumad:
This Museum is unlike modern or academic museums that tend to treat indigenous images and things merely as pretty relics for display, with no relevance towards strengthening our social movement for indigenous peoples’ rights.
This Museum is divergent from the colonial and neocolonial view of indigenous peoples that perpetuate institutionalized discrimination and denigrate national minorities as a people belonging to a civilization that is ‘inferior’, ‘backward’, or that has passed.
Este museo es distinto a los museos modernos o académicos que tienden a mostrar los objetos e imágenes indígenas simplemente como lindas reliquias de exhibición, sin mayor relevancia en el fortalecimiento de nuestro movimiento social por los derechos de los pueblos indígenas.
Este museo difiere de la visión colonial y neocolonial de los pueblos indígenas que perpetua la discriminación institucionalizada y denigra a las minorías nacionales como personas que pertenecen a una civilización ‘inferior’, ‘atrasada’ o ya pasada.