Han pasado poco más de tres meses desde que el intento de golpe de estado en Turquía provocó una vasta represión sobre supuestos simpatizantes de Fethullah Gulen, el clérigo islámico residente en EE. UU. a quien el gobierno turco acusa de planear el sangriento golpe del 15 de julio.
Aunque poca gente en Turquía cuestiona el vínculo entre Gulen ─antiguo aliado del presidente Erdogan que se convirtió en su feroz rival─ y la conspiración inicial, algunas figuras de la oposición han calificado de «purga» la campaña de limpieza iniciada por el gobierno desde entonces.
Esta purga se ha dirigido contra medios independientes, personal militar, funcionarios y opositores políticos.
El diario Cumhuriyet: una piedra en el zapato del gobierno
El 31 de octubre, la policía registró la sede en Estambul de Cumhuriyet, un diario con una tirada nacional de más de 50 000 ejemplares. Además de las oficinas, también registraron las casas de 13 ejecutivos del periódico, que fueron arrestados junto al editor jefe Murat Sabuncu.
Los miembros de la plantilla de Cumhuriyet detenidos han sido acusados de «cometer delitos en nombre de las organizaciones terroristas FETO y PKK sin pertenecer a ninguna de ellas». FETO (Organización Terrorista de Fethullah Gulen) es el alias que el gobierno turco da al movimiento Hizmet («Servicio») de Gulen.
El ataque al periódico no ha sido ninguna sorpresa para cualquiera que esté al tanto del deterioro que sufre la libertad de prensa en Turquía.
Turquía se sitúa en el puesto 151 del índice mundial de libertad de prensa de Reporteros Sin Fronteras. Es probable que el país caiga mucho más abajo en la lista del año que viene, con los 127 periodistas detenidos en el espacio de tiempo entre el intento de golpe de julio y las últimas redadas. A otros periodistas se les ha impuesto la prohibición de viajar.
Un día antes del registro en el diario Cumhuriyet, varias organizaciones kurdas de noticias también sufrieron ataques. Se cerró el único periódico turco en lengua kurda, Azadiya Welat, así como las agencias de noticias DIHA y JINHA.
Cumhuriyet consiguió atención internacional en el 2015 al publicar una investigación sobre tráfico de armas con grupos yihadistas en Siria, hecho supuestamente conocido por el MIT, la agencia estatal de inteligencia turca.
Esta investigación condujo a un caso judicial contra Can Dundar, el anterior editor jefe del periódico, y Erdem Gul, su jefe en Ankara. En mayo de este año se les impusieron a ambos condenas de más de cinco años. Dundar, que estuvo a punto de ser asesinado en la puerta del tribunal, fue autorizado a abandonar la prisión hasta la apelación, y ahora vive en Alemania. Ha dejado el puesto de editor jefe, mientras que Gul sigue en Turquía esperando el resultado de su apelación.
En setiembre, el periódico obtuvo el premio Right Livelihood, popularmente conocido como el «Premio Nobel Alternativo», junto con The White Helmets.
Tomar partido
La portada de noviembre de Cumhuriyet declaraba «No nos rendiremos», titular equivalente a un grito a favor de la libertad de prensa en Turquía que rápidamente se hizo tendencia en Twitter.
Cumhuriyet'in yarinki manseti…
—Serkan Ocak (@serkanocakkk) October 31, 2016
La portada de Cumhuriyet de mañana…
El periódico dejó explícitamente en blanco las columnas de los escritores Hikmet Cetinkaya y Kadri Gursel, ambos detenidos el 31 de octubre.
El abogado del diario, Bulent Utku, el columnista Aydin Engin y el humorista gráfico Musa Kurt también están entre los detenidos.
Here's a painful look inside today's Cumhuriyet. Columns of writers taken by police left blank. Price for speaking truth to power…
#Turkey— мустафа яылмаз (@MustafaEdlib) November 1, 2016
Ahí tienen una dolorosa mirada al interior de Cumhuriyet de hoy. Columnas de escritores detenidos por la policía en blanco. Es el precio por decirle verdades al poder…
El Cumhuriyet se suele ver como uno de los pocos periódicos de oposición que quedan en Turquía. Aunque durante décadas fue un bastión de opinión laica republicana, que leían sobre todo los simpatizantes del principal partido de la oposición, el Partido Republicano del Pueblo (CHP), en los últimos años se ha convertido en un foro de voces más liberales y de izquierda.
Los políticos del CHP se han pronunciado contra las detenciones.
Asked why he is detained veteran journo Aydın Engin replies “I’m working for Cumhuriyet isn’t it enough” Engin was a victim of 1980 coup too
— Ezgi Basaran (@ezgibasaran) October 31, 2016
A la pregunta de por qué lo detienen, el veterano periodista Aydin Engin responde, «Trabajo para Cumhuriyet, ¿no es suficiente?». Engin fue también víctima del golpe de 1980.
Gördük, duyduk, biliyoruz; bu diktatörlüktür! Ama biz
#TeslimOlmayız—Halkevleri (@Halkevleri) October 31, 2016
Vemos, oímos, sabemos: ¡esto es una dictadura! Pero no nos rendiremos.
Al conocerse la noticia, lectores y simpatizantes de Cumhuriyet se reunieron para protestar ante las oficinas del diario en Estambul. Las fuerzas de seguridad recibieron a los manifestantes con cañones de agua, y siete estudiantes fueron detenidos, aunque después quedaron en libertad.
Readers of @cumhuriyetgzt in front of newspaper building to show solidarity amid police raid & detention of writers. pic.twitter.com/xWfzFb6cWj
— Turkey Untold (@TurkeyUntold) October 31, 2016
Lectores de Cumhuriyet frente al edificio del periódico para mostrar solidaridad tras el registro policial y la detención de escritores.
A los ejecutivos y empleados del periódico detenidos se les ha negado el acceso a asistencia legal. Al registro también siguió la prohibición de informar sobre los arrestos.
Los simpatizantes del gobierno acusan al periódico de apoyar a los militantes independentistas del PKK kurdo y a los seguidores de Gulen, cargos que la dirección y el personal han negado siempre.
Las autoridades afirman que al imprimir artículos contra el gobierno tras el intento de golpe de estado, Cumhuriyet «provocó desórdenes públicos en línea con los objetivos de la Organización Terrorista de Fethullah Gulen (FETO)».
El consejero jefe de Erdogan estalló:
Terör propagandası yapmak asla GAZETECİLİK değildir. Dünyada hiçbir devlet terör propagandası ve terörle işbirliğine müsade etmez.
— Mustafa Varank (@varank) November 1, 2016
Hacer propaganda terrorista no es PERIODISMO. Ningún estado del mundo permitiría la propaganda terrorista ni la colaboración con el terror.
¿Intereses creados?
La campaña contra Cumhuriyet ha tomado muchas formas. El 2 de noviembre, un autor anónimo, que afirmaba ser un exempleado del periódico, escribió en Sabah, un diario con estrechos vínculos con el partido gobernante AKP, que en los últimos años, Cumhuriyet ha recibido una considerable ayuda financiera de organizaciones relacionadas con Gulen.
La Junta de Investigación de Delitos Financieros ha abierto una encuesta sobre estas declaraciones.
Varios comentaristas, entre ellos el antiguo parlamentario del AKP Resul Tosun, han señalado que la publicación nunca ha mostrado ningún apoyo explícito a Gulen. Algunos incluso han señalado que el columnista detenido Hikmet Cetinkaya es autor de varios libros críticos con el clérigo, aunque esto no ha impedido que Sabah siga acusando a Cetinkaya de ser un converso a la causa de Gulen.
Gülencilere 2002'de terörist diyen Cumhuriyet'i Fetocu ilan ettiler. Kim mi? Feto'ya Muhterem Hoca Efendimiz diyen ikiyüzlüler!
—Cehennem Yakiti (@ateistbelgin) October 31, 2016
Cumhuriyet, que llamó terroristas a los seguidores de Gulen en 2002, ha sido declarado FETO. ¿Quien? ¡Los que llamaron FETO a «Nuestro Honorable Maestro» son unos hipócritas!
[El titular dice: Los Gulenistas son una organización terrorista]
Irónicamente, uno de los fiscales asignados al caso Cumhuriyet también está siendo investigado por sus vínculos con Gulen. También se está investigando por terrorismo al periodista que expuso este vínculo, Baris Pehlivan.
El mes pasado, Cumhuriyet publicó un artículo donde se alegaba que algunos antiguos ejecutivos intentaban volver a tomar el control del diario.
Entre los que acusaban al periódico de tener vínculos con Gulen, había dos antiguos miembros de su directiva, Alev Coskun y Mustafa Balbay, que ahora es parlamentario por el CHP. Coskun, supuestamente por consejo de Erdogan, presentó una denuncia contra la reestructuración de la junta de 2013, que apartó a ambos de la dirección.