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Los derechos de las mujeres en Afganistán siguen teniendo problemas para arraigarse

Categorías: Asia Central y Cáucaso, Afganistán, Desarrollo, Guerra y conflicto, Medios ciudadanos, Mujer y género, Política
Girls in Afghanistan. DFID UK Flickr.

Chicas en Afganistán. Flickr [1] del Departamento para el Desarrollo Internacional del Reino Unido (DFID).

Durante el mes de noviembre, mujeres y hombres afganos se han unido a gente de todo el mundo publicando estados en sus perfiles de Facebook como parte de una iniciativa de dos semanas de duración organizada por la ONU llamada: Únete para poner fin a la violencia contra las mujeres [2].

Un reciente debate televisado destaca la importancia de esta tarea en un país destruido por las invasiones extranjeras y dividido a causa de las diferencias internas.

A principios de este mes, dos figuras públicas femeninas debatieron sobre la ley contra el acoso que había aprobado el parlamento afgano en una mesa redonda junto a un diputado del consejo clerical de Kabul en el canal de televisión Aryanna TV.

El clérigo sorprendió a muchos internautas porque llamó a las mujeres «paralizadas racionalmente» con «cerebros defectuosos» y respaldó sus argumentos con un conjunto seleccionado de textos religiosos islámicos. Las dos mujeres se vieron obligadas a recurrir a una defensa típica de mujeres y chicas como esposas e hijas, aparentemente incapaces de exponer el sencillo argumento de que los hombres y las mujeres son iguales.

Los comentarios sobre las mujeres hechos por el clérigo, activo en las redes sociales [3], resultaron ser un tema candente en las redes sociales de ciertos grupos de la sociedad afgana.

Nilofer Tahiri escribió [4] indignada en Facebook:

‏معاون شورای علمای کابل: زنان ناقص العقل اند.
#نكته: پس تو بد بخت كه از يك #ناقص العقل به دنيا آمدي هيچ #عقل نداري.

Posted by Nilofer Tahiri [5] on Saturday, November 12, 2016 [4]

Traído al mundo por alguien que tiene un cerebro defectuoso, el diputado del consejo clerical de Kabul tampoco debe tener uno.

En el 2011 una encuesta realizada por la Fundación Thomas Reuters, nombró a Afganistán como el lugar más peligroso para las mujeres [6] debido a las altas tasas de mortalidad, al acceso limitado a los servicios médicos y a la falta de derechos económicos.

En Afganistán, las mujeres deben seguir a los hombres, en parte debido a la ausencia de apoyo intelectual e institucional al movimiento por los derechos de la mujer, a pesar de que un cuarto de los diputados de dos provincias (Dykundi y Bamiyan) son mujeres.

Algunas políticas se han ganado una buena reputación por pronunciarse en contra de la injusticia social:

سیلی غفاری زن شجاع و دلیر افغان که همیش در جنایت کاران را در برنامه های سیاسی تلویزیون های با حرف هایش مانند مشت اهنین پولادی کوبیده است.

Posted by Sayed Paise Kunari [7] on Saturday, April 25, 2015 [8]

La diputada Selay Ghaffaru es una mujer afgana valiente que siempre denuncia a los criminales con sus palabras en los debates de la televisión.

Si bien, estas posiciones políticas no se deben ser fácilmente descartadas ya que en los cinco años de reinado del gobierno talibán conservador, las mujeres no desempeñaron ningún papel en la vida pública, ellas todavía sienten que tienen una función simbólica en un país donde muchos consideran intrínseca la superioridad masculina.

Las restricciones a las mujeres son más marcadas en áreas semiurbanas. En las zonas rurales de Afganistán, las mujeres son tan activas como los hombres en el trabajo fuera de casa. A menudo, en las ciudades provinciales donde el establecimiento religioso y el patriarcado son más poderosos, las mujeres trabajan más duro en el campo que sus homólogos.

En las zonas urbanizadas del país, debido a las altas tasas de educación y de seguridad social, las mujeres disfrutan de mejores oportunidades, incluso cuando el acoso sexual sigue siendo un problema.

¿Cómo se puede cambiar el estado de los derechos de la mujer en este país?

Conforme la educación se vuelve más valiosa en las instituciones afganas, es de vital importancia que las universidades y los centros de estudio, así como los elementos progresistas del gobierno se identifiquen explícitamente con el feminismo y lo apoyen.

En la actualidad, existen pocas instituciones que luchen públicamente por los derechos de las mujeres, sin embargo, existen excepciones destacadas como la de la Comisión de Derechos Humanos de Afganistán (AIHRC) que, parcialmente, desempeña el papel de un tribunal y se encarga de temas relacionados con la violencia doméstica y otros abusos hacia las mujeres que quedan aislados del marco institucional general.

Una forma en la que las mujeres han sido capaces de ganar dignidad y respeto en Afganistán es citando textos religiosos islámicos y pasajes del Corán o de obras de estudiosos musulmanes, con el fin de demostrar que los abusos contra las mujeres son contrarios al Islam.

No obstante, un diálogo sobre derechos de las mujeres basado únicamente en la religión solo puede defender los derechos de las mujeres temporalmente. Siempre habrá alguna persona como el diputado del consejo clerical de Kabul, que esté preparada para poner las escrituras en contra de las mujeres.