La tragedia del Chapecoense trae a la memoria el accidente del equipo de fútbol peruano Alianza Lima

Hinchada de Alianza Lima. Imagen de Flickr del usuario Ver en vivo En Directo (CC BY-SA 2.0).

Hinchada de Alianza Lima. Imagen de Flickr del usuario Ver en vivo En Directo (CC BY-SA 2.0).

El lunes 28 de noviembre de 2016 será en adelante un día triste para el fútbol y para el deporte en general. En esa fecha, el avión que transportaba a los jugadores del club Chapecoense de Brasil sufrió un accidente durante la noche, cerca del aeropuerto José María Córdova, en Medellín, Colombia. En la aeronave viajaban miembros del equipo, periodistas y nueve miembros de la tripulación.

El saldo fue de 71 muertos y seis sobrevivientes.

Los Verdes del Oeste –como son conocidos– viajaban a Medellín a enfrentarse contra el equipo local Atlético Nacional en el partido de ida de la final de la Copa Sudamericana, programado para celebrarse el miércoles 30 de noviembre. Sería la culminación de un camino que comenzó en 2009 en la Serie D –o cuarta división del fútbol brasileño–, siguió con su ascenso a la tercera, y tras jugar en la segunda división, en 2014 llegaron al Brasileirão, que es como se conoce al Campeonato Brasileño de Serie A.

El accidente trajo a la memoria otros accidentes de clubes deportivos golpeados por tragedias similares. En la lista destaca tristemente el equipo peruano de Alianza Lima, que perdió un plantel casi completo hace cerca de 29 años, el 8 de diciembre de 1987. Ese día, el avión Fokker de la Marina de Guerra del Perú que los llevaba de vuelta a Lima, se precipitó al mar pocos kilómetros antes de aterrizar en Aeropuerto Internacional Jorge Chávez. El equipo regresaba de la ciudad de Pucallpa donde le había ganado al equipo local, Deportivo Pucallpa, por el Campeonato Nacional:

Fue un martes 8 de diciembre de 1987, cuando el fútbol peruano, y en especial, la familia del club Alianza Lima, uno de los equipos de fútbol más popular del Perú, sufrió la más terrible tragedia de su historia: el accidente aéreo en el que perecieron 43 personas, entre ellas, todos los jugadores de aquel plantel. [El] Accidente […] sería recordado simplemente como “La tragedia del Fokker F-27.
[…]
El capitán encargado de pilotar la aeronave era el Teniente Primero Edilberto Villar Medina, [fue el] único sobreviviente de la tragedia.

El sitio web Peru30 da una explicación de las posibles causas del accidente:

¿Por qué razón el piltoto [sic] no aterrizó luego de que la gente del aeropuerto le confirmó que los trenes de aterrizaje habían descendido? Según parece, el piloto temió que la razón de que no se encendían las luces de confirmación de descenso de los trenes fuera que estos pese a haber bajado no estuvieran asegurados […] lo que podría producir que las llantas cedan al momento de aterrizar causando que el avión choque contra el suelo con consecuencias gravísimas. El piltoto no quizo [sic] correr ese riesgo motivando el pedido de un nuevo vuelo rasante para que le confirmen si los trenes estaban asegurados.

En torno a la tragedia se tejió toda una sensación de conspiraciones y medias verdades. En 2014 se estrenó la película F-27, que por un lado narra la caída del avión, y por otro, hace referencia al aura de misterio originado por el secretismo con que se manejó el caso.

Por su parte, el blog «Sin Sentido» recordó algunas de las teorías detrás del accidente:

[…] el secretismo que la Marina, dueña de la aeronave, impuso en las labores de búsqueda y rescate de las víctimas provocó que en torno al accidente se tejieran toda suerte de conjeturas e hipótesis, ya que nunca hubo una explicación oficial del episodio. […] las hipótesis adquirieran la condición de mitos y leyendas urbanas que persisten hasta el día de hoy.

“Yo lo tengo claro: el avión traía droga y los marinos se bajaron el avión. Tengo indicios […]».

“Se dijo que el doctor Orestes Rodríguez (médico del equipo) tenía un orificio de bala en la nuca al igual que varios jugadores. Seguro el avión traía coca y lo estaban esperando, por eso cuando quiso dar la vuelta lo derribaron; eso fue lo que sucedió” […].

Nada de eso se comprobó.

Lo que sí se comprobó es que, una vez más, las desgracias unen hasta a los rivales. En 1987, Alianza Lima logró continuar disputando el certamen gracias al equipo chileno Colo Colo, que cedió cuatro jugadores al club peruano para rearmar su plantel. Lo recordó el arquero José Letelier, uno de aquello jugadores, a raíz de la triste noticia del Chapecoense:

[…] fuimos parte de un grupo de Alianza en un momento muy complicado […] un momento bastante duro, entrar a un camarín donde no conocías a nadie y que estaba muy golpeado por lo ocurrido. Esa vez murió todo el equipo, dirigentes, periodistas, llegamos a un camarín muerto, nadie se dirigía la palabra, fue como invadir la privacidad del lugar, no fue fácil.

La tragedia del Chapecoense trajo a la memoria el accidente de Alianza Lima, a pocos días de cumplirse 29 años de la caída del avión peruano, como puede verse en estos tuits:

Hechos tan lamentables producen un profundo pesar que va más allá de las preferencias deportivas. Que descansen en paz.

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