Macedonia: Ataque contra ONG expone los peligros que enfrenta la sociedad civil

Varios atacantes desconocidos arrojaron piedras contra un pequeño centro cultural para trabajadores textiles llamado Tekstil («Textil»). Foto de Meta.mk, utilizada con autorización

Varios atacantes desconocidos arrojaron piedras contra un pequeño centro cultural para trabajadores textiles llamado Tekstil («Textil»). Foto de Meta.mk, utilizada con autorización

La sociedad civil macedonia ha dado la alarma tras un ataque a las instalaciones de una pequeña organización no gubernamental (ONG). Este incidente se añade a la ya alta tensión que rodea las próximas elecciones del país, que se celebrarán el 11 de diciembre de 2016.

El ataque se produjo en la ciudad de Štip, que ─junto con otras pequeñas localidades de esta región occidental─ alberga la industria textil macedonia, y socava seriamente los esfuerzos de un pequeño grupo de activistas que intentan hacer oír su voz contra las deplorables condiciones laborales que sufren los trabajadores de la industria de la moda en Macedonia. En esta zona se encuentra buena parte de las fábricas textiles y del cuero, que en 2012 empleaban a un 7,75% de los ciudadanos macedonios (32 217 personas).

El pequeño Centro de Arte y Cultura Tekstil («Textil»), que inauguró un grupo de activistas en julio de 2015, fue apedreado en la mañana del 26 de noviembre de 2016, y el panel en el que aparecía su logo, una máquina de coser roja, fue parcialmente rasgado.

Este centro es un lugar de reunión para los activista de Glasno ─ Tivkoto mnozinstvo («En voz alta ─ La mayoría silenciosa»), una organización fundada a principios de 2016 con la única aspiración de luchar por los derechos de los trabajadores textiles. Los activistas han visitado varias ciudades del cinturón textil en la zona occidental del país, organizando conferencias y talleres educativos sobre derechos laborales para informar a los trabajadores sobre el derecho a la huelga, la protesta y la sindicación. Actualmente no existen sindicatos que defiendan los derechos de los trabajadores textiles, a pesar de que suponen un grupo numeroso, marginado y oprimido.

Tekstil es un espacio para eventos artísticos y debates sobre derechos laborales, pero por temor a los empresarios ─y al partido en el poder, que protege sus intereses─ los trabajadores que participan piden que se oculte su identidad.

En ocasiones, cuando publica información sobre actividades relacionadas con los derechos laborales, Glasno oculta la identidad de los participantes, que temen perder su medio de vida o algo peor. Foto de su página en Facebook

En ocasiones, cuando publica información sobre actividades relacionadas con los derechos laborales, Glasno oculta la identidad de los participantes, que temen perder su medio de vida o algo peor. Foto de su página en Facebook

Según un reportaje de la emisora local de televisión Kanal Plus, la policía ha puesto en marcha una investigación del incidente:

Tras el ataque, «Glasno» publicó un comunicado firmado por 74 organizaciones en el que se condenaban los hechos como un ataque al deseo de los trabajadores de exigir sus derechos:

Земајќи предвид дека овој простор во изминатите месеци е слободна зона на среќавање и организрање на работниците и работничките од текстилната и кожарската индустрија, сметаме дека ова е напад врз работниците поради волјата за промени на нивниот статус и конечно остварување на нивните права.

Tomando en cuenta que en los pasados meses esta ha sido una zona libre para que los trabajadores del textil y el cuero se reúnan y se organicen, nos tomamos esto como un asalto contra su voluntad de cambiar su situación y hacer cumplir sus derechos.

Según Goran Trajkov, miembro de la organización que habla en el vídeo:

Најнапред се закануваа на наши волонтери по пораки и по социјалните мрежи, потоа ни го оштетуваа пропагандниот материјал, кој се диструбуираше по градот и по цела Источна Македонија, додека во последно време во неколку наврати непознати лица се обидоа насилно да го разбијат здружението и како кулминација е сабајлешниот напад, кога со камења е искршено стаклото од влезната врата и таблата на која стои КУЦ „Текстил“.

Primero amenazaron a algunos de nuestros voluntarios en las redes sociales, después empezaron a dañar los materiales promocionales que distribuíamos por la ciudad y la región, y en varias ocasiones, personas desconocidas han intentado entrar a la fuerza en el centro. La guinda del pastel ha sido el asalto de esta mañana, en el que han roto las ventanas con piedras y ha resultado dañado el letrero que dice KUC ─ Tekstil («Centro de Arte y Cultura ─ Textil»).

Estos trabajadores encaran situaciones precarias. Las grandes compañías textiles estatales de la época socialista dejaron paso a un número creciente de empresas privadas de menor tamaño durante el periodo de transición que siguió a la independencia macedonia de la antigua Yugoslavia. En ciudades como Štip o las localidades vecinas de Probištip, Vinica o Kriva Palanka, en las que escasean las oportunidades laborales, estas industrias son las primeras generadoras de puestos de trabajo.

Por ley, el salario mínimo del sector textil es de 9 000 denares (156 dólares), por debajo del mínimo negociado en todos los demás sectores (10 080 denares o 175 dólares). Pero la realidad es que los obreros del textil y el cuero trabajan en ocasiones por menos de ese sueldo, llegando a salarios ridículamente bajos de 100 euros (107 dólares) al mes, mientras que su horario laboral excede a veces las 50 horas semanales.

Según afirma la campaña Clean Clothes en su informe de 2014 titulado Stiched Up: Poverty wages for garment workers in Eastern Europe and Turkey («Costura: Salarios de miseria para los trabajadores textiles en Europa Oriental y Turquía»), en el caso de los obreros de la industria de la moda en Europa Oriental, «el salario mínimo legal es a menudo el máximo y no el mínimo de su sueldo». Los trabajadores textiles de Macedonia son predominantemente mujeres, cuya lucha fue documentada por la fallecida cineasta Biljana Garvanlieva.

En este momento, Glasno está organizando una protesta de trabajadores textiles que tendrá lugar en Štip el 8 de diciembre de 2016. En palabras de Kristina Ampeva, presidenta de la organización y trabajadora ella misma de la industria textil:

„Овој напад не е напад на некоја обична просторија, сето тоа е надоместливо и неважно, ова е напад врз работникот, кој со децении е угнетуван и искористуван, нападот врз здружението го разбираме исклучиво како напад врз работникот. Наша определба се работниците и ние никогаш нема да се откажеме од идејата работникот да го направиме достоинствен граѓанин на Македонија.“

Este ataque no es un simple ataque a las instalaciones, los daños materiales pueden repararse: es un ataque al trabajador que durante décadas ha estado oprimido y explotado. Estamos dedicados a él, y nunca abandonaremos la idea de hacer del trabajador un ciudadano dignificado en Macedonia.

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