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Pocas horas después de que las webs rusas de noticias informaran [1] de que la agencia estatal reguladora de medios Roskomnadzor había dado instrucciones de forzar a Google a registrarse por partida doble en Rusia so pena de sanciones, un representante de dicha agencia dio marcha atrás en una entrevista con roem.ru [2] cuando afirmó que la información de Izvestiya, el periódico que dio la noticia, no era exacta.
Según el informe inicial de Izvestiya, Vadim Ampelonsky dijo que Google, que entra en la recién creada categoría de agregadores de noticias que estarán sujetos a un creciente escrutinio cuando entre en vigor la nueva ley a principios de año, tendría que registrarse como compañía de servicios informativos (actualmente solo está registrado su sector publicitario) antes de finales de marzo de 2017 o se arriesgaría a ser bloqueada o clausurada. «Si el propietario de una empresa es extranjero, tendrá tres meses para registrarla como entidad legal en Rusia» fueron las palabras de Ampelonsky, según el periódico.
No obstante, ese mismo día Ampelonsky dijo a roem.ru que Roskomnadzor aún no ha estudiado el tráfico diario de ningún agregador de noticias ni ha discutido el asunto con Google.
Мы озвучили общие подходы. Как и к кому они будут применены станет ясно только после вступления закона в силу. Мы не оценивали пока аудитории новостных агрегаторов, а с Google вообще не общались на тему агрегаторов.
Hemos hablado de un enfoque general. Sólo se sabrá con certeza cómo y a quién se aplican [estas instrucciones] cuando la ley entre en vigor. Aún no hemos evaluado la audiencia de los agregadores de noticias ni hemos debatido en absoluto el tema del agregador con Google.
Las instrucciones de la agencia —y su cambio de opinión— llegan meses después de que la Duma rusa apruebe una ley que exige la inscripción en un registro estatal de los agregadores de noticias cuyo tráfico diario exceda el millón de usuarios y les obliga a comprobar la veracidad de los artículos que mencionen en sus webs. Google y Bing son los únicos agregadores extranjeros que se verán sujetos a las nuevas normas, ya que son los únicos con un tráfico diario mayor del requerido.