Jamaica: Nuevo informe sobre ejecuciones extrajudiciales apoya el pedido de reforma policial de defensores de DDHH

An art installation by Camille Chedda showing the faces of young men killed by the police in Jamaica. The piece was exhibited at an event hosted by the lobby group, Jamaicans for Justice, on November 23, 2016. Photo by the author, used with permission.

Instalación artística de Camille Chedda que muestra los rostros de los jóvenes asesinados por la policía de Jamaica. La obra se presentó en un evento organizado por el grupo de presión Jamaicans for Justice el 23 de noviembre de 2016. Foto de la autora, utilizada con permiso.

No es ninguna novedad. Las ejecuciones extrajudiciales perpetradas por miembros del Cuerpo de Policía de Jamaica han sido un problema de derechos humanos constante durante décadas, subrayado en numerosos informes locales e internacionales, entre ellos, el Informe de Derechos Humanos del Departamento de Estado de los Estados Unidos.

Ahora podemos agregar a Amnistía Internacional a la lista. En una conferencia de prensa que tuvo lugar en Kingston el 23 de noviembre de 2016, Amnistía Internacional presentó su informe más reciente sobre Jamaica: «Esperando en vano: Asesinatos policiales ilegales y la larga lucha de los familiares por la justicia». En un comunicado de prensa, la directora de la región de las Américas de Amnistía Internacional, Erika Guevara-Rosas, señaló:

If authorities in Jamaica are serious about tackling the country’s shocking levels of police killings and violence they must urgently promote a deep police and justice reform to address not only the number of police murders but the root causes of the problem.

Si las autoridades de Jamaica hablan en serio sobre abordar los alarmantes índices de asesinatos y violencia policial, deben impulsar con urgencia una profunda reforma policial y judicial a fin de combatir no sólo la cantidad de asesinatos por parte de la policía sino las causas de fondo del problema.

El informe va más allá de la injusticia básica y atroz de la privación del derecho a la vida de los ciudadanos por parte de los funcionarios estatales; también explora lo que Rodje Malcolm, director de promoción del grupo de presión por los derechos humanos Jamaicans for Justice (JFJ), denominó una «red de abusos de derechos humanos» vinculada a los asesinatos mismos que afectan a las familias de las víctimas, a los amigos y a la comunidad en general. Esta red incluye varias formas de acoso, amenazas e intimidaciones, ya sea en los hogares, en los velorios y entierros, en hospitales e, incluso, en los juzgados.

Tras la conferencia de prensa de Amnistía Internacional, Malcolm habló durante un pequeño evento vespertino informal con las familias y la comunidad defensora de los derechos humanos. El encuentro también preparó una exhibición artística y una proyección fílmica para poner de manifiesto el problema.

Montaje sobre pared de una poderosa representación de los asesinatos policiales de Jamaica.

Malcolm indicó la existencia de una «cultura del miedo» que domina los barrios más empobrecidos y que «ni siquiera tiene un perpetrador». La cultura del «informante muerto», sobre la cual cantó el disc jockey Buju Bantonback en 1991, significa que los ciudadanos no quieren denunciar los delitos o presentarse como testigos por temor, ya sea hacia las bandas delictivas o hacia la policía, o a ambos. Esta atmósfera persiste y paraliza a las comunidades, lo que hace más difícil la búsqueda de justicia.

Un ejemplo es el caso de Matthew Lee, a quien la policía mató de un disparo junto a otros dos jóvenes en la zona alta de Arcadia, Kingston, en enero de 2013. No se presentó ni un testigo y el caso quedó estancado.

Shackelia Jackson (left) and Simone Grant at a community meeting following the release of Amnesty International's report on extrajudicial killings in Jamaica. Jackson's brother Nakeia was cooking in his kitchen on Orange Street, Kingston in January 2014, when he was killed by police; Grant's brother, Matthew Lee, and two other young men were shot dead by the police while driving in Arcadia, Kingston, in January 2013. Photo by the author, used with permission.

Shackelia Jackson (izquierda) y Simone Grant en la reunión que siguió a la publicación del informe de Amnistía Internacional sobre las ejecuciones extrajudiciales ocurridas en Jamaica. El hermano de Jackson, Nakeia, se encontraba en la cocina de su casa en Orange Street, Kingston, cuando fue asesinado por la policía en enero de 2014. El hermano de Grant, Matthew Lee, y otros dos jóvenes fueron asesinados a disparos por la policía mientras manejaban por la zona de Arcadia, Kingston, en enero de 2013. Foto de la autora, utilizada con permiso.

Shackelia Jackson, la valiente y audaz hermana del trabajador gastronómico Nakeia Jackson, quien fue asesinado a disparos por la policía en enero de 2014, afirmó que el sistema judicial de Jamaica ha causado mucho daño a familias como la suya y destacó que los momentos de acoso policial siempre coinciden con las fechas del juzgado. El caso de su hermano fue desestimado en julio de este año. Desde entonces, el acoso se detuvo. Jackson preguntó en la reunión: «¿Quién autoriza todo esto?»; y el activista Glenroy Murray compartió su franca declaración:

«Hemos dejado el futuro del país en manos de gente a quien no le interesa un cambio». Palabras de la hermana de Nakeia.

Su compañero, Jaevion Nelson, reflexionó en Twitter:

Me preocupa que nuestros juzgados dependan tanto de los testigos para algunos casos. ¿Para qué está la investigación?

Una jamaiquina expresó su apoyo a la familia de la víctima:

Espero sinceramente que se encuentre al responsable del asesinato de este joven. Su familia sigue luchando por ello.

Por su parte, la bloguera Susan Goffe observó:

Es admirable el coraje que demostraron las familias de las víctimas de violencia policial.

Incluso personas de la diáspora jamaiquina mostraron su ansiedad ante el problema:

Adoro a Jamaica, pero esta es una de las razones por las cuales dudo de volver.

No obstante, algunos adoptaron una postura más rígida e insinuaron que las víctimas de las ejecuciones policiales se lo buscaron:

Nos quieren convencer de que esos 2000 hombres asesinados a lo largo de 10 años eran bebés de pecho.

Sin embargo, hay esperanza. La creación de la Comisión Independiente de Investigaciones (INDECOM), establecida en 2010 para indagar en los casos de abuso policial, ha sido reconocida por reducir dramáticamente la cantidad de asesinatos policiales, que cayó de 258 en 2013 a 129 en 2014,y a 98 en 2015, la más baja en 16 años.

No obstante, el índice de asesinatos de Jamaica ha incrementado lentamente este año. El periodista radial Abka Fitz-Henley tuiteó:

ACTUALIZACIÓN: las últimas estadísticas de JCF sobre los crímenes ocurridos entre el 1 de enero y el 19 de noviembre de 2016 muestran que los asesinatos aumentaron en 5,2% este año con respecto al 2015.

JFC son las siglas de Jamaica Constabulary Force [Cuerpo de Policía de Jamaica].

La seguridad y los derechos humanos, así como la lentitud del sistema judicial del país, nunca están fuera de la agenda jamaiquina. La publicación del informe de Amnistía Internacional destaca la necesidad de que el gobierno de Jamaica empiece a tomar en serio el tema de la reforma policial, un problema que se planteó en el Informe de la Comisión de Investigación sobre la incursión policial de 2010 en Tivoli Gardens.

La necesidad de una «amplia reforma institucional» de la policía se incluyó también en el nuevo Acuerdo Contingente del Fondo Monetario Internacional (FMI) con Jamaica a comienzos de este mes. Como un paso en esta dirección, el Primer Ministro Andrew Holness se comprometió a realizar para octubre de 2017 una revisión completa de la legislación de la era colonial en relación con el Cuerpo de Policía de Jamaica.

El ministro de Justicia Delroy Chuck, quien se reunió esta semana con Amnistía Internacional y con representantes de Jamaicans for Justice, parece estar muy al tanto del aspecto «justicia retrasada es justicia negada» del problema, el cual permite que tengan lugar más abusos a los derechos humanos pues los casos se arrastran por los juzgados. Esta semana, el Ministro declaró que la documentación para los casos judiciales debe estar lista dentro del plazo de tres meses. Está por verse si esto es posible.

En una nota positiva, se recibió con agrado el apoyo de las mujeres de otras regiones del hemisferio a las familias jamaiquinas. La activista de la Región Caribe de Amnistía Internacional, Robin Guittard, compartió lo siguiente:

La solidaridad viene de todo el mundo: los compañeros de Brasil se solidarizan con las familias de las personas asesinadas por la policía de Jamaica.

Aunque los derechos humanos, los crímenes y la violencia siguen siendo temas espinosos, Jamaica verá algo de luz al final del túnel, una vez que las buenas intenciones se traduzcan en acciones.

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