En 2017 se cumplen 100 años de la Revolución Rusa y muchas personas de todo el mundo, sin duda, reflexionarán sobre su legado y memoria. Después de todo, la Revolución Rusa fue un acontecimiento histórico mundial y su conmemoración va más allá de Rusia.
No obstante, el imperio zarista fue el escenario del gran experimento de los bolcheviques, cuya revolución definió a Rusia durante los siguientes setenta y tantos años. Pero la URSS cayó hace décadas y no queda claro cómo responderá la Rusia contemporánea en 2017.
En un momento en que el gobierno de Vladimir Putin favorece las narrativas históricas suaves que describen al estado ruso como eterno, resulta difícil saber cómo aplicará el Kremlin alguna sutura narratológica a uno de los momentos más conflictivo de la historia de la humanidad. Y esto no es un enigma solo para los funcionarios del gobierno. A medida que se aproxima el centenario, muchos rusos tratarán de comprender la historia y el legado de la revolución. ¿Y cómo? ¿Cómo se puede narrar la Revolución Rusa?
Un intento de narrarla es el proyecto en línea “1917: Historia libre”, que relata los hechos del año 1917 a través de la publicación diaria de cartas, entradas de diarios, artículos, poesías, videos e imágenes de unas 1.500 personas de aquel periodo. Mikhail Zygar, ex jefe de redacción del canal de televisión Dozhd y autor de “Todos los hombres del Kremlin: La intimidad de la corte de Vladimir Putin”, creó el proyecto para el cual reclutó a más de 100 periodistas, académicos, artistas y otros colaboradores. “1917: Historia libre” también cuenta con algunos patrocinadores impactantes: el gigante de internet Yandex, Sberbank, la Galería Tretyakov, el periódico Kommersant, el Museo Histórico Estatal Ruso, el Archivo Nacional de la Federación Rusa y el Archivo de Arte y Literatura de Rusia, sólo por nombrar algunos.
Según Zygar, el objetivo del proyecto es el de «recrear la realidad tal como era hace 100 años” si hubiera existido internet. El resultado es una especie de “realidad virtual” de la revolución:
Наша цель — популяризировать историю. Нам хочется, чтобы люди видели в ней не какую-то скучную дисциплину, совершенно оторванную от реальности и не имеющую к ним прямого отношения. Наоборот, мы хотим показать, что история — это и есть жизнь. Это такие же люди, как и мы. И история объясняет многое не только про то, что случилось, но и про нас самих. У каждого есть возможность понять, что он сталкивается с теми же проблемами и мыслями, с какими сталкивался человек, писавший в свой дневник сто лет назад.
Nuestro objetivo es popularizar la historia. Queremos que la gente se dé cuenta de que la historia no es algo aburrido, totalmente divorciado de la realidad y sin relación directa con sus vidas. Por el contrario, queremos demostrar que la historia es vida, que estas personas son como nosotros, y la historia cuenta muchas cosas, no solo sobre los hechos sino también sobre nosotros mismos. Todos deben saber que tienen los mismos problemas e ideas que experimentó alguien que escribía en su diario hace 100 años.
Efectivamente, “1917: Historia libre” es un proyecto impresionante, en especial para aquellos que se interesan en las fuentes primarias provenientes de aquel período. Por ejemplo, un texto escrito por Dowager Maria Fedorovna, madre de Nicolás II, el 9 de diciembre de 1916, dice lo siguiente:
5 градусов мороза, из дому совсем не выходила. Приняла несчастную женщину, отца которой в чем-то обвиняют и он сидит в тюрьме. Она просила помочь. После завтрака встретилась с фрекен Крупенской. В 4 часа пополудни приехала милая моя Беби, одетая словно настоящая леди, выглядит такой счастливой. Обедали вдвоем с Сандро, поскольку все остальные были в театре.
No son ni las 5 y no pienso salir de casa. Recibí a una pobre mujer cuyo padre fue condenado por algo y está en la cárcel. Me pidió ayuda. Después del desayuno, nos reunimos con la señorita Krupenskaya. A las 4 de la tarde, mi niña linda [su hija la Gran Duquesa Olga Aleksandrovna] vino vestida como toda una damita. Se ve muy feliz. Cenamos juntas con Sandro [el Gran Duque Alexandr Mikhailovich, cuñado de Nicolás II] porque todos se habían ido al teatro.
O también tenemos este fragmento de Nikolai Astrov, secretario de la Duma de Moscú y miembro de los kadetes, del 12 de diciembre:
На этом совещании было очень мало народу, были только по особым приглашениям. Среди присутствующих были кн. Львов, Кишкин, кажется, Маклаков, я. На этом совещании после заявления кн. Львова о том, что все сообщаемое им должно быть сохранено в тайне, он довольно подробно рассказал о настроениях Петрограда. По его словам, в ближайшем будущем можно ожидать дворцового переворота. В этом замысле участвуют и военные круги, и великие князья, и политические деятели. Нужно быть готовым к последствиям. В очень туманных выражениях было указано, что предполагается, по-видимому, устранить Николая II и Александру Федоровну. Торопливая речь кн. Львова была неясна. Уточнять ее было неловко. Тем более что казалось, что сам Львов не знает ничего точно, ибо сам лишь поставлен в известность о готовящемся.
Había muy pocas personas que estaban por invitación especial en esta reunión. Entre los presentes estábamos los príncipes Lvov, Kishkin, Maklakov y yo. Después de una declaración del príncipe Lvov donde pidió a todos que guardaran secreto, habló en detalle sobre el ambiente de Petrogrado. Según él, podemos esperar un golpe de palacio en el futuro cercano. Los círculos militares, los grandes príncipes y políticos están involucrados en este complot. Debemos estar preparados para las consecuencias. En términos muy vagos, declaró que la aparente intención era destituir a Nicolás II y Alexandra Feodorovna. Las palabras del príncipe Lvov no fueron muy claras. Resultó difícil encontrarles sentido. Además, no parecía saber nada específico porque apenas se había enterado de los preparativos.
Estas entradas, que van desde lo mundano hasta lo conspirativo, demuestran el distanciamiento pero también el miedo de los protagonistas de aquellos momentos. Además, ofrecen una fascinante imagen diaria de lo que todos sabemos que vendría en febrero de 1917 (la abdicación de Nicolás II y el establecimiento del poder dual entre el gobierno provisorio y el Sóviet de Petrogrado).
El sitio cuenta, además, con algunos recursos innovadores importantes como una “Guía de los Romanov”,que presenta una genealogía de la familia durante el cambio de siglo. Tal vez, la sección más interesante y útil sea “Quién se relaciona con quién”, en la que se hace clic sobre un personaje y se muestra una red de personas a quien este personaje amaba, odiaba, disgustaba, se hacía amigo o rival, y con quién se casó. Es una forma maravillosa de trazar las diversas intrigas personales de la familia real y su círculo de allegados.
Sin embargo, a pesar de la amplia variedad de voces, existe un enorme silencio en todas las entradas: las voces de la gente de la clase baja que contribuyó, experimentó y fue activada políticamente durante el proceso revolucionario. En este sentido, los editores del sitio (intelectuales, artistas y las propias élites) reflejan la experiencia de sus propios antepasados, lo cual resulta desafortunado. Tal como lo demostró una investigación histórica sobre los últimos 25 años, los archivos rusos contienen una riqueza de textos que transmiten las voces de «la gente» en forma de cartas, diarios, artículos periodísticos, arte y poesía.
Este silencio es, tal vez, la mayor ironía sobre la intención del sitio web de crear una memoria de la revolución. Ignorar las voces y la agencia histórica de la gente corriente es exactamente lo que condenó a muchas élites rusas en 1917. Un siglo después, los descendientes de esa clase diezmada cometen el mismo error en la realidad virtual, a pesar de sus buenas intenciones.