La experiencia de ser negro y extranjero en Brasil contada por un estudiante de medicina

Fleury Johnson, who's from Togo, in the Sugarloaf trek in Rio de Janeiro, Brazil. Published with permission.

Fleury Johnson, de Togo, en una excursión al Pan de Azúcar, Rio de Janeiro, Brasil. Foto publicada con permiso.

En 2011, cuando Fleury Johnson decidió trasladarse desde Lomé, Togo, a Río de Janeiro para estudiar medicina, como la mayoría de los extranjeros tenía algunos preconceptos acerca de Brasil. Pensaba que los brasileños eran divertidos y tenían una actitud positiva hacia la vida. Johnson sabía que la economía nacional está creciendo, pero que la población aún enfrenta problemas similares a los de África. Pero sobre todo, pensaba que en Brasil el racismo no existía, y que blancos y negros vivían en armonía.

El estudiante de 24 años no esperaba un despertar tan brusco, especialmente en cuanto al racismo en Brasil.

«Desde que llegué al aeropuerto de Guarulhos en São Paulo quedé sorprendido. Todos eran blancos. Me preguntaba si realmente estaba en Brasil,» relató a Global Voices.

En 2016, mientras cursa la mitad de la carrera de medicina en la Universidad Federal de Rio de Janeiro (una de las más prestigiosas del país), Johnson decidió comenzar a escribir en portugués, idioma que ahora habla con fluidez, un blog sobre su vida en Brasil. En su blog, con un estilo que pasó de moda hace una década, relata absolutamente todas sus actividades, desde paseos por Río hasta el significado de los nombres africanos. Le interesa especialmente educar a los brasileños acerca de su continente, en particular sobre su tierra natal, Togo.

Pero el tema que probablemente más atrapó la atención de sus lectores es su sorpresa ante el racismo que encontró, desde que cruzó el Atlántico.

En julio, su post titulado «Brasil vs. Realidad» se viralizó, y fue republicado, con enorme repercusión, en diversos medios masivos. “Hubo gente que se contactó conmigo para decirme que quería usar mi post en su tesis de maestría o doctorado, algo que me alegró mucho”.

En el texto, Johnson describió ocasiones en las que experimentó situaciones de racismo en Brasil, como cuando intentó postularse para una pasantía en un hospital y el empleado dudó de que fuera estudiante de medicina. En otra oportunidad, un paciente se negó a ser atendido por Johnson porque era negro. Y estas experiencias no son extrañas para los estudiantes de medicina negros en Brasil, señala Johnson.

“Luego de que el post se viralizó, muchos jóvenes brasileños negros interesados en estudiar medicina se comunicaron conmigo para decirme que me consideraban una fuente de inspiración”.

El blog de Johnson también se destaca por sus relatos acerca de cómo es la vida cotidiana de una persona negra y extranjera. El legado de más de 300 años de comercio transatlántico de esclavos en Brasil se mezcla con el lugar del país en el mundo en desarrollo, donde los brasileños son famosos por su apertura mental y curiosidad frente a los extranjeros.

Johnson relata el siguiente incidente en su blog:

Aqui em casa meus amigos(todos pretos) falaram para a gente ir até para o mercado arrumado. A primeira vez que fui desarrumado, uma mulher que estava na minha frente atravessou a rua rapidamente. Depois que ela percebeu que entrei no mercado, ela também entrou e foi puxar assunto comigo porque percebeu que eu estava indo só comprar. Ela percebeu então pelo meu sotaque que eu sou estrangeiro e se animou em conversar mais. Imagina o que passa o negro pobre da favela.

Aquí en casa, mis amigos, todos negros, recomiendan ir al supermercado bien vestido. La primera vez que fui mal vestido, una mujer frente a mí cruzó la calle rápidamente. Luego, cuando se dio cuenta de que había entrado al super, entró y me habló porque comprendió que solo había ido a comprar. Por mi acento dedujo que era extranjero y quiso seguir conversando. Imagino cómo deben tratar a alguien de una favela.

Profundizando en ese episodio, Johnson le dijo a Global Voices:

Eu acho que o negro estrangeiro já é visto diferente do negro brasileiro, porque tem sotaque, fala outra língua, e o brasileiro gosta disso. A gente sofre preconceito até abrir a boca. […] Quando sabem que somos estrangeiros, esquecem da nossa cor, e são interessados mas histórias e experiências que temos para contar.

Pienso que los extranjeros negros son vistos de manera diferente a los brasileños negros, porque hablamos con acento, hablamos otro idioma y eso les gusta a los brasileños. Enfrentamos prejuicios hasta que abrimos la boca. Cuando notan que somos extranjeros, olvidan nuestro color de piel y están más interesados en las historias y experiencias que tenemos para contar.

Johnson también describe una oportunidad en la que una amiga brasileña supuso que los estándares de belleza de Brasil (que generalmente involucran rasgos como piel blanca y cabello lacio) son «mundiales»:

Em 2012 uma amiga me perguntou se eu sabia qual o estado padrão de beleza no Brasil. Eu pensei: a Bahia tem mais negros, logicamente é a Bahia. Ela disse “não”, e então chutei o Rio de Janeiro, pois após a Bahia é o estado com maior número de negros. Ela respondeu “não. É o Rio grande do Sul e Florianópolis SC”, e ela emendou ainda : é padrão de beleza no mundo inteiro. Fiz-me uns questionamentos como: será que é mesmo? Em que mundo eu vivia e não sabia disso? […]. Eu já visitei 7 países da África e tenho certeza que na África negra, o padrão de beleza é outro. É bonito ter cabelo crespo, enrolado, lábios e nariz grande.

Allá por 2012, una amiga me preguntó cuál estado de Brasil representaba mejor los estándares de belleza nacionales. Pensé Bahía tiene mayor cantidad de población negra, entonces debe ser Bahia. Ella dijo, No son Rio Grande do Sul y Santa Catarina (dos estados del sur que recibieron gran cantidad de inmigrantes de origen germano a principios del siglo XX, lo que resultó en que sus poblaciones son más blancas que el brasileño promedio). También me dijo, Ese es el estándar de belleza en todo el mundo. Me pregunté: ¿En verdad? ¿En qué mundo vivía que no sabía eso? He visitado siete países africanos y estoy seguro de que en África negra, el estándar de belleza es absolutamente diferente. La belleza está en tener cabello ondulado, labios carnosos y nariz grande.

Puede que los brasileños tengan curiosidad por los extranjeros, pero Johnson también destaca su desconocimiento general acerca de África. En su opinión, sería importante que los brasileños aprendan acerca de África de los africanos, no de los europeos, que son la fuente de información del país respecto a la mayoría de los lugares del mundo.

Él le contó a Global Voices:

Muitos brasileiros não conhecem o Togo. É triste, porque o Brasil tem muita ligação com o Togo historicamente. Muitos negros brasileiros vieram do Togo, e teve outros que voltaram pro Togo depois da escravidão. O primeiro presidente do Togo era descendente de Brasileiro. O Brasileiro acha que vivemos numa pobreza imensa, uns não sabem nem que tem aeroporto lá. Muita gente acha que na África só tem miséria, guerra, e acham que é só um país. Ou que a África é um país da Angola ou o Togo é um país da Angola. É verdade que tem guerra, problemas na África, mas não em todos os países, e cada país tem sua organização, seu sistema que é diferente do outro, como aqui na América do Sul que a Argentina é diferente do Brasil, da Bolívia, etc…

Muchos brasileños no conocen Togo. Es lamentable, porque Brasil tiene vínculos históricos con Togo. Los ancestros de gran parte de los brasileños negros provienen de Togo y muchos regresaron a Togo cuando la esclavitud fue abolida en 1889- El primer presidente de Togo era descendiente de un brasileño. Los brasileños piensan que vivimos en absoluta pobreza, y muchos ignoran que tenemos aeropuerto. Muchos creen que en África solo existe miseria y guerra, y que es un solo país. O que áfrica es un país dentro de Angola, o que Togo es un país dentro de Angola. Es cierto que hay guerra y problemas pero no en todos los países. Cada uno tiene su propio sistema y organización todos son diferentes entre sí, como aquí en Sudamérica, donde Argentina es diferente a Brasil o Bolivia.

Johnson señala que un motivo por el cual su post se volvió viral puede haber sido precisamente que él es extranjero “Ojalá tuvieran en cuenta también el punto de vista de los brasileños negros sobre estos temas” dice.

¿Qué tiene pensado Johnson para el futuro? Planea regresar a Togo cuando termine sus estudios, aunque ama muchos aspectos de la vida en Brasil: la gente, la felicidad, la diversidad cultural, y los bellos paisajes. Pero está preocupado por la clase de futuro que sus hijos tendrían en Brasil.  “No quiero que su cabello o sus rasgos físicos sean blanco de burlas en la escuela,” señala.

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