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La libertad en internet decae en Rusia y Ucrania, pero mejora en Bielorrusia

Categorías: Bielorrusia, Kazajistán, Rusia, Ucrania, Uzbekistán, Censura, Derecho, Derechos humanos, Gobernabilidad, Libertad de expresión, Medios ciudadanos, Política, Protesta, Tecnología, RuNet Echo, GV Advox
Russian Prime Minister Dmitry Medvedev. Source: Wikimedia Commons

Primer ministro ruso Dmitry Medvedev. Fuente: Wikimedia Commons.

El informe anual «Freedom on the Net» (libertad en internet) de Freedom House, que fue publicado en noviembre, pinta una panorámica inquietante respecto al descenso de la libertad en internet en las partes del mundo donde se habla el idioma ruso. Rusia, Bielorrusia y los estados de Asia central, entre estos Kazajistán y Uzbekistán, fueron considerados como «no libres», mientras que Ucrania, «parcialmente libre». A excepción del caso de Bielorrusia, todos esos países han caído en la clasificación del informe desde el año pasado.

En el informe se utiliza un proceso de calificación que evalúa las barreras para acceder a la información, las restricciones sobre el contenido en internet y las violaciones a los derechos del usuario constatadas, como lo expresa la doctrina de derechos humanos internacional; asimismo, criterios metodológicos desarrollados por la misma organización. Freedom House se encuentra ubicado en los Estados Unidos y es financiado principalmente por organismos de asistencia gubernamentales de ese país.

La posición de Rusia cayó a consecuencia de la introducción de nuevas restricciones jurídicas sobre los usuarios de internet, entre estas un paquete legislativo conocido como la «Ley Yarovaya [1]«, la cual circunscribe ostensiblemente las libertades en internet para combatir el terrorismo. Esta ley exige a los desarrolladores de telecomunicaciones brindar acceso secreto a las autoridades [2], e introduce restricciones en las actividades religiosas [3] de ciertas sectas. Al incrementar el castigo máximo para «justificar» el terrorismo en línea, la ley establece también un precedente de acción legal más agresivo contra los usuarios de medios sociales. Freedom House también resalta que los activistas en línea han sido cada vez más propensos a ciberataques y violencia física.

Aunque Rusia posee un alto grado de penetración de internet [4], Freedom House y otros observadores han expresado inquietudes respecto a la prominencia de Rostelecom, el proveedor de servicio de internet controlado por el gobierno, en la industria de las telecomunicaciones. No obstante, el control estatal sobre la red no es necesariamente percibido como algo malo en el país: según una encuesta pública realizada por Levada Center, que está ubicado en Moscú, a principios del año, el sesenta por ciento [5] de los encuestados indicó que la censura en internet es necesaria en Rusia.

El descenso en la clasificación de la libertad en internet de Ucrania está vinculado a los eventos en torno a la guerra en Donbas. Al igual que en Rusia, las autoridades ucranianas impusieron medidas represivas [6] a la expresión «extremista» en línea, que normalmente está vinculada a la crítica del papel de Kiev en la guerra o el apoyo a los separatistas respaldados por Rusia en el este. Las autoridades en las repúblicas separatistas de Donetsk y Luhansk al este de Ucrania han participado en esfuerzos recíprocos, tratando de bloquear contenido relacionado a la identidad cultural ucraniana o apoyando la iniciativa bélica de Kiev.

Algunos esfuerzos han sido impulsados por agentes no estatales: a principios de este año, los nacionalistas ucranianos publicaron [7] la información personal de miles de periodistas que cubrían el conflicto en el este.

Ucrania ha caído 11 posiciones en el índice de libertad en internet desde el 2012.

El lado positivo es que los activistas han utilizado la web como una plataforma para combatir la desinformación que propaga el Kremlin, y para coordinar iniciativas de la sociedad civil.

Las libertades en internet han aumentado en Bielorrusia, pese a que todavía sea considerado como un país «no libre». La penetración y la velocidad de internet han incrementado, por consiguiente, ha mejorado la disponibilidad de los medios en línea y la cobertura de eventos políticos en los medios sociales.

Aún así, las políticas represivas continúan dificultando la libre expresión en la web de Bielorrusia. Periodistas, blogueros y usuarios de internet siguen siendo blancos de las autoridades. La reciente introducción de nuevas iniciativas jurídicas y medidas técnicas han mejorado la habilidad del gobierno bielorruso para monitorear y procesar a los usuarios: a los proveedores de servicio de internet se les exige retener la información del historial de navegación de los usuarios por un año, y tecnología de inspección profunda de paquete (DPI, por sus siglas en inglés) ha sido utilizada desde el 2011 para filtrar contenido. Al igual que Rusia, el gobierno emplea spyware y malware para vigilar a su población en línea.