La noticia de la muerte de Vesna Vulović, la aeromoza yugoslava más famosa, que falleció el 24 de diciembre a los 67 años, fue recibida con una mezcla de nostalgia y tristeza en los países de la antigua federación yugoslava.
Su deceso se produjo en su departamento en Belgrado. La noticia la dio a conocer el medio público Radio y Televisión Serbia y luego fue reproducida por muchos medios de comunicación regionales.
Según el libro Guinness de Récords Mundiales, Vulović tiene el récord por haber sobrevivido la mayor caída sin paracaídas:
Vesna Vulovic (Yugoslavia) was 23 working as a Jugoslavenski Aerotransport hostess when she survived a fall from 10,160 m (33,333 ft) over Srbsk, Kamenice, Czechoslovakia (now Czech Republic), on 26 January 1972 after the DC-9 she was working aboard, blew up. She fell inside a section of tail unit. She was in hospital for 16 months after emerging from a 27 day coma and having many bones broken.
Vesna Vulovic (Yugoslavia) tenía 23 años y trabajaba como aeromoza de la (aerolínea) Jugoslavenski Aerotransport cuando sobrevivió a una caída de 10,160 m (33,333 pies) sobre Srbsk, Kamenice, Checoslovaquia (ahora República Checa), el 26 de enero de 1972 después de que el DC-9 a bordo del cual estaba trabajando hizo explosión. Ella cayó dentro de una sección de la cola. Estuvo en el hospital durante 16 meses, tras salir de un coma de 27 días y con muchos huesos rotos.
Oficialmente, la explosión fue resultado de terrorismo, y el gobierno yugoslavo culpó al movimiento separatista fascista croata Ustacha de colocar la bomba. Según The Guardian, en el 2009 dos periodistas de investigación checos afirmaron que probablemente el avión había sido derribado por error por la fuerza aérea checoslovaca. Presuntamente, como parte del encubrimiento la policía secreta plantó evidencia que indicaba terrorismo. Esto también generó dudas sobre la verdadera altitud.
Como la única sobreviviente, Vulović se convirtió en una celebridad y en símbolo optimista de suerte, aunque ella no se consideraba suertuda –para empezar, de haberlo sido, no hubiera estado en el accidente.
Durante los años 1970, Vulović sirvió como encarnación del mito nacional yugoslavo de la perseverancia contra todo pronóstico, repitiendo la narrativa oficial del renacimiento del país en medio de los horrores de la Segunda Guerra Mundial. Una entrevista de 1973 reproducida por el archivo digital sin fines de lucro Yugopapir la equiparó con Cicka, su gato de ojos verdes, que también tenía un historial de sobrevivir a caídas de gran altura. En esa época, Vulović seguía de licencia recuperándose de sus heridas, pero expresó su deseo de seguir trabajando y de no tener miedo a volar.
En la entrevista, también dijo que esperaba que el dinero del seguro le sirviera para pagar sus deudas porque sus padres debieron vender el auto de la familia para poder pagar los gastos de su recuperación. Treinta años después, en otra entrevista, dijo que el accidente arruinó la vida de sus padres, así como la suya propia.
Su inclusión en el Libro Guinness de los Récords Mundiales también hizo que su nombre siguiera en los titulares locales en los años siguientes, como una de las pocas personas del lugar que tenían un récord.
Vesna Vulović na naslovnici, lični primerak. Laka joj zemlja. pic.twitter.com/LwtKAOpZeD
— EmiL (@ViktorPrvi) December 24, 2016
Vesna Vulović en la portada [del Libro Guinness de los Récords Mundiales, edición de 1980], mi copia personal. Que descanse en paz.
Tras su recuperación, Vulović, que vivía en Serbia, continuó su carrera como aeromoza. Luego de la disolución de Yugoslavia, volvió a mostrar valentía cuando se unió públicamente al movimiento de protesta contra la dictadura de Slobodan Milošević.
Al conocerse la noticia de su muerte, algunos usuarios de medios sociales expresaron el difundido sentir de que el 2016 fue un mal año en general.
Vesna Vulović je preživela pad sa 10.000m, ali 2016. godinu nije. :(
— Predrag Živić (@pzivic) December 25, 2016
Vesna Vulović sobrevivió a una caída de 10,000 metros, pero no pudo sobrevivir al año 2016. :(.