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Lo mejor del infoactivismo latinoamericano en el 2016 (Segunda parte)

Categorías: Latinoamérica, Activismo digital, Derechos humanos, Elecciones, Juventud, Medios ciudadanos, Mujer y género, Política, Privacidad
Imagen de difusión de la campaña "Revolución violeta en internet", publicada para la circulación por SocialTIC y usada con permiso. [1]

Imagen de difusión de la campaña «Revolución violeta en internet», publicada para la circulación por SocialTIC y usada con permiso.

La siguiente es la segunda entrega de una reedición en dos partes a partir de una pieza escrita y publicada originalmente por la organización SocialTIC en su sitio principal [1] y que Global Voices publica con permiso de los autores originales. En el texto original, y en su adaptación, se presenta una selección de los mejores proyectos de infoactivismo en América Latina y parte de los contextos sociales y políticos en los que se desarrollan. 

Para SocialTIC, esta recopilación de proyectos y esfuerzos cívico-tecnológicos inspiran a resistir, pero sobre todo a tomar liderazgos de cambio en nuestras mismas sociedades para ser más eficaces en nuestras tácticas infoactivistas [2], contar historias profundas de manera empática e influenciar a grupos fuera de las burbujas ideológicas propias.

La primera parte de la selección hecha por SocialTIC (que puede verse aquí [3]) destacó el trabajo de ciudadanos que buscan más transparencia, que quieren continuar movimientos sociales y que luchan en línea y en la calle por la protección de su participación y por la seguridad de sus ciudadanas. En esta segunda parte se destacarán proyectos inspiradores, de lucha por la igualdad en la representación y por el protagonismo de los ciudadanos en proyectos colectivos y en también en procesos electorales.

Proyecto de tecnología más inspirador

Este año se destacó un proyecto Open Street Map [4]. A inicios de año, la comunidad de OSM nicaragüense [5] mapeó las rutas de transporte de Managua y Ciudad Sandino para llevarlas a la ciudadanía en digital y en papel (gracias a la alianza con emprendedores locales en diseño e impresión). MapaNica [6] representa el espíritu cívico de muchas comunidades tecnológicas, que a falta de voluntad de los gobiernos y empresas, realizan soluciones que necesita la gente. También pone en evidencia el alto potencial que existe si gobierno y sociedad civil amplían su visión para generar alianzas con comunidades técnicas.

Una mención especial se hizo al equipo de Morlan [7], quienes dedican tiempo fuera de sus actividades científicas para analizar y visualizar datos. Este talentoso equipo comparte sus hallazgos, reflexiones, proyectos y recomendaciones dateras todo el tiempo en redes sociales y en las emisiones por YouTube de VISceral [8], que se presenta como la casa «del único show en Latinoamérica en donde se habla de Periodismo de Datos, Ciencia de datos [y] Visualización de datos.

Mejor video para el cambio

El Movimiento Ayuda Cáncer de Mama (MACMA) [9] desafió prejuicios y políticas de Facebook e Instagram con un video imposible de olvidar. Haciendo uso de la creatividad y la didáctica, su video estrella de la campaña #TetasxTetas [10] evadió la censura que hay sobre senos de mujer para mostrar la forma en que las mujeres pueden examinar sus mamas con el fin de cuidarse y autoconocerse.

En 2016, vimos que el poder del video en espacios web se fortalece y adapta sus formatos a los hábitos de consumo de los usuarios. Formatos pequeños menores a 1,30 minutos están siendo utilizados para el activismo (ej. Violencia Sexual en México de Amnistía Internacional [11]) y para narrar noticias (ej. #InformeAyotzinapa de AJ+ [12]). El rol de líderes de opinión con causa (ej. Sofía reflexionando sobre alimentación [13]) o que además de hablar de temas misceláneos (ej. Yaser Morazán [14] ) generan influencia en sus audiencia y reflexiones socio-políticas en momentos de coyuntura.

Otra mención especial fue hecha a El Poder del Consumidor y Cacto Producciones que además de producir el documental Dulce Agonía [15], experimentaron con música para causas sociales [16] en el álbum Dulce Veneno [17].

Mejor herramienta o proyecto electoral

Bancada Ativista [18] fue una plataforma que unió individuos distintos que buscaron desde su afiliación política independiente involucrarse en la política tradicional para, desde ahí, iniciar cambios de fondo. Proyectos como éste serán fundamentales para que conocer a líderes ciudadanos con el valor, integridad y dedicación para jugar un rol distinto en la representación popular en el gobierno.

Hubo también esfuerzos de medios, organizaciones de sociedad civil y grupos tecnológicos para fomentar el voto informado y seguimiento a promesas electorales. En Chile, Espacio Público [22] lanzó #LupaElectoral [23] para fortalecer la vigilancia ciudadana y Ciudadano Inteligente [24] replicó su plataforma electoral Vota Inteligente [25] para conocer y dar seguimiento a promesas de campaña a nivel municipal. En las elecciones costarricenses, la plataforma argentina Yo Quiero Saber [26] fue replicada por la Voz de Guanacaste para que usuarios evaluaran su afinidad con candidatxs. En Colombia, La Silla Vacía [27] creó un micrositio informativo sobre el plebiscito con un test dirigido a votantes indecisos. Y en Nicaragua VotoNica [28] buscó visibilizar las exigencias juveniles a partidos políticos y candidatos.

Mejor aplicación o plataforma cívica

Como cada año, decenas de ideas surgen de hackatones y proyectos cívicos pero muy pocas de ellas se cristalizan en aplicaciones utilizables por la ciudadanía. Y de aquellas que llegan a ser utilizables, sólo un puñado muestran la relevancia suficiente para que sus usuarios las usen y demanden.

Se destacó el potencial de ContratoBook [29], un proyecto que podría unir esfuerzos con SpaceshipLabs [30] y otros miembros de la comunidad (como PODER [31], Gobierno Fácil [32] y Transparencia Mexicana [33]), algo que podría hacer la data de compras del gobierno mexicano fácil de identificar y analizar.

SocialTIC destacó también la gran importancia de que haya programas y fondos de estimulación de tecnología cívica, pues son estos incentivos los que fomentan que nuevas generaciones latinoamericanas de tecnólogxs se involucren en tecnología cívica.

Mejor proyecto de TIC y género

En Argentina, un pequeño grupo de especialistas, periodistas y voluntarios crearon el proyecto Argentina cuenta la violencia machista [34], una encuesta anónima que cientos de argentinas llenaron identificando 15 dimensiones de la violencia que viven en distintos aspectos de su vida. Esta recopilación de información está ya disponible como el 1er índice nacional de violencia machista. [35]

Otro proyecto destacado de este año es Tiempo Fuera [36], creado por el Instituto de Liderazgo Simone de Beauvoir (ILSB) [37] y Virk [38] en México. Esta aplicación web ha guiado a centenas de mujeres para conocer las distintas opciones de apoyo que tienen en caso de sufrir violencia sexual en México.

Las colectivas de mujeres en tecnología en América Latina cada vez son más grandes, diversas y colaborativas. Este año vimos cómo iniciativas como las Editatonas [39]se replicaron en Argentina, Nicaragua, México y Brasil, lo que plasmó conocimiento en Wikipedia con autoras en una amplia variedad de temas.

Mejor narrativa basada en Datos

A pesar de algunos lamentables casos de cierres y reducciones de unidades de datos, este año aquellos medios y ONGs latinoamericanos que basan sus análisis y comunicación en datos continuaron vigorosamente su tarea. Si bien se sigue experimentando en este tipo de narrativas y no se ve aún un trabajo sobresaliente, SocialTIC ve con ilusión que proyectos como SOS Riachuelo [40], Fondos de Papel [41], Geografía del Delito [42] y Niñas Madres [43] exploran el uso de los datos de distintas maneras para contar una historia sólida, atractiva y fundamentada.