El presidente ruso Vladimir Putin se dirige a la Duma estatal en el 2012. Fuente: Mitya Aleshkovsky, Flickr.

Cada año, la Duma rusa programa leyes que entran en vigor el 1 de enero. En el 2017, como siempre, algunas de estas leyes parecen listas para hacer contribuciones positivas a la sociedad rusa, y otras… no. Este año, RuNet Echo señalará las luces y sombras –desde una ley que hará que los expedientes judiciales estén online, hasta la introducción de trabajos forzados en algunas instituciones correccionales del estado.

El ‘impuesto Google’

A partir del 1 de enero, algunas compañías minoristas extranjeras tendrán que comenzar a pagar un impuesto sobre el valor añadido en Rusia. Puesto que la ley afecta a compañías que venden libros electrónicos, música, películas, y programas de ordenador, la ley ya cuenta con un «mote»: el impuesto Google. En consecuencia, Google ha incrementado sus precios por los servicios Google Drive, y las compras en Google Play en un 18%.

Discapacidad y registros del VIH

El 1 de enero también marca la introducción de un registro federal de rusos que padecen el Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH). El Ministro de Sanidad ruso dice que se implementa el registro para comprender mejor las características –y la extensión– del problema del VIH en el país: más de 1,5 millones de personas, o más del 1% de la población rusa, han sido diagnosticadas con VIH o SIDA. Anteriormente, en el 2016, las autoridades rusas anunciaron que la ciudad de los Urales, Yekaterinburg, la cuarta ciudad más grande de Rusia, se enfrenta a una epidemia de VIH. Más de un 1,8% de los 1,4 millones de residentes de la ciudad están infectados con el virus.

Por ahora, la inclusión en el registro es voluntaria, aunque la lista proveerá el fundamento de las provisiones de medicación antirretroviral del estado.

Empezando el primer día del año, el Fondo de Pensiones ruso también implementará un registro de personas con discapacidades. Los funcionarios esperan que el registro ayude a las personas con discapacidad a encontrar trabajo, y aumentar la conciencia sobre los beneficios y programas a los que las personas discapacitadas tienen derecho. Rusia tiene una de las mayores diferencias de tasa de empleo entre personas con discapacidades y sin ellas de todos los países, según un reciente estudio llevado a cabo por la Organización Internacional del Trabajo (OIT).

Más de 12 millones de rusos, o casi el 9% de la población del país, vive con discapacidades, incluyendo 620.000 niños.

Nuevas normas para los agregadores

Este nuevo año también trae consigo un nuevo juego de normas para los agregadores de noticias en Rusia. Los agregadores cuya tráfico diario en internet supere el millón de visitas será considerado como medio de comunicación a ojos del gobierno ruso, obligándolos a comprobar la veracidad de las noticias que republican –una tarea casi imposible que le da al gobierno la licencia para restringir a los agregadores más populares del país, incluyendo Yandex, Mail.ru, Google, y Bing–. RuNet Echo cubrió de forma extensa la introducción de esta ley y la presión (y retroceso) del gobierno sobre Google.

Trabajos forzados

Al comenzar el nuevo año, los tribunales rusos podrán sentenciar a los acusados a trabajos forzados en centros correccionales del país. Se programó la apertura de cuatro grandes instituciones correccionales, el 1 de enero –en la región siberiana de Tyunmen, la región de Tambov (sureste de Moscú), Stavropol Krai (en el Cáucaso norte), y Primorsky Krai (en el lejano este)– además de las siete, más pequeñas, instalaciones correccionales, y los presos podrán salir si consiguen el permiso de los administradores. No podrán, sin embargo, elegir o cambiar sus trabajos.

Después de la introducción de la ley, Valery Maksimenko, el líder del Sevicio Penitenciario Federal, dijo que el trabajo forzado es favorable en comparación con otro tipo de castigos porque los convictos no estarán aislados de la sociedad: «los trabajos forzados en los centros correccionales, a pesar de su nombre, pueden compararse con un trabajo por turnos para la gente que vive en una residencia lejos de casa».

La certeza de Maksimenko, sin embargo, hará poco para calmar a aquellos que ya ven ecos del Gulag en las existentes formas de trabajo de las colonias penales rusas.

Los trabajos forzados fueron incluídos como una sanción potencial en el Código Penal rusa en 2011, pero su introducción ha sido retrasada en varias ocasiones desde entonces.

Llevar los tribunales a internet

La legislación de año nuevo también traerá a los tribunales rusos a internet –al menos a algunos de ellos–. Los tribunales del distrito y la ciudad de Moscú aceptan ahora declaraciones, apelaciones, y el envío de cualquier otro documento de forma electrónica, y los registros judiciales están disponibles para su búsqueda por el nombre del individuo involucrado, la ley, y una variedad de otras formas. Tan sólo los tribunales con la capacidad técnica para implementar tal digitalización lo harán, lo que significa que la gran mayoría de tribunales rusos no tendrán página web como el sistema del tribunal de Moscú, cuya página web ya está funcionando. En total, la digitalización de Moscú llevó dos años, entre desarrollo e implementación, y costó 172,4 millones de dólares, 50 millones de los cuales vinieron del Banco Internacional de Reconstrucción y Desarrollo.

Aumentar la edad de jubilación para empleados públicos

Hasta este primero de año, la edad de jubilación para los funcionarios rusos era de 55 años para las mujeres, y 60 para los hombres. Empezando el 1 de enero, el gobierno aumentará gradualmente la edad de jubilación a 63 para las mujeres, y 65 para los hombres, a una tasa de medio año por año natural (la edad aumentará hasta el 2032, para las mujeres, y hasta el 2026 para los hombres). El gobierno dice que la iniciativa está diseñada para mantener a empleados cualificados en sus puestos durante más tiempo, y para reducir la presión que las pensiones suponen en el presupuesto del estado.

Impuestos internos más altos en alcohol y tabaco

Por último, al empezar el año, los rusos que beban tendrán que pagar mayores impuestos internos en cerveza, vino, champán, sidra, medovukha (una bebida similar al hidromiel), y licores fuertes. El impuesto interno del champán extranjero aumentará de 10 rublos a 36 por litro, y en vinos espumosos caseros de 1 a 14 rublos por litro. El impuesto sobre vinos rusos continuará siendo el mismo, mientras que a los vinos extranjeros aumentará de 9 a 18 rublos. Los impuestos internos del tabaco y cigarrillos electrónicos también se incrementarán durante los próximos tres años.