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Viejos odios misóginos desencadenan una masacre de año nuevo en Brasil

Categorías: Latinoamérica, Derechos humanos, Medios ciudadanos, Mujer y género
Women in São Paulo protest against feminidade in Latin America | Photo: Media Ninja

Mujeres en São Paulo protestan contra los feminicidios de Latino América. Foto: Mídia Ninja.

Era la víspera de año nuevo cuando Sidnei Ramis de Araújo, un técnico de laboratorio de 46 años, decidió actuar por el odio que sentía hacia su exmujer. En una casa de Campinas, una ciudad de tamaño medio en el estado de São Paulo, Isamara Filler estaba celebrando el último día del 2016 con sus parientes, así como con el hijo de ocho años de ambos, João Victor. Mientras brindaban, Sidnei entró, con un arma de fuego. Asesinó a 12 personas, incluyendo a su propio hijo, y luego se suicidó. Nueve de las víctimas eran mujeres –o, en palabras de Araujo, «zorras».

Esta matanza en el primer día del año fue un crimen de odio [1] de texto. Antes de comenzar a derramar sangre, Sidnei dejó un móvil en su coche. Este contenía una grabación de audio, y un correo programado para ser enviado a sus amigos y compañeros de trabajo, explicando sus motivos.

En su «manifiesto», que fue rápidamente reproducido por la prensa, Sidnei culpó a Isamara por alejarlo de João Victor. Pero ella no era el único objeto de su odio.

También culpó a «un sistema feminista y algunas locas» por arruinar su vida. Se refería a todas las mujeres como «zorras que hacen lo posible por alejar a los padres». Se burló de la Ley Maria da Penha, que impone castigos más duros por violencia doméstica. Culpó a los defensores de los derechos humanos por defender a delincuentes. Sidnei incluso se tomó un momento para compartir la rabia que sentía hacia Dilma Rousseff, la primera mujer en presidir Brasil, y cuya integridad fue cuestionada en el 2016.

Cabe resaltar que este manifiesto repite muchos de los tópicos familiares que usted puede encontrar buscando en los comentarios de los artículos de noticias, o mirando el Facebook de amigos conservadores.

Como la periodista Carol Patrocínio escribió [2] en su página de Medium:

Eu e você já lemos aquele discurso. Já lemos milhares de vezes feminicídio ser chamado de crime passional — na página Não Foi Ciúme [3] você pode ter uma ideia de quantas vezes isso acontece -, já vimos diversas histórias de mulheres violentadas que são apontadas como um problema quando afastam o filho do genitor — vale lembrar que gerar e exercer a paternidade são coisas diferentes -, já vimos milhares de homens justificarem sua violência e descontrole no comportamento de outras pessoas.

Usted y yo ya hemos leído este discurso. Ya hemos leído millones de veces al feminicidio ser llamado crimen pasional –en la página de No Fueron Celos [3] puede tener una idea de cuántas veces pasa–, ya hemos visto varias historias de mujeres sobre las que se ejerce violencia y que son catalogadas como un problema cuando alejan a sus hijos del padre –cabe recordar que tener un hijo y ejercer de padre son dos cosas diferentes–, ya hemos visto a miles de hombres justificar su violencia y descontrol con el comportamiento de otras personas.

Del 2005 al 2015, Isamara presentó cinco informes policiales [4] contra su exmarido por amenazas, agresión, y abuso sexual contra su hijo. Debido a la falta de pruebas, Sidnei nunca fue condenado por la última acusación, pero aún así el tribunal falló en su contra y ordenó que sus interacciones con su hijo deberían ser limitadas a visitas supervisadas.

El asesino negó todas las acusaciones, pero los profesores de João Victor le dijeron a un reportero [5] que el niño había dicho una vez que «mataría a su padre cuando creciese».

Este asesino no es una excepción

Es preocupante, pero muchas cosas sobre Sidnei Ramis son usuales en lo que a violencia de género se refiere.

Su padre lo describió [6] como «una persona dulce, que nunca fumaba o bebía». Como la antropóloga Debora Diniz señaló en un artículo de opinión para Brasil Post [7] (la versión de Brasil del The Huffington Post), “la locura no explica las fantasías misóginas de la mente del asesino» –aunque fuese un «sicópata». Diniz añadió: Sidnei mató porque no podía soportar la ruptura o a las fuerzas del orden contra su abuso patriarcal, porque había perdido su dominio doméstico como soberano».

Y Sidnei no estaba solo. Después de que saliera a la luz la noticia de la masacre, muchas personas trataron de «dar sentido» a los motivos del asesino. Algunos incluso justificaron sus acciones. Esta vez carente de sátira, la web paródica Sensacionalista publicó varios comentarios que circulaban en la red a favor del tirador [8]:

Un usuario de internet culpó de todo a las feministas, por supuesto:

MEN:Run away from feminists, like the devil runs from the cross, do not have relationships with them, do not parent other people’s children, do not have children, if you do, pay attention to what your kid is learning at school, avoid at any cost any humanities class at public or private colleges, they are the cancer eating this society from inside, get ready for the psychopath generation that is yet to come.

HOMBRES: Huyan de las feministas, como el diablo de la cruz, no tengan relaciones con ellas, no hagan de padres para los hijos de otros, no tengan hijos, si los tienen, presten atención a lo que estos aprenden en la escuela, eviten a toda costa las clases de humanidades en universidades públicas o privadas, son el cáncer que devoran a esta sociedad desde dentro, prepárense para la generación de sicópatas que se avecina.

Otro razonó que, obviamente, la víctima era la culpable de su propio asesinato:

Impressive, it really looks like she was cheating on him and took his son away from him or was still charging a very expensive alimony it is not right to kill people but NEVER TEST A MAN.

Impresionante, realmente parece que ella lo engañaba y lo alejó de su hijo, o estaba cobrando aún una alta pensión alimenticia. No está bien matar a la gente pero NUNCA PONGAN A PRUEBA A UN HOMBRE.

Un comentarista dejó una advertencia para todas las mujeres:

These women are all to blame for if you want to know a woman you only have to divorce from her, your life will turn into a living hell…While women cannot learn how to be good, the slaughter will continue…May that be set as an example to all you lazy women, watch out!!!!

Estas mujeres son todas culpables ya que si quieres conocer a una mujer tienes que divorciarte de ella, tu vida se convertirá en un infierno… Mientras las mujeres no aprendan a ser buenas, la matanza continuará… Que les sirva de ejemplo a todas las mujeres perezosas, ¡cuidado!

Y este resumió el supuesto régimen opresivo instaurado por las minorías de Brasil:

His letter is 100% accurate about the Brazilian reality and about part of the contemporary society, minorities are oppressing through institution of rules that are disconnected from reality. I respect his attitude, even though I do not completely agree with it. If 10% of the men had the same courage, worthy of the ancient kamikazes, bashi-bazouks or Spartans. The virility of erstwhile was lost for drugs and homosexuality.

Su carta es 100% fiel sobre la realidad de Brasil, y sobre parte de la sociedad contemporánea, las minorías están oprimiendo a través de la instauración de normas que están desconectadas de la realidad. Respeto su actitud, aunque no estoy totalmente de acuerdo con ella. Si el 10% de los hombres tuviese el mismo coraje, digno de los antiguos kamikazes, basi-bozuks, o espartanos. La virilidad de antaño se ha perdido por las drogas y la homosexualidad.

Otros cuatro países cometen feminicidio con tanta frecuencia como Brasil

Brasil tiene una tasa de feminicidio de 4,8 por cada 100.000 mujeres, según la Organización Mundial de la Salud [9] –la quinta más alta del mundo–. Las mujeres negras son las víctimas principales, según el Mapa de Violencia [10] del 2015, una investigación anual independiente sobre la violencia en Brasil. Los asesinatos de mujeres negras ascendieron un 54% entre el 2003 y el 2013. Al menos 10 mujeres fueron asesinadas por sus parejas [11] en el país durante los primeros 6 días del 2017.

Los legisladores brasileños han tratado de referirse a la violencia de género en el pasado. En el 2003, el país creó la Ley de Maria da Penha para proteger a las mujeres víctimas de violencia doméstica. La legislación lleva el nombre de una activista [12] a la que su marido dejó parapléjica, después de tratar de matarla dos veces. En el 2015, otra ley, que clasifica el feminicidio como un crimen de odio, fue añadida al código penal brasileño.

La expresidenta Dilma Rousseff, que perdió su puesto en un controvertido proceso judicial [13] el año pasado, fue víctima de misoginia durante los seis años que pasó como jefa de estado. Tras saber que Sidnei Ramis de Araújo la mencionaba en su carta como «la otra zorra», escribió [14] en Facebook:

A misoginia mata todos os dias. Matou Isamara Filier, uma criança, outras oito mulheres e três homens. É intolerável que o machismo encontre eco no pensamento conservador e justifique o feminicídio. O momento é de fortalecer a política de direitos humanos para defender as mulheres da cultura do ódio e da violência pelo único motivo de serem mulheres. Devemos defender com firmeza a Lei Maria da Penha e fazer valer a Lei do Feminicídio para que a impunidade não seja mais escusa para novas mortes.

La misoginia mata todos los días. Mató a Isamara Filier, a un niño, a otras ocho mujeres, y a tres hombres. Es intolerable que el machismo encuentre eco en el pensamiento conservador, y justifique el feminicidio. Es el momento de fortalecer la política de derechos humanos para defender a las mujeres de la cultura del odio y la violencia por el único motivo de ser mujeres. Debemos defender con firmeza la Ley Maria da Penha, y hacer valer la Ley del Feminicidio para que la impunidad no vuelva a ser una excusa para nuevas muertes.

Reflexionando en el hecho de que Isamara buscó protección policial en varias ocasiones, Janaina Penalva, profesora de derecho, observa [15]:

Infelizmente, a importância das leis que reconhecem os direitos das mulheres não se mede apenas quando elas conseguem prevenir a violência, quando falham também mostram o valor que têm. A carta de Campinas é a prova disso.

Desafortunadamente, la importancia de la leyes que reconocen los derechos de las mujeres no se mide solo cuando pueden prevenir la violencia. Cuando fallan también muestran el valor que tienen. La carta de Campinas es una prueba de ello.

Con tantos hombres tratando de racionalizar el asesinato de 11 personas, la única forma de combatir una forma de pensar tan volátil podría ser educar a las futuras generaciones para entender que la violencia de género no es una cosa normal.

Acostumbrada a lidiar con tales casos, la fiscal Gabriela Mansur afirmó [16] con tristeza en una entrevista con el Huffington Post que las causas de las mujeres no son una «prioridad» en Brasil:

Enquanto não for prioridade de investimento público, destinação de verba, aprimoramento dos atendimentos, credibilidade da palavra da vítima, deixar pessoas especializadas em estratégias de políticas públicas e criminal, enfim, enquanto não for prioridade não vamos conseguir diminuir os índices de violência contra a mulher.

Mientras no sea una prioridad la inversión pública y el destino de fondos, la mejora de tratamiento, la credibilidad en la palabra de la víctima,  y la preparación de especialistas en políticas públicas y de delitos, en definitiva, mientras esto no sea una prioridad, no conseguiremos reducir los índices de violencia contra las mujeres.