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Trinidad y Tobago: ¿El despido del conductor de «Crime Watch» puede evidenciar un problema más grave?

Categorías: Medios ciudadanos
A screen grab of the opening segment of a 'Crime Watch' episode posted on YouTube, hosted by Ian Alleyne. [1]

Imagen tomada de la escena introductoria de ‘Crime Watch’, presentado por Ian Alleyne. Episodio subido a YouTube.

El delito es un tema candente en Trinidad y Tobago, y Ian Alleyne, el autoproclamado paladín del pueblo y conductor estrella de Crime Watch, uno de los programas más vistos de lucha contra el crimen a nivel nacional, lo es posiblemente aún más. A pesar de haber protagonizado algunas situaciones polémicas, como su decisión de transmitir [2] imágenes de la violación de un menor o su arresto [3] a principios del 2016 acusado de usar lenguaje obsceno y de resistencia a la autoridad (si bien a manos [4] del inspector de policía, Roger Alexander, presentador del programa rival sobre crímenes, ‘Beyond the Tape’ [5]), su popularidad no ha disminuido.

A comienzos de setiembre del 2016, CNC 3, el canal que emitía ‘Crime Watch’, y que había difundido la noticia de la detención de Alleyne (editando convenientemente las palabrotas que había utilizado contra el policía en cuestión), anunció que iba a dar de baja el programa. Esta no era la primera vez para Alleyne; sus contratos con otros dos canales también fueron rescindidos.

El bloguero Mr. Live Wire en el ingenioso sitio de noticias Wired868 reaccionó de inmediato [6], explicando que la empresa de medios había decidió distanciarse de Alleyne después de que él presentó «un informe de investigación, al que llamó exclusivo, sobre los trabajos de construcción en el estadio Brian Lara», que derivó en que la empresa de desarrollo inmobiliario Corporación de Desarrollo Urbano de Trinidad y Tobago [7] (UdeCOTT en inglés), que trabajó en la construcción del estadio, iniciara acciones legales no solo contra el programa sino también contra CNC3.

La publicación simuló sorpresa ante las «afirmaciones irresponsables contra el gobierno» de Alleyne, recordando [6] a los lectores que el presentador de televisión había competido por un escaño [8] para uno de los partidos opositores. (Previamente, en el 2002, Alleyne se había postulado sin éxito para ocupar una banca por el distrito de Chaguanas [9] como candidato del actual partido gobernante).

A pesar de que la cancelación del programa en CNC3 ha conseguido que los internautas hablen más que nunca del polémico presentador, el debate también ha comenzado a abarcar cuestiones más amplias – incluyendo el aumento de la tasa delictiva del país, la brecha socioeconómica entre los que tienen recursos y los desposeídos, la falta de confianza pública en la policía y el poder judicial, y la responsabilidad de los medios al sensacionalizar los delitos violentos – todos factores que han generado un clima propicio para este tipo de programas.

Mientras tanto, el propio Alleyne se dedicó a buscar la reconciliación [10] y hacer control de daños en su página de Facebook, publicando [11] un video para anunciar que estaba construyendo su propio estudio y pidiendo a sus seguidores que apoyaran el programa mediante el envío de donaciones monetarias. El hilo se llenó de comentarios de admiración y apoyo; los fanáticos claramente estaban interesados en el regreso del programa, aunque Alleyne no especificó en qué plataforma estaría disponible.

El usuario de Facebook Eric Ribeiro, sin embargo, dijo [12] respecto al incidente:

Like all talk shows Crime Watch serviced a select group of people who found Alleyne to be interesting, amusing and effective. No one can be faulted for their taste in entertainment or otherwise. Where Alleyne went wrong is in miscalculating the value of his support and as we say here in Trinidad, taking basket from social media animals whose only worth to him is stoking the fire against his employers, a battle he was bound to lose. After being fired three times will he learn? Not if he keeps doing the same thing and expects different results. I genuinely wish him well.

Al igual que todos los programas de entrevistas Crime Watch estuvo al servicio de un selecto grupo de personas a las que Alleyne les parecía interesante, divertido y eficaz. Por lo demás, nadie puede ser juzgado por sus elecciones en materia de entretenimiento. Alleyne se equivocó al sobrevalorar el apoyo con el que contaba y como decimos aquí en Trinidad, al meterse con animales de medios sociales que para lo único que sirvió fue para avivar el fuego contra sus empleadores, una batalla que estaba destinado a perder. ¿Será que después de tres despidos aprenderá? No si continúa haciendo lo mismo esperando resultados diferentes. En realidad yo le deseo lo mejor.

Otra internauta, Crystal Lowe, consideró [13] que el constante cambio de lealtades políticas de Alleyne finalmente le jugó en contra, pero lo que más llamó la atención de muchos otros fue la declaración [14] de la Asociación de Medios de Trinidad y Tobago (MATT por su sigla en inglés) acerca de la suspensión del programa de CNC3:

While some viewed Crime Watch as sensational reality TV, the show also served a significant public interest. Many viewers relied on it as a window into communities that are relentlessly besieged by inadequate social services and a wide range of crimes, most of which are ignored by the traditional media. The programme on one hand bordered on exploitation of vulnerabilities while on the other hand it offered visibility and voice to citizens who were otherwise unable to access formal and timely redress through law enforcement and the judiciary. […]

MATT hopes that should there be a fourth incarnation of Crime Watch, its best elements that serve the public interest could be reinforced and its weaknesses addressed by consistent and meaningful investment in journalistic best practice.

Aunque algunos consideraban a Crime Watch como un reality sensacionalista, el programa también era de gran interés público. Para muchos era una ventana a comunidades continuamente asediadas por deficientes servicios sociales y una amplia gama de delitos, la mayoría de los cuales son ignorados por los medios de comunicación tradicionales. El programa, por un lado transcurría al límite de la explotación de vulnerabilidades, mientras que por otra parte ofreció visibilidad y voz a ciudadanos que de otra manera no podrían acceder a una reparación formal y oportuna a través de la policía y el poder judicial. […]

MATT espera que en caso de que la cuarta temporada de Crime Watch llegue a la pantalla, se fortalezcan sus mejores elementos que sirven al interés público y que sus debilidades se superen mediante una continua y significativa inversión en la mejor práctica periodística

MATT también negó las acusaciones [15] de que debido a que su presidente trabaja de manera independiente para CNC3 su declaración se había visto de alguna manera afectada.

Aunque la popular web satírica The Late O'Clock News se divirtió [16] con el tema, el activista Brendon O'Brien, en su blog Activizedplanteó [17] que a pesar de que detesta la serie, su cancelación en realidad estaría empeorando la situación:

In a Facebook post Ian Alleyne posted days ago (which, conspicuously, can’t be found), he asked supporters of his show to come to the offices of CNC3 to support him in his fight against what he seems to consider censorship. According to him, the station intends to ask him to sign a contract demanding him to no longer critique the present government. This comes after him insinuating that the wives of two Government ministers benefited from multi-million-dollar contracts at the Brian Lara Stadium […] Since then, government minister Colm Imbert has done more than deny Alleyne’s statements [18].

Now, his show has probably been a political advertisement pretending to be superhero talk show for a while. That’s not the scariest part for me. The scariest part is that he’s played the ‘free speech champion’ before, and rallied people to his cause.

En un mensaje de Facebook publicado por Ian Alleyne días atrás (que llamativamente ha desaparecido), le pedía a los partidarios de su programa que se acercaran a las oficinas de CNC3 para apoyarlo en su lucha contra lo que aparentemente consideraba censura. Según él, el canal tenía la intención de pedirle que firmara un contrato donde le exigían no criticar al actual gobierno. Esto sucedió después de que él insinuara que las esposas de dos ministros del gobierno se beneficiaron con contratos de varios millones de dólares en la construcción del estadio Brian Lara […] Desde entonces, el ministro de Gobierno Colm Imbert ha hecho algo más que negar las declaraciones de Alleyne [18].

Ahora, su programa probablemente ha sido propaganda política que pretendía ser un show de entrevistas conducido por un super héroe durante un tiempo. Eso no es lo que más me asusta. La parte más aterradora es que anteriormente ha jugado a ser el «paladín de la libertad de expresión», y ha sumado gente a su causa.

Él continuó diciendo [17]:

Ian Alleyne represents a collection of unfortunate truths about Trinidad and Tobago; we don’t trust our justice system, nor do we trust our government officials, but have all-too-much faith in those who pander to us (extra points for obnoxiousness). It doesn’t hurt him in the slightest that media houses are eager to betray their own ethics for a chance at the ratings that he brings…assuming our local media houses have ethics to begin with. […]

It is in these moments – when he is off the air – that Ian Alleyne truly shows his strength as a personality. He’ll rally the people, and strike the fear of the Almighty Dollar into one media executive or another. He’ll likely end back up on the air, at some other TV station if not CNC3. Not because it’s the responsible thing to do, but because enough of his fanatics will throw themselves in the street for him if he demands it, and because every second he’s not on the air a TV advertising spot devalues.

But this says even more about us than it does about Ian. CrimeWatch has been on the air since 2010. In just those 6 years, he’s shown graphic images like the corpse of an infant and the rape of a minor […] and we never once realized that this is not the sort of person we need parading our nation, pretending to be our hero.

Ian Alleyne representa un conjunto de desafortunadas verdades sobre Trinidad y Tobago; no confiamos en nuestro sistema de justicia, ni en nuestros funcionarios públicos, pero tenemos demasiada fe en aquellos que nos adulan (puntos extra por detestables). No le duele en lo más mínimo que las empresas de medios estén dispuestas a traicionar su propia ética por una oportunidad en el rating que él consigue … suponiendo que los medios locales tienen ética, para empezar. […]

Es ahora- cuando está fuera del aire – que Ian Alleyne realmente muestra su fortaleza como figura. Él va a unir al pueblo, e infundir temor al todopoderoso dólar en uno que otro ejecutivo de medios. Probablemente termine de vuelta en el aire, si no es en CNC3 en algún otro canal. No porque sea la decisión más responsable, sino porque tiene suficientes seguidores que saldrían a la calle si él se los pide, y porque cada segundo que no está en el aire el spot publicitario de televisión pierde valor.

Pero esto dice mucho más de nosotros que de Ian. Crime Watch ha estado en el aire desde el 2010. En tan solo 6 años, ha mostrado imágenes de contenido gráfico como el cadáver de un bebé y la violación de un menor […] y nunca notamos que no era el tipo de persona que necesitamos desfilando por nuestra nación, pretendiendo ser nuestro héroe.