El político bosnio que mintió sobre su invitación a la toma de posesión de Trump

Milorad Dodik, presidente de Republika Srpska. Foto de Demokratska stranka (Partido Democrático de Serbia) en Wikimedia Commons, CC BY.

Milorad Dodik, presidente de Republika Srpska. Foto de Demokratska stranka (Partido Democrático de Serbia) en Wikimedia Commons, CC BY.

Las noticias sobre la toma de posesión del nuevo presidente de EE. UU., Donald Trump, han estado dominadas sobre todo por los esfuerzos que ha hecho su equipo para encontrar artistas que quieran actuar en la ceremonia, otros que se habían comprometido y anularon su actuación, predicciones sobre si habría más gente en la marcha de protesta de las mujeres que en la toma de posesión y en la anormalmente alta cifra de congresistas que boicotearán el acontecimiento.

No obstante, en un pequeño país al otro lado del mundo, la toma de posesión de Trump ha recibido atención mediática de un tipo completamente diferente, ya que uno de sus políticos más importantes se ha desvivido por demostrar que estaba invitado a la ceremonia oficial de inauguración.

El 17 de enero, Milorad Dodik, presidente de Republika Srpska (RS), una de las dos entidades de Bosnia Herzegovina (BiH), fue sancionado por el Departamento del Tesoro estadounidense por obstruir los «acuerdos de Dayton», el tratado de paz que puso fin a la guerra de 1992-1995, y estableció la constitución de Bosnia Herzegovina.

Parece que Dodik, conocido por sus políticas secesionistas, rebasó los límites en setiembre del 2016, al organizar un referéndum contra la decisión del Tribunal Constitucional de BiH.

En su respuesta a las sanciones, Dodik repitió las excusas que había dado un mes antes: según su versión, la administración saliente tomaba represalias contra él porque, entre otras razones, estaba invitado a la ceremonia oficial de toma de posesión de Donald Trump.

«Sus políticas fueron derrotadas en las elecciones de noviembre y yo sigo políticamente activo» dijo Dodik. «Por eso se desquitan conmigo. Probablemente no lo hubieran hecho si no estuviera invitado a la inauguración por mis amigos próximos a la administración entrante. Y ese es el golpe que me han lanzado para impedirme asistir, porque simplemente no soportan verme allí».

Esta teoría, ya de por sí muy extraña, todavía se hace más absurda si consideramos el hecho de que Dodik nunca ha recibido tal invitación, a pesar de la teatral historia que ha montado sobre ella.

Sus afirmaciones fueron rebatidas primero por el ministro de Asuntos Exteriores bosnio, Igor Crnadak, cuando declaró que por los cauces oficiales nunca había llegado esa invitación. Crnadak sugirió que probablemente Dodik había conseguido una invitación a alguno de los muchos acontecimientos como resultado de sus cabildeos en EE. UU.

Dodik respondió que «también estaba invitado al baile inaugural, en el que Donald Trump estará presente» y que estaría sentado en la séptima fila. «A menos que la administración saliente me niegue el visado, estaré en la inauguración», dijo.

Poco después de que los medios bosnios y de la región informaran de esta historia, Dodik declaró que había recibido una llamada de Hoyt Brian Yee, subsecretario para Asuntos Europeos y Eurasiáticos, que supuestamente intentó presionarle para que «abandone las políticas de su partido». Dodik dijo que Yee lo había llamado porque conocía su intención de pedir un visado para EE. UU., y que le pidió, entre otras cosas, que respondiera a la citación emitida por la Fiscalía General en relación con el referéndum.

Oh, vaya, nuestro Dodik no puede ir a EE. UU., y dice que Trump lo ha invitado. Si no va, Trump se lo va a tener muy en cuenta.

Dodik contestó a la petición de Yee con fanfarronería, tachando a los EE. UU. de ser «responsables de la crisis de BiH» y pidiendo que «se vayan del país y dejen de meterse en sus asuntos». Al día siguiente, Dodik anunció que se le había negado un visado diplomático, lo que interpretó como una señal de que Maureen Cormack, embajadora de EE. UU. en BiH, llevaba a cabo una vendetta personal contra él, provocada, aparentemente, por haber visto su nombre en la lista oficial de invitados a la toma de posesión de Trump.

Según Dodik, «el problema surgió con la lista oficial para la toma de posesión, la parte que enumera a los invitados y especifica cómo se sientan, ya saben, quién está en qué fila y asiento. Cuando la anterior administración vio esa nota, se pusieron como locos. Además, los certificados para todo eso, con mi nombre, y las entradas para el baile presidencial. De pronto, era como… ¿cómo es posible que esta administración siga pensando que Dodik es el malo, y de pronto lo invitan a esta importante ceremonia, a la que muchos de la actual administración no pueden ni soñar que los inviten?

No obstante, fueron las propias acciones de Dodik las que confirmaron la falsedad de sus afirmaciones. Después de todas las dificultades provocadas por la denegación del visado diplomático, Dodik solicitó un visado turístico a EE. UU. y también se presentó al interrogatorio de la fiscalía, rompiendo su promesa de no volver nunca a Sarajevo.

Aun así, durante todo ese tiempo, Dodik nunca se desdijo de su historia original. El 26 de diciembre del 2016, la cadena pública RTRS emitió un extracto de una entrevista televisiva con Dodik programada para el 29 de diciembre. En este extracto, titulado «Dodik nos muestra la invitación a la toma de posesión de Trump», Dodik enseña una carta que según él le habían enviado sus «amigos del equipo de transición de Trump, que no han olvidado a Milorad Dodik ni a Republika Srpska».

«Decidieron», dice Dodik en la entrevista de televisión, «y tienen derecho a hacerlo, invitarme al acto de inauguración que tendrá lugar el 20 de enero. Y por la noche ─se especifica claramente, aquí tiene la invitación, puede filmarla─ por la noche se celebrará un baile presidencial al que acudirá el presidente, que suele saludar e incluso hacerse fotos con todos los asistentes. Yo la recibí el 2 de diciembre y no he querido atraer la atención de los medios. Pero de todas formas sucedió, y vino de Washington, por lo que sé».

Tengo la impresión de que Trump pospondrá su toma de posesión si Dodik no acude.

Pero la carta que Dodik mostró en la entrevista no es una invitación válida para la inauguración, sino más bien una carta de uno de sus conocidos en la que le invita a un acontecimiento llamado Faith, Freedom and Future Inaugural Reception (Recepción Inaugural de Fe, Libertad y Futuro) organizado por Family Research Council (Consejo de Investigación Familiar, FRC), una organización sin ánimo de lucro dedicada principalmente al activismo contra el aborto.

También era falso que, como dijo Dodik, Trump fuera a asistir al evento: en ese momento no se había dado información sobre qué celebraciones inaugurales contarían con su presencia. Cuando el Comité para la Toma de Posesión Presidencial publicó la lista de los acontecimientos oficiales, el «Baile de Fe, Libertad y Futuro» no estaba entre ellos.

«Carta de prueba» mostrada por la emisora pública de Republika Srpska

«Carta de prueba» mostrada por la emisora pública de Republika Srpska

Unos días después, Obrad Kesić, jefe de la Oficina de Cooperación, Comercio e Inversión de RS, una de las oficinas que Dodik montó en el extranjero para que actuasen como embajadas sucedáneas de Republika Srpska, confirmó la historia. Kesić afirmó que la embajada de Estados Unidos se estaba comportando «de forma extraña», y dijo que además de Dodik, el equipo de Trump había invitado a «otros 20 hombres de estado» a la toma de posesión, rompiendo con la tradición de no invitar a líderes extranjeros al acontecimiento. La embajada de EE. UU. se apresuró a refutar las palabras de Kesić, confirmando que no hay cambios en la práctica habitual.

Esperando las noticias para leer: «Dodik, como principal socio de Trump, es el único con un asiento VIP en la toma de posesión».
Trump a la sombra de Dodik.

También hay fuertes indicios de que la carta de invitación que Dodik mostró en televisión no procede de «un miembro del grupo de transición de Trump», como afirmaba Dodik. Aunque no era visible la firma de la carta, la oferta que hace el remitente de corresponder a «la hospitalidad que nos brindó a Liz y a mí» apunta a Bob McEwen, un antiguo congresista estadounidense que conoció a Dodik en Bania Luka a principios del 2016. McEwen, cuyo mandato como congresista terminó en 1993, es director ejecutivo del Consejo de Política Nacional, uno de los grupos de la derecha religiosa ultraconservadora de EE. UU. que patrocinan el «Baile de Fe, Libertad y Futuro».

Captura de pantalla de www.faithfreedomfutureball.com

Captura de pantalla de www.faithfreedomfutureball.com

McEwen es un cabildero registrado, algo que los medios bosnios han identificado como otra posible relación con Dodik. No obstante, no hay vínculos directos entre McEwen y Trump. Parece que su contacto más cercano fue en junio del 2016, durante una reunión de Trump con 500 líderes evangélicos. Sin embargo, McEwen tiene contactos previos con políticos de los Balcanes. Está listado por el grupo de presión Podesta como uno de sus contactos para las relaciones públicas con Albania en el 2013, y en su CV señala haber patrocinado una conferencia de primeros ministros de la región en el 2005 «con el propósito de facilitar el diálogo y la reconciliación en ese perturbado territorio del mundo».

El CV de McEwen también menciona su papel como observador estadounidense de las elecciones parlamentarias de Polonia en 1989, en acontecimientos «que fomentaron la caída de los gobiernos prosoviéticos en toda la Europa del este». Asimismo dice haber pronunciado uno de los «últimos argumentos antes del voto para autorizar las acciones militares estadounidenses en la operación Tormenta del Desierto», y patrocinó la «Ley de Estrategia Nacional» elogiada por Dick Cheney. Ninguna de estas actividades encajan con la autoproclamada oposición de Dodik al intervencionismo estadounidense que, lógicamente, alcanzó su punto máximo cuando se convirtió en blanco de las sanciones de EE. UU.

Aunque McEwen no fuera el remitente de la carta que Dodik mostró con orgullo en televisión, está claro que los grupos tras el «Baile de Fe, Libertad y Futuro» representan posiciones a las que Dodik dice oponerse. Por ejemplo, el vicepresidente ejecutivo de FRC, Jerry Boykin, fue subsecretario de Defensa para la Inteligencia durante los años de la «Guerra contra el Terror» de George Bush. Irónicamente, la Orden Ejecutiva 13304, que sienta las bases legales de las sanciones contra Dodik, fue firmada por el propio Bush en el 2003, durante ese periodo.

En conjunto, estos factores añaden una gruesa capa de hipocresía al «cuento de la invitación oficial» de Dodik, en el que sus amigos de Washington quedan retratados como la antítesis del intervencionismo de la administración estadounidense saliente, y el propio Milorad Dodik como un hombre de estado excepcional protagonista del supuesto enfrentamiento entre ambos bandos.

La autora de este artículo es miembro del equipo del Istinomjer («ciertómetro»), que publicó su comprobación detallada de los hechos de este caso.

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