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“Hay más militares que población en Cabinda”, dice el activista angoleño Marcos Mavungo

Categorías: Angola, Portugal, Activismo digital, Derechos humanos, Guerra y conflicto, Libertad de expresión, Medios ciudadanos, Política, Últimas noticias
Activisms in Africa, The International Conference organized by Center for International Studies of the Instituto Universitário de Lisboa (CEI-IUL), took place at ISCTE-IUL on january 11-13 th 2017. Fotografia de Hugo Alexandre Cruz.

Activismo en África. La Conferencia Internacional organizada por el Centro de Estudios Internacionales del Instituto Universitario de Lisboa (CEI-IUL), tuvo lugar en el ISCTE-IUL del 11 al 13 de enero del 2017. Fotografía de Hugo Alexandre Cruz [1] . Publicada bajo autorización.

«No hay agua, ni luz. Hay hambre», fue así que el activista cívico José Marcos Mavungo [2] estuvo describiendo en Lisboa el 14 de enero, la dura realidad que se vive en Cabinda [3], el enclave que pretende ser independiente desde los tiempos del colonialismo portugués (FLEC) y donde, en la actualidad, existen «más militares que población». Según Mavungo, «Cabinda es un territorio escandalosamente rico» y, por esa razón, «el régimen angoleño dispuso su poder militar en la región».

José Marcos Mavungo es un defensor de los derechos humanos de Cabinda que estuvo preso por el régimen angoleño bajo la acusación de «incitación a la rebelión y violencia». El activista cívico fue condenado a 6 años de cárcel, de los que cumplió sólo uno, siendo absuelto por falta de pruebas.

El activista estuvo recientemente en Portugal para participar en el «Congreso Activismo en África [4]» realizado por el Centro de Estudios Internacionales del ISCTE – Instituto Universitario de Lisboa.

Cuando Angola se independizó de Portugal (1975 [5]), en Cabinda se empezó a vivir una situación de «feudalismo despótico fruto de una descolonización desastrosa», dijo Mavungo en la Mesa Redonda de cierre del Congreso. Tras la independencia, Angola entró en un conflicto que «desarticuló las mentes y donde la política acabó por deslizarse hacia una gestión política criminal» que «legítima el crimen como los acontecimientos del 27 de mayo [6] (1977), el viernes sangriento [7] (1993), los asesinatos de Cassule y Kamulingue [8] (2012) y la experiencia trágica vivida por Filomeno Vieira Lopes [9] que no cometió otro crimen si no contestar», recordó Marcos Mavungo ante un público que lo escuchaba atento.

Activisms in Africa, The International Conference organized by Center for International Studies of the Instituto Universitário de Lisboa (CEI-IUL), took place at ISCTE-IUL on january 11-13 th 2017. Fotografia de Hugo Alexandre Cruz. Publicada com autorização

Activismo en África. La Conferencia Internacional organizada por el Centro de Estudios Internacionales del Instituto Universitario de Lisboa (CEI-IUL), tuvo lugar en el ISCTE-IUL del 11 al 13 de enero del 2017. Fotografía de Hugo Alexandre Cruz [1] . Publicada bajo autorización.

El activista cabidense, de fe cristiana, destaca la riqueza de Angola como «uno de los raros países donde Dios abrió la mano para todo, petróleo, diamantes, oro, madera, café». En cuanto a Cabinda, el «Oro Negro de Angola [10]«, el activista ni quiere hablar, «Hay muchas cosas que sólo Dios sabe», dijo. El enclave, que está prácticamente rodeado por la República Democrática del Congo, es la 18ª provincia de Angola. La extracción del petróleo en la región «representa cerca del 70% de lo exportado» por el país. A consecuencia de la explotación del «oro negro», Cabinda es una región extremadamente contaminada. «Las aguas están contaminadas, las enfermedades proliferan, especialmente entre los niños. Los diferentes impasses entre las partes generan un conflicto complicado de gestionar», declara Mavungo:

Por causa desse conflito, que desarticulou as mentes dos governantes a experiência cívica se desenvolve num ambiente hostil, onde os detentores do poder se apoderaram de tudo que é recurso nacional em especial o petróleo e os diamantes e depois criaram um gueto económico onde é notório os propósitos de rapina – que vem debicar tudo que é recurso, apanham tudo – é nesse contexto que aparece a governação corrupta onde os governantes em vez de governarem aparecem como comerciantes e as próprias politicas são estruturadas para enviar a riqueza para eles próprios e a tirar do pais. Todo o mundo fala que Angola investiu em Portugal, França e Inglaterra, mas em Angola não [há investimento]. Está na pobreza.

Produz-se muito petróleo, mas não investimento de fundo. Há investimento para o mundo ver, bons escritórios e carros de luxo, enquanto a indústria e a agricultura é ignorada. Há uma hipertrofia da classe política dominante que fica com o grosso dos recursos. Estamos perante um feudalismo despótico, uma ditadura dos verdadeiros adoradores do Deus Mamon [11] [riqueza, cobiça], adorado em Angola. É nesse contexto que se desenrola a nossa luta cívica.

A causa de este conflicto, que desarticuló las mentes de los gobernantes, la experiencia cívica se desarrolla en un ambiente hostil, donde los que tienen el poder se apoderaron de todo lo que es recurso nacional, especialmente petróleo y diamantes, creando asimismo un gueto económico con claros propósitos de robo – que van picoteando todo lo que es recurso, lo pillan todo –.  Es en este contexto que aparece la gestión política corrupta, donde los que gobiernan, en lugar de gobernar, actúan como comerciantes y sus políticas están estructuradas para dirigir la riqueza hacia ellos mismos, aprovechándose del país. Todo el mundo dice que Angola invirtió en Portugal, Francia e Inglaterra, pero en Angola no [hay inversiones]. Está en la pobreza.

Se produce mucho petróleo pero sin inversiones realmente. Hay inversiones de cara al mundo, buenos despachos y coches de lujo, dejando olvidadas industria y agricultura. Hay una hipertrofia de la clase política dominante que se queda con lo gordo de los recursos. Estamos delante de un feudalismo despótico, una dictadura capitaneada por verdaderos aduladores del Dios Mammón [12] [riqueza, codicia], adorado en Angola. Es en ese contexto que se desarrolla nuestra lucha cívica.

La falta de inversiones en áreas como la salud y la agricultura hace que la mortalidad sea elevada. “La crisis es muy grande, el hambre es mucha, las enfermedades también son tantas que las personas mueren como gallinas”, denuncia el activista cívico añadiendo que ya “no hay lugar para tantos muertos . Los cementerios ocupan un espacio grande como la ciudad misma”, declara. Fue en ese contexto que decidió fundar Mpalabanda [13] (2003), una asociación cívica de Cabinda cuyo objetivo es “defender el hombre en Cabinda, en Angola, en África y en el mundo”, pero la misma fue prohibida por el Tribunal Provincial de Cabinda en el 2006:

Depois de três anos de luta, o regime “en place”[no poder] ilegalizou a Mpalabanda mas nós continuamos a denunciar e a dizer que era necessário repartir os recursos com a população”

Después de tres años de lucha, el regimen «en el poder» ilegalizó Mpalabanda pero nosotros seguimos denunciando y diciendo que era necesario repartir los recursos con la población

Durante la presentación, Marcos Mavungo recordó el momento en que acabó preso:

No dia 14 de março de 2015, pensamos e fazer uma manifestação [de protesto contra a falta de recursos para a população] então enviamos uma carta ao governador para informar da ação. Para informar a polícia que íamos fazer uma ação pacífica [de protesto] na rua. Mas, fui preso. A carta foi assinada por cinco de nós, mas apenas eu fui preso. Acusado de posse de explosivos.

El día 4 de marzo del 2015, pensábamos en hacer una manifestación [de protesta contra la falta de recursos para la población] y decidimos enviar una carta al gobernador para informar sobre la acción. Asimismo informar a la policía que íbamos a hacer una acción pacífica [de protesta] en la calle. De los cinco que firmamos la carta sólo yo acabé preso, acusado de posesión de explosivos.

Mavungo fue inicialmente condenado a 12 años de cárcel, bajo propuesta del procurador, pero el juez rectificó la pena a seis. El activista cívico afirma que la detención lo hizo aún más fuerte, gracias también a la presión y al apoyo de la comunidad internacional. Durante los años de prisión Mavungo se enfermó, vió su salario cortado sin posibilidad de sustentar a la familia; su esposa amenazada por agentes y él mismo amenazado en la cárcel. Sin embargo, Marcos Mavungo dijo que jamás perdió la fe y da las gracias por la «fuerza de Dios».

“Quo Vadis” Angola

Activisms in Africa, The International Conference organized by Center for International Studies of the Instituto Universitário de Lisboa (CEI-IUL), took place at ISCTE-IUL on january 11-13 th 2017. Fotografia de Hugo Alexandre Cruz.

Activismo en África. La Conferencia Internacional organizada por el Centro de Estudios Internacionales del Instituto Universitario de Lisboa (CEI-IUL), tuvo lugar en el ISCTE-IUL del 11 al 13 de enero del 2017. Fotografía de Hugo Alexandre Cruz [1] . Publicada bajo autorización.

Al clausurarse el congreso, José Marcos Mavungo anunció que Angola está pasando por un gran desafío frente a la «democratización del país». El «autoritarismo de la clase política dominante» es una traba a la participación eficiente del ciudadano en la gestión pública. Ese «feudalismo despótico» impide la «implementación de instituciones estables y la erradicación de la pobreza». Por esa razón, Mavungo, y sus pares, están muy inquietos sobre el futuro de Angola sin saber «hacia dónde camina», y cree que tendrá que haber «una gran explosión» [de cambio] en el país.

Mavungo cree que ha llegado el momento en que la «comunidad internacional ayude el país a desarrollar una democracia pluralista». Considera esencial «la construcción de un orden nacional e internacional» para Angola, que sea a la vez «más razonable y más equitativo», de modo que la población sienta que las organizaciones del Estado funcionan. El activista cívico acaba:

As pessoas precisam de sentir que o Estado funciona, porque os seus fundamentos estão destruídos. A justiça, liberdade e fraternidade, que se resume à dignidade humana não existe em Angola.

La gente necesita sentir que el Estado funciona, ya que sus fundamentos están destruidos. La justicia, la libertad y la fraternidad, que se resumen en la dignidad humana, no existen en Angola.