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Ficticia, fraudulenta, falsa, fabricada: Hay que encontrar la terminología para expresar la verdad en las noticias

Categorías: Ideas, Lenguaje, Medios ciudadanos, Periodismo y medios, NewsFrames
fukushima daisies

Foto por el usuario de Imgur pleasegoogleShakerAamerpleasegoogleDavidKellyse

La frase «Fake news» («Noticias falsas») ha recibido últimamente demasiada atención, especialmente en casos recientes que manifiestan efectos potencialmente poderosos y de amplio alcance. Su potencial para desencadenar violencia fue demasiado real a finales de año nuevo: considere la amenaza nuclear del pasado diciembre que el ministro paquistaní de Defensa, Khawaja Mohammad Asif [1], envió a Israel basado en un informe de prensa falsificado acerca de las intenciones israelíes. En los Estados Unidos, las «noticias falsas» se han convertido en una forma de etiquetar a fuentes informativas que parecen importantes acerca de Donald Trump [2], pero también han sido consideradas como una posible explicación para su ascenso a la presidencia. [3]

Las noticias falsas no son el único problema, personas como Melissa Zimdars (una profesora cuya lista de noticias falsas fue ilustremente presentada tras los resultados de las elecciones de los EE. UU.) se han hecho notar [4]. De hecho, casos de propaganda, información falsa, desinformación, click-bait (cebo de clics) y «veracidad» parecen del mismo modo prevalentes y, quizás en algunos casos, más perjudiciales (así como Gilad Lotan argumentó recientemente [5]).

En realidad, es difícil saber qué son las «noticias falsas» con exactitud. No es suficiente que un reportaje tenga información incorrecta — los periodistas se han equivocados antes — y no se incluyen casos de fraude periodístico descarado [6]. Anteriormente, el uso de noticias falsas estuvo más estrechamente vinculado al contenido fabricado con la intención de generar ingresos. Ahora el término puede incluir una gama completa de tipos de noticias cuestionables incluyendo algunos de los casos problemáticos mencionados anteriormente. Hay como mínimo una disputa sobre el término, al menos en espacios de medios de comunicación en inglés [7]. Al tratar de traducir este término en otros idiomas se refleja aún más el problema: en japonés, donde デマ [8] o «dema» puede significar «noticias falsas» pero también «rumores falsos [9]«.

Una cosa que las «noticias falsas» si captan es el problema que los lectores están teniendo al explicar la diferencia entre lo que es cierto y falso en los reportajes periodísticos. Un estudio realizado con 7,800 estudiantes de la Universidad de Stanford [10] el último año mostró que, por ejemplo, la mayoría de los estudiantes de la escuela secundaria en EE. UU. asumen fácilmente las fotos y sus leyendas como «reales,» [11] sin pensar en verificarlas. ¿Y la prueba fotográfica se cuestiona?

Flores nucleares en Fukushima

Al ser presentada esta imagen, los estudiantes tuvieron un momento difícil al considerarla como evidencia de un desastre nuclear y no como cualquier otra cosa.

Entonces, ¿cómo podemos hablar sobre este y otros problemas generados por ESTE TÉRMINO sin que resulte ambiguo más adelante? En especial dado que, desde la perspectiva mundial de Global Voices, los problemas planteados por las noticias falsas no son para nada nuevos. Por esta razón, la Iniciativa NewsFrames, como uno de sus primeros esfuerzos, está buscando incluir un poco de claridad, especialmente a una escala global.

Esto significa abordar la difícil tarea de encontrar las palabras correctas que describan los problemas y fenómenos. En diciembre, comenzamos con ficticio pero nos acercamos a términos como falsofraudulento, ambos comenzaron a tener implicaciones sobre las intenciones del autor y la criminalidad que nos hicieron sentir incómodos. Por el momento, nos hemos concentrado, un poco indecisos, en el término noticias fabricadas, sobre las que puede leer más en esta página [13]. Esperamos que este sea un proyecto en progreso, uno que tendrá en cuenta los esfuerzos de nuestros voluntarios, quienes están recopilando fuentes específicas de estas noticias cuestionables en varios idiomas.

Al insistir en las «noticias falsas» se pueden plantear preguntas acerca de las limitaciones generales de reportar determinados hechos, pero también lo vemos como una oportunidad. Los problemas generados por crear, leer, y compartir contenido fabricado han existido por algún tiempo, y escritores profesionales y, también quienes no lo son, han lidiado regularmente con estos problemas y las dificultades relacionadas con lo correcto, lo imparcial, o las medidas objetivas. Podría resultar que mientras reflexionemos poco a poco sobre estos problemas, descubriremos, o re descubriremos un lenguaje para normas en una narrativa confiable y una lectura madura que puedan apoyar sociedades justas.