Organizaciones buscan rastros de migrantes desaparecidos en su paso por la frontera con Estados Unidos

Un migrante aspira a pasar la frontera entre Estados Unidos en el punto Tijuana-San Diego. La cruces rememoran a quienes no consiguieron pasar y murieron en el intento. Fotografía de Tomas Castelazo, tomada de Wikimedia Commons.

Cuando un grupo de migrantes es sorprendido tratando de cruzar la frontera entre México y Estados Unidos, la Patrulla Fronteriza les persigue a través de un terreno hostil que resulta desconocido para la gran mayoría de los mexicanos, guatemaltecos y hondureños que buscan llegar al país norteamericano para mejorar su calidad de vida o para huir de la violencia que arrecia en sus países de origen.

De esta manera, las autoridades utilizan el desierto como un “arma” que culmina en la muerte y desaparición de decenas de miles de inmigrantes indocumentados. La frontera suroeste de Estados Unidos es un «gran cementerio de desaparecidos», según el informe de la organización No More Deaths/No Más Muertes que recoge The Guardian. El vocero de la fundación señala que son decenas de miles de personas las que han desaparecido desde la década de 1990, incluyendo 1.200 tan solo en 2015.

Por otro lado, las cifras de la Patrulla Fronteriza estiman que al menos 6.000 personas han muerto desde los años noventa. Pero, otras estimaciones son significativamente más altas. No es posible lograr una cifra exacta o cercana, ya que muchos cuerpos jamás son encontrados.

Además de la persecución y dispersión que efectúan las autoridades, la desaparición de personas también es consecuencia del abandono de los “coyotes” o “polleros”, como se le conoce a los contrabandistas que se encargan de cruzan a los migrantes de un país a otro. Muchas veces, los contrabandistas engañan a sus “clientes” al decirles que el paso será seguro aunque la realidad sea otra: un terreno traicionero, una patrulla vigilante, condiciones climáticas extremas y escasez de agua.

La Oficina de Washington para Asuntos Latinoamericanos (WOLA por sus siglas en inglés) ha señalado que el aumento de la migración es una crisis humanitaria, no una amenaza para la seguridad nacional de los Estados Unidos.

Ante esta problemática, han surgido numerosas organizaciones que usan las plataformas digitales como una herramienta para dar identidad a los cadáveres encontrados en el desierto y que se encuentran en calidad de «desconocidos».

Pantalones, hebillas y artículos personales

I Have A Name/ Yo tengo Nombre es una base de datos que busca facilitar el acceso a la información acerca del deceso de la persona por petición de sus familiares. Estos últimos desean saber si sus seres queridos fueron víctimas de la delincuencia en Centroamérica, si fueron secuestrados al sur de México, detenidos en el norte, o si lograron llegar a salvo.

Fotografía tomada del sitio yotengonombre.com

Caso 0409: «Camiseta cafe con logo de Guinness. Zapatillas marca Nike talla 8.5 de Estados Unidos. Calzoncillos rojos marca Funk, talla Extra Larga. Encontrado en Dos Palmas Ranch.» La información de contacto se encuentra al seguir el link. Fotografía tomada del sitio y usada con permiso.

El proyecto digital muestra fotografías de artículos personales que aparecieron entre las pertenencias de los migrantes encontrados en el sur de Texas. La iniciativa es del medio El Observatorio de Texas, que -con el permiso de los forenses encargados- fotografió ropa, rosarios, joyas, cinturones, zapatos, peines, pulseras, gorras, mochilas, hebillas y cosas que podrían ser claves para que quienes buscan a sus desaparecidos logren ubicarlos y saber qué pasó con ellos.

Imagen tomada del sitio yotengonombre.com

Caso 0419. «Pañuelo azul. Pasta dental y cepillo dental. Se cree que los restos fueron encontrados en el condado de Jim Hogg County, pero fueron enterrados en el cementerio Sacred Heart Cemetery en el condado de Brooks County, y exhumados el 23 de mayo de 2013.» La información de contacto se encuentra al seguir el link. Fotografía tomada del sitio y usada con permiso.

Mientras tanto, en Facebook existe la página llamada «Desaparecidos y sin reclamar en la frontera«, que realiza la misma labor y añade además fotografías de tatuajes que facilitan la identificación de los cuerpos. En el timeline se pueden leer mensajes que anuncian la localización de familiares:

FAMILIA LOCALIZADA. MIL GRACIAS POR COMPARTIR!! (…) Cuerpo encontrado el día martes 3 de enero de 2017 en Río Grande, Hidalgo, Texas. El cuerpo mostraba signos moderados de descomposición, y determinaron que se trataba de un varón en edad adulta, de aproximadamente entre 30 y 40 años».

Los usuarios que deseen compartir la fotografía e información de su familiar desaparecido durante su intento por cruzar la frontera, pueden hacerlo a través de dicha página.

Estas fotografías son la prueba silenciosa de cómo el desierto se ha convertido en un infierno a 110° F (43°C) para indocumentados. Las políticas migratorias del país norteamericano y el aumento en la militarización de la frontera parecen obligar a los migrantes a internarse en las zonas más apartadas del desierto de Arizona y otras zonas que no conocen.

Así se testimonia el fin de uno de los casos:

Un caso más se cierra, y una familia se encuentra plenamente agradecida con todos ustedes por haber compartido este caso, y que llegará hasta Mexicali, Baja California.

En el mes de octubre por medio de las fotografías que se publicaron, pudieron identificar algunos tatuajes de su familiar, tuve la oportunidad de hablar con ellos, y lamentablemente todo coincidía, pero esperamos a que la familia hiciera el trámite y lo pudiera identificar, durante ese mismo mes nos confirmaron que se trataba de Emilio Hipólito, pero nos pidieron tiempo, para el duelo y tiempo para esperar recibirlo de nuevo. En el mes pasado se comunicaron y nos confirmaron que sus restos ya están descansando en su natal Mexicali, y que querían dar el caso por cerrado agradeciendo a toda y cada una de las personas que compartieron el caso, ya que si no fuera por eso, tal vez hoy aún se preguntarían donde está.

 

Y concluye:

Emilio Hipólito salió de su casa con un sueño pero jamás regresó, su madre aún albergaba la esperanza de que el volviera pero al pasar de los días se preguntaban que le habría pasado.

Hoy el ya descansa en paz pues fue plenamente identificado y sus restos ya fueron repatriados a su natal Mexicali. Sus hermanos y familia se encuentran encuentran muy agradecidos, en especial su madre, pues el vivía con ella. Le sobrevive una hija, descanse en paz Emilio Hipólito.

Mil gracias amigos! Todo es gracias a ustedes, sigamos compartiendo casos, su ayuda es imprescindible!

Muchos migrantes corren con la peor de las suertes y perecen. Si la suerte mejora un poco, sus restos serán encontrados, pero hasta que no estén de vuelta con su familia, se convertirán en una estadística más de los desaparecidos, de aquellos que despertaron del sueño americano sin siquiera haberlo vivido.

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