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Protegiendo el antiguo alfabeto de Georgia en la era digital

Categorías: Asia Central y Cáucaso, Georgia, Arte y cultura, Medios ciudadanos, Tecnología

Alfabeto georgiano. Postulaba en el «Concurso Escribe en georgiano». Foto de la página web oficial de «Escribe en georgiano».

El siguiente es un artículo de los compañeros [1] de EurasiaNet.org [2] escrito por Monica Ellena [3]. Se vuelve a publicar con autorización.

Los dedos de Dato Dolidze se mueven con lentitud por el viejo móvil mientras le escribe un mensaje de texto a su hijo.

“Mi móvil sólo tiene el alfabeto latino, así que cada vez que escribo un mensaje tengo que traducir las letras georgianas a las latinas. Es un problema», dice este cincuentón vendedor de naranjas en un mercado de verduras de Tiflis.

Aunque los teléfonos más nuevos permiten el uso del alfabeto georgiano, muchos en Georgia –donde el salario medio es de unos 333 dólares al mes– tienen, como Dolidze, móviles más baratos y viejos.

El alfabeto exclusivo de Georgia es una de las víctimas no deseadas de esas concesiones digitales.

El curvilíneo alfabeto georgiano ha seducido a eruditos y calígrafos durante siglos, más recientemente a la Organización Educativa, Científica, y Cultural de las Naciones Unidas. El pasado diciembre, la UNESCO incluyó al alfabeto georgiano en el registro de patrimonio cultural intangible de la humanidad [4] de la organización.

En realidad, el georgiano tiene tres escrituras: mkhedruli, la que se usa comúnmente hoy día, y las antiguas asomtavruli y nushkhuri, usadas principalmente en escrituras religiosas y en la mayoría de documentos antiguos. Los tres tipos de escritura, según escribió [5] la UNESCO en su mención, «coexisten gracias a sus diferentes funciones, reflejando un aspecto de la diversa identidad cultural de Georgia».

El alfabeto georgiano difícilmente está en un peligro inminente. Pero es un desvalido lingüístico, pues lo usan solamente los georgianos y los idiomas relacionados en Georgia, como el mingreliano y el svano, y lo habla alrededor de 3,7 millones de personas, o el 0,06% de la población mundial. Y con idiomas menores muriendo a razón de uno cada 14 días [6], en Georgia hay quienes están intentando asegurarse de que su idioma y alfabeto se conserven a largo plazo.

“Las lenguas menores son particularmente vulnerables hoy en día, y por lo tanto necesitan protección», dice Nino Doborjginidze, que dirige el Instituto de Estudios Lingüísticos en la Universidad Estatal Ilia de Tiflis. «Una falta de desarrollo tecnológico para estos idiomas, incluyendo el georgiano, a su vez, impide una diseminación internacional con la que valiosos datos del georgiano sobrevivirían en diferentes medios orales, manuscritos e impresos».

De los 7.100 idiomas en uso hoy en día en todo el mundo, solamente 500 se usan en línea, y apenas 348 son admitidos por Google, el buscador líder a nivel global, según un informe [7] de la UNESCO publicado en 2015. Incluso muchos de esos idiomas que llegan a internet tienen limitaciones: el georgiano, por ejemplo, está representado por un único tipo de letra en Microsoft Word.

Como resultado de las limitaciones de búsqueda del georgiano, con frecuencia se usa escritura latina en su lugar. Por ejemplo, las empresas minoristas y los proveedores de servicios tienden a uilizar el alfabeto latino en sus textos promocionales. “25% p’asdaklebas akhal ch’amosvlis” en lugar de “25% ფასდაკლებას ახალ ჩამოსვლის” (25% de descuento para los recién llegados).

Han surgido iniciativas privadas para reforzar la presencia del georgiano en la web. En 2015, el diseñador industrial Zviad Tsikolia colaboró con el mayor prestamista de Georgia, el Banco TBC, y lanzó el concurso #WriteinGeorgian (Escribe en georgiano), e hizo un llamado a la creatividad de los voluntarios para crear nuevos estilos para los caracteres del alfabeto. Los georgianos respondieron de forma entusiasta, publicaron 160 nuevos tipos de letra en cinco semanas.

“Nuestro idioma y nuestro alfabeto son nuestra herencia; es un tesoro que necesita ser protegido y también mantenido con vida y actualizado», explica Tsikolia, de 45 años, firme defensor del uso del georgiano en la comunicación digital diaria. «El mundo se está volviendo más y más digital, y nuestros caracteres deben poder evolucionar y adaptarse a una realidad que ya no se escribe únicamente en papel».

En marzo, todos los tipos de letra estarán disponibles en la página web del concurso [8] para ser descargados libremente, señaló Tsikolia. “El futuro es glocal, ciudadanos globales que valoran las tradiciones nacionales», comenta Tsikolia. «Cambiar al teclado georgiano toma dos segundos, pero mucha gente ni se molesta en hacerlo», dice Tsikolia.

La vecina Armenia se enfenta a desafíos similares, ya que también tiene una lengua única con un alfabeto que usan solamente los armenios.

“La transliteración es común, especialmente entre quienes viven en el extranjero, pero no son los únicos», explica Gegham Vardanyan, editor jefe de la plataforma de discusión de medios media.am [9]. “No es solamente la escritura latina, los armenios en Rusia se comunican en armenio usando el alfabeto cirílico. El resultado es simplemente extraño, con frecuencia no puedes entenderlo».

Como en Georgia, muchos entusiastas han tomado la iniciativa. Zohrab Yeganyan, oficial de prensa en la defensoría del pueblo de derechos humanos de Armenia, se cansó de ver al armenio maltratado en la web, y se desahogó en su página de Facebook. «Hagamos que el 7 de febrero sea el día de escribir en armenio en internet», escribió en una publicación de 2012. La respuesta fue abrumadora, tanto en armenia como en el extranjero.

“Había gente que solamente hablaba armenio y que decidió aprender a escribirlo, empezando con publicaciones en las redes sociales», dijo Yeganyan a EurasiaNet desde Ereván. Yeganyan dijo que aunque el gobierno armenio ha sido relativamente inactivo en el apoyo del alfabeto, hay signos de que la esfera privada lo emprende cada vez más. «Recientemente, una compañía de móviles empezó a enviar textos a sus clientes en la escritura armenia, cambiando el alfabeto latino», dijo.

El empuje popular ha ayudado a que las escrituras nacionales estén ‘de moda’ de nuevo, sostiene Yeganyan, ya que la gente ha empezado a darse cuenta de que sus albafetos particulares están preparados de forma única para representar los sonidos de su idioma.

“La transliteración ya no es la moda», dice Yeganyan. «Hoy en día, se usa con frecuencia para ridiculizar a algo o alguien».