El martes 7 de marzo, un día antes de que millones de hombres rusos cubrieran de flores a las mujeres de sus vidas para celebrar el Día Internacional de la Mujer, activistas del Movimiento Socialista Ruso rompieron esta tradición y en su lugar cubrieron el metro de San Petersburgo con falsos anuncios que reflejan los problemas cotidianos de las mujeres, como el maltrato doméstico, la diferencia salarial y el acoso sexual. Los carteles también invitaban a la protesta que el grupo convocó para el 8 de marzo en la calle Malaya Sadovaya a las 3 de la tarde.
Según la web del movimiento, cada año mueren más de 10 000 mujeres en Rusia a causa de la violencia doméstica. El grupo no menciona esta cifra, pero es muy probable: en 2003, Amnistía Internacional opinó que el número de mujeres rusas muertas por este tipo de violencia era aún mayor.
«En lugar de crear albergues y centros de crisis, o de introducir mecanismos de protección como las órdenes de alejamiento, el estado ha despenalizado recientemente la violencia doméstica», escribieron los activistas en su web.
Uno de los «anuncios» que puede verse en el metro de San Petersburgo muestra a una mujer semioculta tras un ramo de rosas, con un ojo morado y una frase que dice «Las flores son para los muertos». En ruso, la frase juega con la palabra izbito, que significa «excesivo» y también, literalmente, «golpeada».
Los carteles de los socialistas también inciden en la discriminación laboral: las mujeres rusas ganan aproximadamente un 30% menos que los hombres, y siguen teniendo el acceso legalmente vetado a más de 450 profesiones, como conductora de metro. Con este espíritu, otro cartel muestra a una mujer midiendo su cintura, junto con la frase «Pierde peso. Sé diminuta como tu salario».
Otro cartel trata la mercantilización sexual, y muestra a una mujer con anuncios callejeros de prostitutas pegados a su cara y la frase: «¡Sé bella! Así les gustarás».
Según los activistas, esta imagen se inspiró en parte en un escándalo sucedido en las líneas aéreas Aeroflot, cuando varias empleadas acusaron a la empresa de discriminar a las auxiliares de vuelo de mayor edad y peso eliminándolas de los vuelos internacionales, acusaciones que Aeroflot ha negado tajantemente.
Si los socialistas de San Petersburgo consiguen algún converso con su campaña en el metro, lo necesitarán rápidamente en su batalla por el respeto y los derechos de la mujer en Rusia.
Al mismo tiempo que estos progresistas desvelaban sus anuncios del metro el martes, una empresa local que fabrica ataduras plásticas publicó un anuncio en su web en el que se muestra una mujer en bikini completamente atada hasta el punto de tener los miembros casi azules, e incapaz de liberarse. En la URL del anuncio puede leerse «Clara Zetkin arde en el infierno», probablemente en referencia a la marxista alemana que impulsó la celebración del Día Internacional de la Mujer hace más de un siglo.