Las autoridades de los Emiratos Árabes Unidos han detenido al prominente defensor de los derechos humanos Ahmed Mansoor, y han prolongado la detención del activista Osama al-Najjar a pesar de que ya completó su sentencia.
Doce agentes de seguridad asaltaron y registraron la casa de Mansoor en las primeras horas del 20 de marzo. Detuvieron a Mansoor sin decirle a su esposa a dónde se lo llevaban, según Amnistía Internacional. El paradero de Mansoor sigue siendo desconocido, y a los grupos de derechos humanos les preocupa que esté en riesgo de sufrir malos tratos mientras se encuentra en custodia.
Según la agencia estatal de noticias WAM, Mansoor está acusado de utilizar las redes sociales para «publicar información y rumores falsos, y de promover una agenda sectaria y movida por el odio».
Mansoor es un incansable activista de derechos humanos, y un miembro activo de las redes sociales que tiene más de 17.000 seguidores en Twitter. En 2015, fue galardonado por la Fundación Martin Ennals, que apoya a los defensores de derechos humanos en peligro.
En 2011, él y otros cuatro activistas fueron encarcelados por sus conexiones con UAEHewar.net, un foro de discusión en línea dirigido por Mansoor. Él mismo utilizó el foro para publicar una petición que pedía reformas democráticas en Emiratos Árabes Unidos. Fue acusado de insultar a los líderes de emiratíes y sentenciado a tres años de prisión, pero lo liberaron con un indulto presidencial, luego de ocho meses. Mansoor es «una de las voces dentro de Emiratos Árabes Unidos que brinda una evaluación creíble e independiente del desarrollo de los derechos humanos en el país», dice sobre el activista la Fundación Martin Ennals.
En Twitter, publica frecuentemente algunas violaciones de derechos humanos en Emiratos Árabes Unidos, una monarquía absoluta. Tan solo unos días antes de su arresto, tuiteó su preocupación por prolongada y arbitraria detención de Osama al-Najjar, que no ha sido liberado a pesar de que ya cumplió su sentencia de tres años de prisión.
#الحرية_لإسامة النجار، فقد انتهت مدة حكمه ولم تطلق السلطات في #الإمارات سراحة في بادرة خطيرة وغير مسبوقة وربما ستشكل نهج قادم لسجناء الرأي.
— Ahmed Mansoor (@Ahmed_Mansoor) March 19, 2017
Libertad para Osama al-Najjar. Su sentencia ha concluido, pero las autoridades de los Emiratos no lo han liberado, en un paso peligroso y nunca visto que podría representar una futura táctica en contra de los presos políticos.
Al-Najjar fue arrestado hace tres años por publicar tuits donde expresaba preocupación de que su padre hubiese sido torturado en prisión, y pedía su liberación y la de otros presos de conciencia en los Emiratos. Está en prisión desde marzo de 2014 por expresarse en internet, y continúa en lo que grupos de los derechos humanos describen como una detención ilegal y arbitraria.
El padre de Osama, Hussain Al-Najjar, es uno de los 94 activistas procesados masivamente en 2013 por pedir una reforma política en los Emiratos bajo acusación de «dañar la seguridad del Estado». Está cumpliendo actualmente una condena de 11 años de cárcel.
En noviembre de 2014, la Cámara de Seguridad Estatal del Tribunal Supremo Federal, cuyos veredictos no pueden ser apelados, sentenció a Osama a tres años en prisión bajo acusaciones imprecisas y draconianas, incluyendo «instigar el odio» contra el estado, y «diseñar y dirigir una página web [con] información e ideas satíricas y difamadoras». Tras su arresto, se mantuvo al activista incomunicado durante cuatro días, durante los cuales fue torturado. Durante los seis meses posteriores al arresto, se le negó el acceso a un abogado.
Aunque Osama completó su condena el 17 de marzo de este 2017, sigue detenido. Según el Centro del Golfo por los Derechos Humanos, la Cámara de Seguridad Estatal del Tribunal Supremo Federal prolongó su detención a petición del Fiscal Público, bajo el pretexto de que la liberación del activista «supone una amenaza». El tribunal no determinó, sin embargo, cuánto durará su encierro.
En sus continuadas y estrictas medidas en contra de los defensores de derechos humanos y activistas políticos, las autoridades de Emiratos Árabes Unidos despliegan varias tácticas opresivas, que incluyen detenciones arbitrarias y sin posibilidad de comunicación, desapariciones forzadas, tortura y la revocación de la ciudadanía.