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Recetas y astucias paraguayas para comer bien y defender el derecho a la seguridad alimentaria

Categorías: Latinoamérica, Paraguay, Alimento, Medios ciudadanos
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Mercados ecológicos, comunidades, familias y organizaciones responden de modo frontal al problema de la alimentación adecuada y al uso consiente de los recursos naturales. Fotografía tomada del sitio principal de Kurtural y usada con permiso.

A través de la serie #jakaruporahagua [2] («para comer bien», en guaraní y que sigue un proyecto con el mismo nombre [3]) el medio paraguayo Kurtural le siguió la pista al movimiento por la tierra y el consumo adecuado; y también a numerosas comunidades e iniciativas ciudadanas dedicadas al derecho a la alimentación y a las innovaciones agroecológicas.

La serie hace un conteo de los mercados de agricultores en la capital, Asunción, de recetas y de consejos, y también de las historias de quienes dan tiempo y saberes para aprovechar la tierra de modo ético y responsable.

Muchos de los proyectos reseñados hacen uso de las redes para crear conexiones y funcionar en distintas comunidades. Son familias que crean organizaciones emprendedoras, «tribus de productores», comunidades que defienden el derecho a la tierra y también innovadores que se atrevieron a romper con viejas inercias y modos de vida, como Carlos Díaz Meyer, impulsor del proyecto De la Huerta Orgánica [4], que trabajó por muchos años como arquitecto en Estados Unidos y que con la ayuda de sus contactos paraguayos en Nueva York logró hacerse un camino en el terreno:

Ganaba mucha plata pero no tenía vida, todo era trabajo y mucho estrés […] Yo vine de otro ámbito con poca experiencia. Me fui haciendo al andar. Me animé a tener mi huertita, me fui formando. Siempre estuvo en mí la cuestión de la salud, me fui desprendiendo de la visión occidental de la medicina y entendí que el alimento es pura medicina

Recetas tradicionales y contra el desperdicio

Otras entregas se dedicaron a compartir recetas para aprovechar las sobras de las fiestas, para combatir el calor del verano de la región y también aprovechar las bondades de las plantas locales. Otras recetas que se compartieron buscan también traer a la luz las tradiciones que las hicieron populares y explorar sus raíces indígenas.

Comer sano es cosa de tiempo (pero el tiempo es dinero)

Una entrega en particular se dedica a mirar más de cerca las condiciones que rodean a la buena alimentación y las dificultades dictadas por el modelo económico y las posibilidades de la mayoría. Tal como en otras latitudes, el debate de los alimentos sanos, pero de alto precio, domina el debate.

Así, el texto Comer sano no es más caro: es cuestión de tiempo, deconstruye los elementos de la agricultura campesina y la producción industrial, los contrastes en el uso de la tierra, las costumbres alimentarias en los ritmos acelerados de la capital.

Se trata de una constelación de elementos y preguntas sobre la seguridad alimentaria, el respeto al medio ambiente, el poder adquisitivo, los precios justos y en particular, la difícil adaptación de dos sistemas que ven tiempo, producción en ingresos de modo muy distinto. Kurtural conversó con Pablo Angulo para analizar estos fenómenos:

La gran masa obrera tiene una sola preocupación: comer. Así, a secas. […] Pero cuando se trata de comprar productos de lugares alternativos de comercialización que apuestan a la producción sin intervención de químicos (es decir, con ingredientes sanos) persiste la idea generalizada de que esto resulta más caro. ¿Es realmente así?

«Jamás va a ser más caro porque los beneficios son más grandes. La gente del área metropolitana […] ya tiene más conciencia. El problema es que nos estamos dirigiendo a un grupo privilegiado que puede comprar lechuga. Una gran masa no puede comprar ni de la producción convencional –la que usa plaguicidas- ni de la orgánica. Le sale más barato comprar harinas», explica tajante Pablo.

En una próxima entrega, re-editaremos los testimonios y los análisis que siguen los procesos de los pequeños agricultores, los ritmos convencionales de las ciudades y el contraste con las necesidades alimenticias de la población. Se trata de ideas y debates locales frente fenómenos que no son únicos a la gran pregunta global por la alimentación y el uso de los recursos naturales.