
«Cierro el 6 de abril compartiendo imágenes, vídeos y panorámicas. [Este] día marcará nuestras vidas». Fotografía de Luis Carlos Díaz. Usada con permiso.
Por ello, los últimos días en Venezuela han sido caracterizados por protestas que se han enfrentado a fuertes represiones policiales, las cuales han sido denunciadas desde medios ciudadanos, organizaciones no gubernamentales y medios alternativos. La organización de defensa de derechos humanos PROVEA hizo un recuento de las protestas del 4 de abril:
Además de detener, las fuerzas de seguridad del Estado también dedicaron su jornada a reprimir la protesta con bombas lacrimógenas, gas pimienta y perdigones, violando el derecho a la manifestación pacífica, la libertad y la integridad personal y poniendo en peligro el derecho a la vida.
A pesar de la grave situación en la que se encuentra el derecho a la información, debido a la hegemonía comunicacional del gobierno, la sociedad civil levantó su voz mediante las redes sociales en conjunto con los medios de comunicación alternativos,
Las protestas continúan y se siguen documentando a través de las redes. Particularmente en la capital, Caracas, donde tanto las marchas opositoras como a favor del gobierno tomaron las redes sociales con la etiqueta #VzlaTrancaContraElGolpe, #NoSeasCarnede Cañon y #6Abril:
Reprimen marcha pacífica #VzlaTrancaContraElGolpe altura Francisco Fajardo #6Abril. Foto tomada por equipo de @_Provea. pic.twitter.com/RqhHjYRpwP
— Carlos Patiño Pereda (@carlosdpatino) April 6, 2017
La dictadura d unos pocos no podrá con la voluntad d millones q claman cambio. #VzlaTrancaContraElGolpe pic.twitter.com/DMP8HQSlij
— EnkiVzla Disip IELMT (@EnkiVzla) April 6, 2017
Estrategias de seguridad y documentación en las protestas
Buena parte de la información que se ha compartido durante las manifestaciones toma en cuenta también la importancia de la responsabilidad en el uso de las redes. En el contexto de Venezuela, en el que la censura y las limitaciones a libertad de expresión y de acceso a internet se han hecho cada vez más presentes, el uso de las redes y la información ciudadana ha sido clave para la organización, la denuncia y el paso de la información.
Desde Acceso Libre, una organización en pro de la protección a internet, se recolectan datos y denuncias sobre fallos del servicio de internet:
Si van a tuitear sobre fallas de internet esta semana, usen el hashtag #internetVE e incluyan proveedor + ciudad + características del fallo
— Acceso Libre (@AccesoLibreRed) April 6, 2017
Del mismo modo, lanzaron recordatorios de utilidad durante protestas contra el gobierno:
Una vez en la protesta, ten presente que las autoridades pueden estar monitoreando las comunicaciones en el área.
— Acceso Libre (@AccesoLibreRed) April 6, 2017
Indicaron los protocolos de seguridad que deben tenerse en cuenta durante las confrontaciones con la policía:
Tips de actuación ante malas prácticas policiales: pic.twitter.com/PDQTUZnzIw
— Acceso Libre (@AccesoLibreRed) April 6, 2017
Y explicaron los mejores modo de documentar abusos:
Tips básicos para documentar una protesta social: pic.twitter.com/W6mepnwbXS
— Acceso Libre (@AccesoLibreRed) April 6, 2017
Por su parte, la Red venezolana de Periodismo Ciudadano compartió también estos consejos:
#6Abr Estas son las recomendaciones de los estudiantes para participar en una marcha pic.twitter.com/4HSFbGZvvL https://t.co/VFKotdQf5K
— Reporte Ya (@ReporteYa) April 6, 2017
Entre estas recomendaciones se destacaron también los tweets de Luis Carlos Díaz, periodista y colaborador de Global Voices, que hizo un resumen de los modos en los que pueden y deben cubrirse las protestas y registrar los abusos de la policía:
⚡️ “Recomendaciones para cubrir protestas”https://t.co/9E1Xc4BwWq
— Luis Carlos Díaz (@LuisCarlos) April 6, 2017
Y subrayó la importancia de registrar las denuncias:
Las violaciones de derechos humanos no prescriben y las responsabilidades son individuales.
Registra para el futuro, cuando haya democracia.— Luis Carlos Díaz (@LuisCarlos) April 6, 2017
El recuento de los daños
Parte del trabajo de algunos venezolanos en las redes ha sido la reflexión de los conflictos que han llevado al país a este punto de profunda crisis. Los discursos, tanto de seguidores políticos como de representantes gubernamentales, llevan la tensión a niveles altos:
#LoDice Aristóbulo Istúriz: Aquí vamos a defender nuestra independencia con la sangre si es necesario. Los vamos a derrotar
— Efecto Cocuyo (@EfectoCocuyo) April 6, 2017
#LoDice Diosdado Cabello: Cada vez que ellos digan que saldrán, nosotros también saldremos a las calles a defender la revolución
— Efecto Cocuyo (@EfectoCocuyo) April 6, 2017
Para algunos, como Willy McKey, desde el espacio Prodavinci, el arresto de músicos y personas mayores son una muestra del punto de no retorno al que se ha llegado en la relación con los cuerpos de fuerza del gobierno:
Han arrestado y golpeado a un músico. Han golpeado en la cara a un arquitecto de ochenta años. Dos hombres cuyas vocaciones tienen el hermoso poder convocante de imaginar sonidos y espacios para los demás. ¿Está tan traspuesto el Poder, tan fuera de lugar, que a unos efectivos armados pueden parecerles peligrosos un joven y su corno francés, un abuelo y su fe en la protesta como una vía para ejercer sus derechos? […]
Algo ha cambiado.
Algo grande.
Nos han traspuesto.
Mientras tanto, Aglaia Berlutti, desde su espacio en Medium, da cuenta de la normalización del miedo y cómo tomó por asalto la vida cotidiana en las ciudades de Venezuela:
Me detengo antes de cruzar la calle. Cuando miro sobre el hombro, descubro que un segundo militar se unió al primero y ambos contemplan la calle con aire aburrido y hasta cansado. El arma brilla y ahora sí noto la amenaza, como si la descubriera por primera vez en mucho tiempo. La sensación de la custodia imprevisible.[…] El miedo me sube por el pecho y me cierra la garganta. Tan fuerte, tan real que cuando un automóvil toca la corneta al cruzar la avenida, casi me hace gritar de sobresalto. Me llevo la mano al pecho. El corazón le late acelerado. El miedo. El miedo. El miedo en todas partes. Levanto la cabeza. Uno de los militares me mira con los ojos entrecerrados a la distancia. El arma apoyada en el muslo. El escudo de plexiglás bien visible.
Sigo caminando. Lo hago sin volverme a mirar. Preguntándome cuándo el miedo se hizo tan fuerte, invalidante. Insoportable. Cuando el miedo se volvió el único elemento reconocible en medio de esta cotidianidad absurda, lenta y turbia. Cuándo el miedo se hizo una forma de comprender al país.
2 comentarios
Excelente nota, si no e problema usaré parte, con el debido crédito y enlace a esta misma para otro portal web independiente que busca que la información se difunda de manera masiva.
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