Príncipe de cinco años se prepara para reinar en Georgia

Heredero del Trono Real de Georgia, SAR príncipe heredero Giorgi Bagration Bagrationi Mukhranbatonishvili (izquierda) y su padre, Jefe de la Casa Real de Georgia, SAR príncipe Davit Bagration-Mukhranbatoni, usando chokhas tradicionales georgianas. Foto: Casa Real de Georgia.

Este es un artículo de nuestro sitio web asociado EurasiaNet.org, escrito por Tamar Kikacheishvili. Se reproduce con autorización.

Como muchos padres cariñosos, los padres de Giorgi, de cinco años, publican sus fotos en Facebook: se le ve soplando velas en un pastel de cumpleaños, o usando lentes de sol de plástico rojo detrás del volante de un auto, como si manejara.

Pero los comentarios debajo de las fotos contradicen esa humilde apariencia. “¡Larga vida al rey!”, escriben muchos. “Hasta sus cejas se parecen a las de la reina Tamar”, escribió un fan, referiéndose a la reina que gobernó en los siglos XII y XIII y que es ascendiente lejana de Giorgi.

Georgia aspira a ser parte de Europa, y para su gobierno eso significa democracia al estilo de la Unión Europea. Pero una minoría de georgianos quiere que su país siga una tradición europea más antigua de restaurar la monarquía milenaria de su país. Y sus esperanzas están en los pequeños hombros de Giorgi –o, como lo identifica su página de Facebook, Heredero del Trono Real de Georgia, Su Alteza Real, príncipe heredero Giorgi Bagration Bagrationi Mukhranbatonishvili.

El príncipe Giorgi debe en gran parte su posición al líder de la Iglesia Ortodoxa Georgiana, el patriarca Ilia II, que en 2007 pidió que Georgia adoptara una monarquía constitucional. En ese momento, había un impedimento: no había un claro heredero. “Un candidato a la corona debe ser elegido entre los representantes de la dinastía real y debe ser criado adecuadamente desde la niñez”, dijo Ilia en ese momento.

La dinastía Bagrationi gobernó en Georgia desde el siglo X hasta inicios del siglo XIX, cuando Rusia colonizó Georgia y abolió la monarquía. Los Bagrationis quedaron debidamente absorbidos en la aristocracia rusa. La mayoría se esparció a Europa después de la Revolución Rusa y el establecimiento de la Unión Soviética, pero algunos empezaron a regresar de a pocos después de que Georgia recuperar su independencia en 1991, y restablecer la monarquía se volvíó imaginable, aunque todavía no verosímil.

El príncipe Nugzar Bagrationi Gruzinski es el hijo de uno de los pocos Bagrationis que se quedaron en Georgia, un poeta disidente, y es descendiente directo del último rey de Georgia. Pero la hija del príncipe Nugzar, Anna, ya estaba casada – con alguien que no pertenece a la línea Bagrationi– y tenía dos hijas. Ocurrió que se divorció en 2007, y Ilia la emparejó con un primo lejano nacido en España, Davit Bagrationi-Mukhraneli.

Ellos no se conocían antes de que el patriarca arreglara el matrimonio, dijo Mamuka Bagrationi, pariente lejano de Giorgi y anfitrión de un programa de televisión sobre asuntos relacionados con la familia real. “Esto es muy común con la dinastía real, sacrificar su vida privada por el bien del país”, dijo Bagrationi en una entrevista con EurasiaNet.org.

La pareja se casó en 2009 en una ceremona en la Catedral de la Santísima Trinidad de Tiflis, a la que asistieron 3,000 invitados, pero el matrimonio duró poco pues la pareja se divorció en 2013.

Sin embargo, para ese momento ya había nacido Giorgi. Nació en 2011 y fue bautizado por el propio patriarca en la Catedral de Svetitskhoveli en Mtskheta, el lugar tradicional de coronación de los reyes georgianos. Uno de sus padrinos es Levan Vasadze, destacado hombre de negocios, activista contra los gays y antiliberal.

«Fue un acontecimiento enorme que después de 200 años se bautizara a un bebé como Príncipe de Georgia». Ilia said.

La vida de Giorgi está poco documentada fuera de la página de Facebook de la familia real. Luego del divorcio, Giorgi vive con su madre en un departamento en Tiflis. Pero su padre sigue activo en su crianza; una actividad que disfrutan padre e hijo es ver carreras de autos en la pista de Rustavi, una ciudad al este de Tiflis, dijo Bagrationi.

Algunas fotos de Giorgi en Facebook sugieren su singular crianza. Con frecuencia, aparece usando una tradicional chokha georgiana, y se lo fotografía a menudo con el patriarca.

El principe ya habla georgiano, ruso y español, y mientras los miembros de la familia aún discuten los detalles de su futura educación, se centrará en asuntos adecuados para un rey, como política y estudios militares, declaró Bagrationi.

Pronto empezará a estudiar khridoli, arte marcial tradicional georgiana que está pasando por un resurgimento en el país. “Desarrolla varias habilidades como concentración, equilibrio y paciencia”, manifestó Bagrationi.

Aunque las perspectivas de restablecer la monarquía son escasas, sigue siendo públicamente popular, al menos en teoría. En julio de 2015, el Centro de Investigación Doctrina de Tiflis realizó una encuesta: de los 560 georgianos encuestados, casi el 30 por ciento está a favor de restablecer la monarquía.

No obstante, en la práctica, el concepto de la restauración no ha logrado mucho impulso. El partido político que defiende el regreso de la monarquía, Corona Real, no logró participar en las elecciones parlamentarias de 2016. El partido es más antiguo que el príncipe, pero su líder, Vazha Abashidze, dijo que apoya el derecho de Giorgi al trono.

“Es un niño, pero puedo ver que es un niño asombroso que es valiente y de mente abierta, y el pueblo lo adorará”, contó Abashidze a EurasiaNet. “Nuestro guardián ahora es el patriarca de Georgia, pero naturalmente se preocupa más por los cristianos ortodoxos. El rey amará a todos, independientemente de la religión”.

Abashidze expresó que nadie predijo la caída de la Unión Soviética, así que otro giro dramático en el destino del país podría ocurrir más rápido de lo que los georgianos esperan. “Esta es la voluntad de Dios y no sabemos cuándo va a ocurrir, pero definitivamente va a ocurrir”, dijo. “Debemos estar listos para el momento oportuno, y es por eso que debemos tener un heredero bien preparado para el trono”.

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