Millennials chino-franceses protestan contra tiroteos policiales y el mito de la «minoría modélica»

A street wall in Paris. Photo by Flickr user martathegoodone. CC BY-ND 2.0

Una pared de una calle en París. Foto tomada por la usuaria de Flickr martathegoodone. CC BY-ND 2.0.

Este artículo escrito por Sophie Chou se publicó originalmente en PRI.org el 11 de abril de 2017. Se vuelve a publicar aquí como parte de un acuerdo de colaboración entre PRI y Global Voices. 

Las protestas no son algo extraño para los franceses. Incluso un periodista lo llama el «estilo francés».

Sin embargo, después del asesinato de un hombre mayor durante un enfrentamiento contra la policía, la comunidad chino-francesa ha estallado en protestas durante el principio del mes de abril contra la violencia policial y la discriminación racial, una sacudidapara quienes consideraban a este grupo una «minoría modélica» y no agresiva.

«Los medios de comunicación, y diría que Francia, están muy sorprendidos con esta manifestación porque existe el cliché… sobre la comunidad asiática, que da por hecho que es una «minoría modélica», muy pacífica y que nunca se enfrenta a las autoridades», apuntó Doan Bui, periodista de L'Obs, semanario francés de noticias.

Como respuesta a la muerte de Liu Shaoyo, 56 años, padre de cinco hijos al que la policía disparó y mató en su casa el 26 de marzo, la comunidad china en Francia está encontrando una nueva voz. En París, centenares de manifestantes de la comunidad de inmigrantes chinos se reunieron en Chinatown y en la municipalidad, la Plaza de la República y la Plaza de la Bastilla.

Manifestación pacífica por #LiuShaoyo. La multitud empieza a llegar poco a poco. Ahora hay unas 500 personas.

Desde que mataron a Liu, ha habido desacuerdos sobre las circunstancias de su muerte.

Sus hijas contaron a la prensa que abrió la puerta de su casa con unas tijeras que estaba utilizando para preparar el pescado para la cena familiar. La policía afirma que Liu iba armado y que dispararon en defensa propia.

Leo Takeuchi, portavoz y líder de la organización antirracista Asia2.0, cree que el tiroteo fue por motivos raciales.

«Si hubiera sido un hombre blanco, en su propia casa, hubieran esperado y hubieran intentado hablar con él antes de disparar», apunta Takeuchi, de 25 años.

Takeuchi dice que espera que la comunidad asiática en Francia se una por la muerte de Shaoyo y luche contra la violencia policial y contra el maltrato sistemático de los asiáticos en Francia.

«El tiroteo es una tragedia, pero la parte más seria es el racismo institucional», afirma Takeuchi.

Las protestas son un punto de salida para otras manifestaciones recientes de la comunidad china, que ha pedido más protección por parte de la policía francesa.

Los parisinos chinos y chino-franceses dicen que, a menudo, son objeto de atracos debido a su raza, basado en estereotipos de que los asiáticos son un blanco fácil para el crimen.

En el mes de agosto de 2016, Zhang Chaolin, sastre de 49 años, murió después de que tres adolescentes le robaran y le pegaran en un suburbio de Aubervilliers.

Pero las protestas que se dieron a principios de abril incluyeron pancartas que pedían justicia y acusaban a la policía de usar la violencia. Una decía: «police colonialiste», que significa: «policía colonialista».

Francia tiene más inmigrantes chinos que cualquier otro país europeo, pero no existen datos oficiales sobre la cantidad de población o los delitos que se producen contra ellos. Esto se debe a que según las leyes francesas, es ilegal recoger datos sobre la raza y la etnia.

Los expertos calculan que el tamaño de la comunidad inmigrante china en Francia es de unas 500.000 ó 600.000 personas, y la mayoría reside en París. Es el grupo asiático más numeroso de Francia, seguido por ciudadanos de países que eran colonias francesas: Vietnam, Laos y Camboya.

La comunidad chino-francesa podría estar encontrando su voz, pero todavía tiene problemas para hacerse oír. Bui y Takeuchi dicen que los políticos locales han ignorado totalmente la muerte de Liu y las protestas, a pesar de la reciente primera vuelta de las elecciones presidenciales y en las que la inmigración es un tema central.

«No había ningún político, excepto tal vez uno, que haya hablado sobre lo que le pasó [a Liu]», apunta Bui.

Después de la muerte de Liu, Dominique Sopo, presidenta de la organización antirracista francesa SOS Racisme, hizo un comentario sobre el sesgo policial —pero su declaración también incluyó una referencia que algunos sintieron que estaba motivada por estereotipos raciales.

«Estaría bien que la policía no confundiera a un padre chino que estaba cocinando con un miembro de la yakuza japonesa armado e intentando atacarles», dijo Sopo en una declaración oficial el 28 de marzo.

En un correo electrónico que envió Sopo a PRI después de estas declaraciones, aclaró que esa frase era para «ilustrar nuestra crítica a los prejuicios».

«Sospechamos que algunos miembros de la policía tienen muchos prejuicios, por ello hicimos una asociación voluntaria entre un padre de familia chino y un miembro de la yakuza japonesa armado, con el objetivo de mostrar la crudeza de los estereotipos que pueden llegar a la población», apunta Sopo.

Takeuchi dice que este comunicado de SOS Racisme le decepcionó y apunta también que hubo muy poca solidaridad por parte de otras organizaciones.

«Nos sentimos un poco perdidos, incluso una asociación prestigiosa hace bromas sobre la situación», dice Takeuchi.

Concentración en progreso en la [Plaza de la] República por #LiuShaoyo. Unas 300 personas se reúnen de forma pacífica.

Una de las partes más difíciles sobre la luchar contra el racismo a los asiáticos en Francia es que los prejuicios tienen dos caras, dice Takeuchi. Existen estereotipos positivos sobre los asiáticos basados en el concepto de «minoría modélica» y también estereotipos negativos.

«Estamos ante la situación más difícil posible. Tenemos que luchar contra los prejuicios positivos… y no es una situación cómoda para nuestra asociación dentro de Francia», añadió Takeuchi.

Bui dice que con el tiempo, los protestantes chinos se han vuelto más atrevidos y más ruidosos a la hora de defender sus peticiones. Están dirigidos por los más jóvenes, por la generación nacida en Francia, que quiere acabar con la etiqueta de minoría modélica.

«En la primera protesta [después de la muerte de Chaolin], todo el mundo llevaba banderas de Francia», dice. «Y todos los comentarios coinciden en que son muy buenos maniestantes, son muy buenos inmigrantes. Incluso cuando protestan, protestan bien».

Sin embargo, Bui dice que a la generación de más jóvenes ya no le importa esta reputación.

«En este momento, la generación menor nacida en Francia, está harta de esta invisibilidad», apunta Bui. «No quieren ser la minoría modélica o lo que sea, solo quieren ser franceses».

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