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El largo y sinuoso camino de ley de identidad género en Chile

Categorías: Latinoamérica, Chile, Derecho, Derechos humanos, LGBTQI+, Medios ciudadanos, Mujer y género
"Be Not Afraid" (No tengas miedo). Foto de torbakhopper en Flickr. Usada bajo licencia (CC BY-ND 2.0)

«Be Not Afraid» (No tengas miedo). Foto de torbakhopper en Flickr [1]. Usada bajo licencia (CC BY-ND 2.0)

La tramitación del proyecto de ley que “Reconoce y da Protección al Derecho a la Identidad de Género [2]” en Chile, conocida como Ley de Identidad de Género (LIG) y que tiene por objeto terminar con las situaciones de discriminación y exclusión que afectan a las personas trans en Chile – por la actual imposibilidad de manifestar abiertamente y vivir conforme con su identidad de género – recuerda al trágico título de aquella balada escrita por Paul McCartney, The long and winding road (El largo y sinuoso camino).

Y es que para hablar de los inicios de este proyecto de ley tenemos que remontarnos a cuatro años atrás, el 7 de mayo de 2013, cuando ingresó el primer borrador de LIG al Senado, cuyo texto original fue presentado por Fundación Iguales [3] y la organización OTD [4] (Organizando Trans Diversidades).

Según señala esta última organización [5], en estos cuatros años el proyecto de ley ha tenido 15 periodos de indicaciones, con más de 200 indicaciones presentadas, 3 textos aprobados e incluso un breve cambio de comisión parlamentaria. Muchos de estos periodos de indicaciones – que en varias ocasiones no permitieron el ingreso a representantes de organizaciones de la diversidad sexual y de género – tuvieron como objeto limitar o incluso eliminar el derecho a la identidad de género, proponiendo establecer requisitos médicos y psicológicos para acceder al cambio de nombre y sexo en registro, o eliminar el reconocimiento de este derecho a niños, niñas y adolescentes trans. Incluso, el 12 de abril de 2017 se aprobó una modificación [6]que empeoraría la situación actual del procedimiento de cambio de nombre y sexo en registro realizada por una persona trans (actualmente se hace a discreción de los jueces), al facultar a terceros a oponerse a la solicitud de cambio.

Finalmente, el 10 de mayo de 2017, la comisión parlamentaria despachó el proyecto de ley a la sala del Senado para su votación particular, es decir, artículo por artículo.

Este será un momento crucial en la batalla de la diversidad sexual y de género en Chile, pues en adelante las organizaciones de la sociedad civil deberán hacer todos los esfuerzos posibles para generar los acuerdos con los parlamentarios, y mejorar aquellos aspectos que fueron mutilados del proyecto original. En especial, el relacionado a la oposición de terceros, como Franco Fuica [10], vicepresidente de OTD señala:

El tema de la oposición es uno de los nudos críticos que presenta esta ley, es lamentable que se permita que terceros puedan oponerse. Al parecer saldremos del Senado sin la incorporación de niños, niñas y adolescentes, lo que pretendemos que se pueda arreglar en la sala o en la Cámara.

Algunas batallas ganadas

Mientras tanto, en aquello donde la clase política ha demostrado su desconexión con las necesidades de la ciudadanía, la diversidad de género ha ido ganando importantes batallas en la esfera pública y civil.

Un ejemplo cuando el 11 de abril de este año, una jueza de la ciudad de Concepción ordenó el cambio de nombre y sexo legal para que se respete la identidad de género de Álex Tima, quien en octubre del 2016 inició el proceso legal para la rectificación de su partida de nacimiento con el patrocinio legal la Fundación Movilh [11]. Alex Tima señaló a el periódico El Ciudadano [12] que diariamente vivía atropellos a su dignidad, dado que su identidad de género no coincidía con la de su documento de identidad:

En gimnasios no podía entrar al camarín de hombres ni al de mujeres, entonces, no podía disfrutar de las instalaciones. (…) Voy a partir estudiando de cero, sin que me estén preguntando ‘eres trans’, que es lo que no quiero.

La lucha de la diversidad de género ha sido especialmente simbólica en los espacios públicos y educativos. En este contexto, la Superintendencia de Educación recientemente lanzó una circular  [13]elaborada con la participación de organizaciones de diversidad de género, con el fin de resguardar el derecho a la educación y no discriminación de niños, niñas y jóvenes estudiantes trans. El director ejecutivo de la Fundación Iguales, Emilio Maldonado [14], celebró el documento y asegura:

Es un hito para salvaguardar a niños/as y adolescentes trans. Sobre todo porque la tasa de deserción desde el sistema escolar de ellos/as es mayor a la de cualquier otro grupo, por lo cual va en la dirección correcta.

Victorias como la de la circular de educación, fruto de la incidencia de organizaciones de sociedad civil, son las que en última instancia mejoran la vida de personas como Selena, la niña que nos conmocionó con su testimonio de valentía y tremenda integridad, y que con su sonrisa ingeniosa nos invita a reflexionar recordando otra canción de Los Beatles, We can work it out (Podemos solucionarlo).