Movimiento de protesta ruso seguirá presionando, a pesar de la prohibición federal

Maria Baronova (izquierda), Mikhail Khodorkovsky (extremo derecho) y el equipo de Rusia Abierta. Foto: Maria Baronova / Instagram.

A pesar de haber sido declarado ilegal por el Fiscal General, el movimiento opositor Rusia Abierta dice que continuará todas sus operaciones, incluidos los planes de protestas contra Putin a nivel nacional contra su nueva postulación presidencial. Mikhail Khodorkovsky, fundador del movimiento, escribió en Twitter que está “orgulloso” de ver a su creación en el punto de mira del Gobierno.

A decir verdad, las autoridades no solamente han declarado ilegal a Rusia Abierta —lo pusieron en la lista negra como “organización no deseada”, tal vez la manera más dura que tiene el Kremlin para declarar ilegal a un grupo, casi como calificarlo de facción terrorista o extremista. Citando el llamado de Rusia Abierta a manifestaciones políticas, el Fiscal General dijo que la organización amenaza las “bases constitucionales” de Rusia y la “seguridad del Estado”.

Khodorkovsky y varios representantes de Rusia Abierta dicen que la decisión del Fiscal General se aplica solamente a las entidades de la organización registradas en Gran Bretaña, y no al “movimiento social en línea Rusia Abierta”, que organiza protestas, actividades y administra un medio de noticias.

“[El movimento] no interactúa de manera alguna con las entidades legales nombradas en esta decisión”, dijo Alexander Solovyov, nuevo coordinador de proyecto de Rusia Abierta al sitio web Meduza. “Un movimiento en línea funciona en Rusia de acuerdo con la Ley Federal 82 ‘Sobre organizaciones pública’, lo que significa que un movimiento no debe registrarse como entidad legal”.

Credencial de Rusia Abierta de Maria Baronova. Foto: Instagram.

Maria Baronova, otra coordinadora de Rusia Abierta (y tal vez el miembro más visible del movimiento después de Khodorkovsky), insistió a Meduza que las actividades de su grupo son legales, a pesar de haber sido declarado ilegal.

“Somos un movimiento sin entidad legal —una reunión de personas que están de acuerdo en hacer que el Estado ruso sea más europeo y democrático. Y ahora el Fiscal General me dice que yo —ciudadana de la Federación Rusa— soy indeseable”, dijo Baronova.

En una declaración pública disponible en línea, Rusia Abierta declaró que es distinto del grupo ubicado en Gran Bretaña, que el Fiscal General ha puesto en la lista negra. “Rusia Abierta, que lees ahora, es una organización puramente rusa y no se le puede calificar como indeseable”, dice la declaración.

Rusia Abierta está depositando sus esperanzas en el hecho de que la ley contra “organizaciones indeseables” se aplica solamente a “ONG extranjeras e internacionales”. Sin embargo, podría no ser suficiente para que el movimiento se librara, dado que se extiende a todas las subsidiarias rusas.

Las cosas se ponen complicadas, ahora que el dinero entra en el juego. Rusia Abierta tiene personal remumerado (incluidos Solovyov y Baronova), y la fuente de los fondos del movimiento siguen siendo presuntamente Mikhail Khodorkovsky, que emigró de Rusia en cuanto salió de prisión con indulto presidencial en 2013. Luego de una década tras las rejas, el patrimonio de Khodorkovsky se calcula en unos $500 millones.

Si Rusia Abierta es una “organización puramente rusa”, ¿cómo transfiere el dinero de Khodorkovsky al personal remunerado del movimiento? Si algo de ese dinero se origina fuera de Rusia, el movimiento presumiblemente pierde sus afirmaciones de pura rusianidad. Si algo del dinero pasa a través de las entidades legales enumeradas por el Fiscal General, el personal de Rusia Abierta podría ser acusado de cooperar con una “organización indeseable” — delito que se castiga con hasta seis años de prisión.

Los bancos e instituciones financieras rusas también están prohibidos de hacer negocio con “indeseables”, lo que significa que Rusia Abierta —sin importar cómo se defienda en la prensa— pueda encontrarse pronto sin capacidad de pagar a sus trabajadores, alquilar espacio para reuniones, imprimir material, entre otros.

Baronova se negó a decir a Meduza cómo es que Rusia Abierta financia sus operaciones. “No vamos a revelar esa información en un estado autoritario”, explicó e insistió en que el personal del movimiento no tiene nada que temer.

Para el 29 de abril, Rusia Abierta tenía planeado realizar protestas en todo el país contra un posible cuarto periodo presidencial de Vladimir Putin, de quien se espera que postule a nueva reelección en marzo próximo. El grupo logró obtener permisos de manifestación en 11 grandes ciudades, pero funcionarios de nueve de las 11 (incluido Moscú y San Petersburgo) amenazaron con tomar acción policial si Rusia Abierta continuaba sus planes de protesta.

Y eso fue antes de que se hablara de “organizaciones indeseables”.

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