Familias filipinas sin hogar ocupan 6000 unidades de viviendas sociales vacías

#OccupyBulacan. Foto de Paula Sabrine Janer. Usada con autorización.

Miles de familias sin hogar ocuparon más de 6000 viviendas vacías y abandonadas en seis complejos de viviendas sociales en la provincia de Bulacan, situada al norte de Gran Manila desde el día 8 de marzo de 2017, el Día Internacional de la Mujer Trabajadora.

Liderados por la Kalipunan ng Damayang Mahihirap (Kadamay), organización urbana para pobres, y apoyados por varios grupos activistas, quienes participaron en la ocupación pusieron barricadas y ocuparon el espacio durante casi un mes, y enfrentaron el hostigamiento y las amenazas de desalojo por parte de las autoridades de vivienda y las fuerzas policiales.

Durante los comienzos de la ocupación, el presidente Rodrigo Duterte acusó al movimiento de sembrar la «anarquía» y prometió usar la fuerza para desalojarles de las unidades de vivienda masivas. «Si quieren ignorar la ley, no pueden. Impondré el problema con el desalojo», afirmó.

«¡Pidan cuentas a Duterte por sus crímenes contra los pobres!». Foto de Paula Sabrine Janer. Usada con autorización.

Insisten en que las viviendas ocupadas han estado vacías y olvidadas durante años mientras miles de personas están sin hogar. Por eso, Kadamay no cede ante su reivindicación del derecho de los pobres de aprovechar las viviendas sociales gratuitas.

Tras un diálogo de los funcionarios de vivienda con Kadamay, el gobierno de Duterte dio marcha atrás ante los planes de desalojo forzado de las familias, planeado para el 27 de marzo. Kadamay consideró este hecho una importante victoria en la batalla colectiva contra la pobreza.

A continuación, varios testimonios de los participantes en la ocupación de Bulacan (#OccupyBulacan) en sus propias palabras según ha documentado el grupo activista juvenil Anakbayan:

«Renter ako ng 20 yrs. Dahil hindi ako makabayad, nagkautang ako P2500. Pinagtatadyakan ako nung may ari. May pasa pa ako. Anong ebidensya pa ang kailangan nila para makita na mahirap kami?»

Estuve en alquiler durante 20 años. Debido a que no podía pagar, acumulé una deuda de 2500P (50 dólares estadounidenses). Fui agredido por el dueño. Aún tengo moratones. ¿Qué más evidencias necesitan para probar que somos pobres?

«Yung mga bahay ayan o, tiwangwang. Ang mga talahib ang tataas, ang bahay kinakain na ng lupa. Bakit di nila patirhan sa walang bahay? Anong proseso pa ang gusto nila?»

Miren esas casas, están desocupadas. El césped está crecido, las casas están invadidas de tierra. ¿Por qué no dejan que las personas sin hogar vivan ahí? ¿Qué proceso quieren?

«Dala dala ko itong anak ko (babae, nasa 5 yo) sa lahat ng laban. Nung may nagpaputok (ng baril) doon sa Muzon takot na takot po ako. Pero para lang may mauwian siya, kasi kung hindi sa kalsada talaga kami.»

Siempre traigo a mi hija (una niña de cinco años) a las protestas. Cuando abrieron fuego detrás de nosotros en Muzon tuve mucho miedo. Pero estamos haciendo esto para que ella tenga una casa a donde volver, porque de otra manera simplemente estaríamos en la calle.

«Dapat sama-sama tayo, wag panghihinaan ng loob sa mga paninira. Ang bahay ng isa ipagtatanggol ng lahat. Hindi tayo aatras. Yung mga wala pang bahay titiyakin natin na makakuha din. Ang kaayusan at kalusugan dapat tiyakin din.»

Deberíamos permanecer unidos, no perdamos el corazón en medio de la propaganda negra. La casa de uno, todo el mundo la defiende. No nos vamos a retirar. Aseguraremos una casa a quienes aún no tienen hogar. Debemos asegurar también el orden y la salud.

«Bakit tayo sasabihan na kriminal, magnanakaw? Hindi ba ang krimen ay ang pagkaitan at nakawan ng karapatan ang maralita?»

¿Por qué nos llaman criminales, ladrones? ¿Acaso el crimen no es que los pobres sean privados de sus derechos?

Otros sectores expresan su solidaridad con el movimiento #OccupyBulacan (Ocupa Bulacan). Imagen de Paula Sabrine Janer. Usada con autorización.

El investigador activista Arnold Padilla cuestionó la descripción que hizo Duterte de la ocupación como «anarquía», y replicó que lo que es «anárquico» es que 52,341 unidades de vivienda pública estén desocupadas a nivel nacional mientras miles continúan privados de casas decentes:

These housing units have been unused not because of lack of demand. According to the Housing and Urban Development Coordinating Council (HUDCC), the housing backlog as of December 2016 is pegged at 2.02 million units. From this backlog, the total housing needs is expected to swell to almost 6.80 million units by 2022, growing annually by more than 796,000. Meanwhile, there are more than 1.5 million informal settler families (ISFs) nationwide, of whom 39% are concentrated in Metro Manila, based on government’s latest data.

Estas unidades de vivienda no se han usado, no por falta de demanda. Según el Consejo de Coordinación de Vivienda y Desarollo Urbana (HUDCC, por su nombre en inglés), el desfase en viviendas para diciembre de 2016 se estancó en 2.02 millones de unidades. De este desfase, se espera que las necesidades totales de vivienda aumenten a casi 6.80 millones de unidades para 2022, con un crecimiento anual de más de 796,000. Por otro lado, hubo más de 1.5 millones de familias colonas informales a nivel nacional, de las cuales el 39% se concentran en Metro Manila, según la última información del Gobierno.

El grupo independiente de investigación Ibon dijo que la crisis de vivienda en el país se ha producido por un enfoque orientado a la ganancia que ha significado subcontratar vivienda «socializada» a negocios privados en vez de dársela gratuitamente a las personas sin hogar:

Despite government and private sector claims, these “socialized” housing units remain unaffordable and unattainable for many informal settlers, said the group. A Bistekville unit, for example, does not require a down payment, but still has an amortization of Php2,273.84 (49 US dollars) per month over a period of 30 years. Many informal settlers are struggling to meet their families’ daily basic needs, and are also ineligible for housing loans from the Home Mutual Development Fund (HMDF) and Pag-IBIG.

A pesar de los pedidos gubernamentales y del sector privado, estas unidades de vivienda “socializadas” siguen siendo muy costosas e inaccesibles para muchos colonos informales, dijo el grupo. Por ejemplo, una unidad en Bistekville, no requiere pago inicial, pero tiene una amortización de Php 2,273.84 (49 dólares) al mes durante 30 años. Muchos colonos informales luchan para satisfacer las necesidades básicas de sus familias, y tampoco pueden postular a préstamo de vivienda del Fondo de Desarrollo Mutual de Vivienda y Pag-IBIG.

Además de soportar estar sin hogar, la pobreza y el hambre, los pobres urbanos del país también han soportado el embate de la «guerra contra las drogas» de Duterte, que ha victimizado y matado indiscriminadamente sin juicio a más de 7,000 usuarios y comercializadores de droga de poca monta en las extendidas barriadas del país.

Kadamay ha dicho que continuará la lucha contra un sistema injusto que ha permitido que miles de casas públicas estén vacías, aun cuando miles de familias pobres no tienen un techo donde vivir.

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