Saadeddine El Othmani, el primer ministro marroquí pidió “calma” en la ciudad norteña de Hoceima después de que las fuerzas de seguridad reprimieron violentamente a manifestantes en la fiesta de Eid al-Fitr.
Los enfrentamientos estallaron después de que las fuerzas de seguridad intentaron evitar una manifestación donde pedían la liberación de activistas detenidos de Hirak, movimiento de protesta popular ubicado en la región de Hoceima.
Las protestas en Hoceima desde que el pescador Mouhcine Fikri, muriera aplastado por un camión compactador de basura en octubre de 2016.
El hecho desencadenó un campaña contra la presunta corrupción de las autoridades locales y abusos de poder, pero se extendió a un movimiento de bases que abarcó reclamos que incluían la marginación económica y social de la región mountañosa del Rif.
La policía lanzó gases lacrimógenos y usó sus varas contra los manifestantes y se les vio dando puñetazos mientras trataban de dispersar a las multitudes. Los informes iniciales la noche del 26 de junio indicaron que también hubo hasta 132 personas arrestadas, aunque hay discrepancias sobre la cantidad exacta.
El viernes 30 de junio, el medio en árabe Rif Akhbar dio cuenta de 97 arrestos, y citaron cifras oficiales del Gobierno.
La declaración de El Othmani a los medios marroquíes fueron las primeras desde los enfrentamientos de la noche del lunes 26. Agregó que el rey marroquí Mohammed VI ha trazado un curso de acción que aborda las demandas económicas y sociales de los manifestantes, pero destacó la necesidad de «brindar una atmósfera de calma para trabajar en el terreno y persuadir a los inversionistas a operar en la región».
En el periódico ‘Hespress’, que se publica en árabe, el científico político marroquí Bilal Allada criticó el deseo del primer ministrp de una tregua y la calificó como inadecuada, lo condenó por no lograr abordar el problema de los prisioneros políticos.
No está claro si las palabras del primer ministro tendrán impacto en el movimiento popular, que hasta ahora se ha negado a enviar representantes a reunirse con funcionarios del partido electo y ministros para las conversaciones.
El periodista marroquí Souhail Karam dudó que el llamado de El Othmani cambiaría los hechos en el terreno:
How much of a difference will #morocco PM words make? None most likely. His own party members know he's not getting to the bottom of problem
— Souhail Karam (@Massinissa1973) June 28, 2017
¿Cuánta diferencia habrá luego de las palabras del primer ministro de Marruecos? Lo más probable es que ninguna. Los miembros de su propio partido saben que no va a llegar al fondo del problema.
Muchos manifestantes insisten en que solamente una intervención real del rey Mohamed VI reducirá la creciente crisis, pero el palacio real tiene que participar directamente.
A comienzos de julio, Mohamed VI expresó “desagrado, desaliento y preocupación” por los retrasos en los proyectos de desarrollo económico programados para Hoceima. Convocó a una investigación por la falta de avances luego de una reunión de consejo gubernamental con ministros de alto rango.
Sin embargo, aunque la cantidad de arrestos en Hoceima sigue creciendo, la liberación de detenidos surgió como un pedido clave de Hirak.
Las manifestaciones se volvieron más frecuentes desde que las autoridades detuvieron a Mohamed Zefzafi, activista y destacado organizador de Hirak, el 29 de mayo. Simpatizantes de Zefzafi están pidiendo su liberación y la de cerca de otros cien activistas.
El Othmani no comentó la posible liberación de detenidos, aunque sí abordó las afrimaciones hechas por activistas y periodistas que alegaron haber sido torturados mientras estuvieron en custodia, y expresaron su confianza en el sistema judicial de Marruecos para realizar las investigaciones de las afirmaciones y cumplir con el debido proceso.
Por su parte, la página de Facebook ‘Rif Original’ anunció en una publicación a más de 200,000 seguidores que los jefes de cinco consejos locales de la región renunciaron en protesta por la conducta de fuerzas de seguridad del Estado.