En actividad anual LGBT, Singapur expulsa a extranjeros y pone barreras

Punto Rosado 2014 en Singapir. Foto de Jnzl / Flickr (CC BY 2.0).

Desde 2009, el evento anual del “Punto Rosado” se ha convertido en una celebración anual de los derechos LGBT en Singapur. Todos los años, decenas de miles se reúnen en la Esquina del Portavoz en el parque Hong Lim para apoyar la igualdad de género, inclusión y amor libre con canciones, discursos y picnics familiares, y diversas presentaciones culturales.

La novena edición de Punto Rosado se realizó el 1 de julio de 2017, pero el Gobierno ha impuesto nuevas regulaciones. Primero, los auspicios siguen prohibidos; segundo, solamente los singapurenses pueden entrar al parque y unirse a la celebración; y tercero, los participantes deben mostrar documentos de identificación emitidos por el Gobierno como parte de las medidas de seguirdad de programa.

Para garantizar la seguridad de la multitud y para evitar que los extranjeros se unan a la celebración, el parque estará bloqueado con barreras —una acción sin precedentes, dado que el parque Hong Lim es el único lugar en Singapur donde se pueden organizar manifestaciones y hablar libremente en una protesta.

Singapur penaliza los actos homosexuales entre hombres, y los anteriores participantes de Punto Rosado han expresado sus críticas contra la ley de la era colonial.

Los organizadores de Punto Rosado dicen que la policía les recordó recientemente sobre una enmienda a la Ley de Orden Público que prohíbe a los extranjeros unirse a una manifestación pública en el parque. En respuesta, los organizadores expresaron pesar de que se vaya a impedir el ingreso de extranjeros a las celebraciones de Punto Rosado por primera vez:

We acknowledge that this directly impacts and separates individuals with partners, friends and family who might not be Singapore Citizens or Permanent Residents and we are just as upset by this. Unfortunately, this was a decision that was taken out of our hands.

Reconocemos que esto impacta directamente y separa personas de parejas, amigos y familia que pueden no ser ciudadanos de Singapur o residentes permanentes y estamos molestos por eso. Lamentablemente, esta fue una decisión que nos sacaron de las manos.

Singapur tiene 1.3 millones de trabajadores extranjeros, y su población nacional es de apenas 5.5 millones de personas.

Paerin Choa, potravoz de Punto Rosado, reveló que la decisión de cerrar el parque con barreras fue una imposición de la policía:

The set-up of barricades and check points around the park was the only measure deemed acceptable by authorities; this was a decision taken out of our hands and is something we do not readily agree with.

Poner barreras y puntos de control alrededor del parque fue la única medida que las autoridades consideraron aceptable; esta fue una decisión que nos sacaron de las manos y con la que no estamos de acuerdo.

Los organizadores advirtieron a sus seguidores que infringir la ley puede tener como resultado una multa de S$10,000 (USD7,200) o hasta seis meses de cárcel. A pesar de las restricciones, los organizadores de Punto Rosado dicen que más de cien empresas e instituciones confirmaron su apoyo a la celebración.

Por su parte, algunos seguidores de Punto Rosado criticaron a la policía por implementar medidas más estrictas en el único “parque de la libertad” del país.

La escritora Kylie Foo dijo que le preocupa el simbolismo de poner una barrera alrededor del parque:

Singapore is wrong to reach for such a backward solution as militarized barriers around Hong Liam Park – the latter, in fact, echoes terrifying images of minority groups being contained and «rounded up» by authorities.

Singapur está equivocado de llegar a una solución tan retrógrada como poner barreras alrededor del parque Hong Liam –esto, en realidad, revive terribles imágenes de grupos minoritarios retenidos y «agrupados» por las autoridades.

Kirsten Han cuestionó la razón de prohibir ingreso de extranjeros en una actividad que supuestamente el amor y la inclusión:

The farce of an event about love, pride, inclusivity and acceptance being forced erect barricades would be hilarious if it didn’t have outrageous real-world consequences. These new laws are actually keeping families apart: Singaporeans with non-resident spouses or relatives will not be able to attend Pink Dot together. These “foreign” loved ones will have no choice but to stay away even as their local halves don pink outfits to celebrate the “freedom to love.”

La farsa de un evento sobre el amor, orgullo, inclusión y aceptación que erige barreras sería graciosa si no tuviera indignantes consecuencias en el mundo real. Estas nuevas leyes están separando a las familias: los singapurenses con esposas o parientes no residentes no podrán ir a Punto Rosado juntos. Estos seres queridos “extranjeros” no tendrán más opción que quedarse a un lado aunque sus medias naranjas locales usen ropa rosada para celebrar la “libertad de amar”.

Han agregó que poner barreras al parque podría sentar un precedente que se usaría para socavar futuras protestas.

Sin embargo, los organizadores de Punto Rosado confiaban que los singapurenses encontrarían la manera de tener una celebración exitosa el 1 de julio:

…couples and families wanting to commemorate Pink Dot with us may be separated because of this. But we have faith in Singapore. And Singaporeans will eventually come through as they always had in the past 8 years.

…parejas y familias que quieran conmemorar Punto Rosado con nosotros pueden quedar separadios por esto. Pero tenemos fe en Singapur. Y los singapurenses al final lo superarán, como siempre ha sido en los últimos ocho años.

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