Activistas de Beirut lanzan Día de Salvar el Patrimonio para defender sitios históricos amenazados

Detalle del afiche del Día para Salvar el Patrimonio. Foto completa.

En los años que siguieron a la guerra civil libanesa, que duró entre 1975 y 1990, Beirut vio cómo un auge de la privatización y la urganización alteraba la forma de la ciudad, desde la costa hasta las colinas que rodean la península.

En el periodo, conocido como ‘era de la reconstrucción’, que a menudo se refiere a la década de 1990 pero que continúa hasta ahora, muchos de los puntos emblemáticos históricos de Beirut se vieron amenazados con destrucción para dejar lugar a la ‘reurbanización’.

Los académicos han llamado a esto un acto de ‘supresión de espacios’, con el argumento de que la «supresión de espacios iniciada por la destrucción de la guerra se consolida durante la reconstrucción posguerra», en palabras de Marwan Ghadour y Mona Fawaz. Bruno Marot y Serge Yazigi fueron más allá y sostuvieron que el «aumento del urbanismo liderado por el mercado, la falta de una planificación urbana adecuada y la amplia polarización sectaria» sembraría las «semillas de conflcto futuro».

En respuesta, activistas en el Líbano están organizando un Día para Salvar el Patrimonio para llevar atención internacional a varios sitios históricos amenazados y para animar a los habitantes del lugar a defenderlos activamente. Esta vez, se dedicarán a dos lugares: el Palacio Hneine y la península de Dalieh.

El Palacio Hneine es uno de los edificios más notorios en Zokak el-Blat, otrora distrito jardín burgués fuera de los antiguos muros de la ciudad de Beirut. Luego del inicio de la guerra civil en 1975, el lugar se convirtió en el hogar de familias desplazadas, que usaron muros improvisados para subdividir los grandes espacios.

Hacia 1990, los últimos ocupantes habían sido desalojados y ahora el palacio luce vacío y deteriorado. El edificio tiene varios dueños, sin un claro acuerdo sobre su futuro, mientras el ritmo de la promoción inmobiliaria en la zona se ha intensificado.

En cuanto a la península de Dalieh, es un punto de referencia importante en la línea costera de la ciudad con rico valor social y cultural. Las familias de clase media han usado la zona rocosa abierta a lo largo de la orilla del mar por cientos de años para actividades recreativas diarias como nadar y festivales religiosos, y para agricultura y pesca.

Ha habido una larga tradición de acceso público a la costa de Beirut, desde el Imperio Otomano (siglo XVI hasta 1918) que siguió por todo el mandato francés (1920-1943) con leyes que prohibían construcciones en la costa.

Pero desde la década de 1960, una serie de cambios legales retiraron gran parte de la protección para la línea costera, y se ha permitido urbanización casi sin supervisión.

Esta oportunidad fue aprovechada por grandes inversionistas inmobiliarios, que lograron adquirir la propiedad de casi todo el lungar. Los actuales propietarios proponen ahora construir un centro turístico privado con playa, y las fases iniciales de este trabajo incluyeron demolición de refugios de pesca y separar e lugar con cercas para evitar el acceso público.

El Día para Salvar el Patrimonio se organizó en dos grupos.

El grupo Salvar el Patrimonio de Beirut, ONG liderada por voluntarias que trabaja para la vigilancia colectiva de edificios que actúe como informantes cuando se sospeche de una demolición ilegal, y que tiene el fin de registrar al Palaciao Hneine en la lista de alerta del Fondo Mundial de Monumentos. Este fondo es una organización privada internacional sin fines de lucro «fundada en 1965 por personas preocupadas por la acelerada destrucción de importantes tesoros artísticos en todo el mundo».

Y la Campaña Civil para Proteger el Dalieh de Raouche, coalición de personas y organizaciones no gubernamentales que comparten el fuerte compromiso de la preservación de los espacios compartidos, ecológicos y de diversidad cultural de Beirut, seguido de la península de Dalieh.

Imagen vía Beirut Report. Fuente.

El Día para Salvar el Patrimonio se llevó a cabo entre el 18 y 21 de mayo, e incluyó charla y discusiones públicas, intervenciones artísticas en sitios específicos, exhibiciones, talleres escolares y visitas, conciertos, mercados de alimentos y ferias callejeras.

El objetivo del programa es reconocer a los ciudadanos y usuarios de la ciudad como socios activos en la batalla para salvar el patrimonio de la ciudad y permitirles expresar sus preocupaciones sobre cómo los proyectos inmobiliarios y gestiones públicas complacientes están cambiando el carácter y la identidad de Beirut.

Imagen vía Beirut Report. Fuente.

Ambos lugares se agregaron a la lista junto con otros 48 siotios amenazados en todo el mundo. La esperanza es que esto lleve atención otros lugares de patrimonio bajo amenaza.

Lugares como la Casa Roja en la zona Hamra de Beirut, que supuestamente data del siglo XVIII, La Maison Rose, o la Casa Rosada, una de las mansiones más antiguas de Beirut que data del siglo XIX, Ramlet El Bayda, la última playa pública de Beirut, la Cervecería Laziza, también conocida como La Grande Brasserie du Levant, una de las mayores fábricas del Líbano y supuestamente la cervecería más antigua del Medio Oriente, Horsh Beirut, el mayor espacio verde de la ciudad y las ruinas antiguas encontradas en el llamado Distrito Digital de Beirut en el centro de la capital son algunos ejemplos de descuido de los bienes de la cuidad de sus activos culturales en favor de urbanización masiva y promoción inmobiliaria.

Como explicó Florence Massena, son «símbolos de la falta de planificación urbana en la capital libanesa, donde el patrimonio sucumbe ante el dinero».

La Casa Roja fue retirada de la «lista de construcciones protegidas» en febrero de 2017, apenas siete meses después de haber entrado a la lista. La Maison Rose también enfrenta un futuro incierto después de que un artista británico lograra volverla brevemente a la atención de los medios. Se abrió al público a fines de 2016 durante algunos meses. En cuanto a la Cervecería Laziz, su demolición empezó en marzo de 2017 para «dar lugar a un lujoso complejo de apartamentos».

Por su parte, Horsh Beirut está bajo amenaza ahora por la «construcción en marcha de un hospital de campo dentro del parque» a pesar de estar clasificado como sitio natural de 1940. El parque abarcaba 1.25 millones de m2 de Beirut, pero ahora se ha reducido a un triángulo de 330,000 m2. Abrió al público en septiembre de 2015 tras 20 años de cierre.

En cuanto a las ruinas antiguas, fueron descubiertas hace poco y parecen ser del periodo romano. Habib Battah del conocido blog ‘Beirut Report’ logró echarles un vistazo y luego fue atacado físicamente por constructores y amenazado de palabra por un alto funcionario gubernamental por publicar fotos de las ruinas.

Puedes ver acá la lista de programas para el Día de Salvar el Patrimonio.

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