En una reunión a principios de mayo, el gabinete libanés adoptó un decreto con el objetivo de regularizar edificios ilegales en una parcela de tierra al borde de la mayor área verde de Beirut, Horsh Beirut. Esto se dio tras una decisión de la municipalidad de Beirut para cambiar la zonificación de esa parcela, que permitiría la construcción de edificios.
En una entrevista con el diario francés L'Orient Le Jour, Jamal Itani, alcalde de Beirut, argumentó que el decreto estaba dirigido a una parcela que no es propiamente parte del parque:
C'est une partie du même lot, il est vrai, mais il ne s'agit pas du parc public, affirme-t-il. C'est une terre séparée du bois par une route, sur laquelle se trouvent déjà un cimetière et des bâtiments, l'un pour les Makassed, ainsi qu'une mosquée pour la fondation du cheikh Mohammad Mehdi Chamseddine.
Es una parte de la parcela, es verdad, pero no es el parque público. Es un terrero separado del «horsh» con un camino sobre el cual hay un cementerio, algunos edificios, uno de los cuales es para Makassed, así también una mezquita afiliada a la fundación del jeque Mohammad Mehdi Shamseddine.
Para Mohammad Ayoub, el presidente de la ONG Nahnoo, que aboga por espacios públicos, esos argumentos no son satisfactorios, de ninguna manera.
Explicó en una publicación de Facebook que:
They want to stuff down our throats that “Horsh Beirut” is only a triangle of greenery, but it’s not true. The parcel concerned by the decree is part of the ‘Plot 1925′ where the Pine forest is located. It benefited from a “natural site” zoning that forbade any construction. If buildings were erected in it during the war, is it worthwhile to legalize them?
Quieren meternos a la fuerza que «Horsh Beirut» es solo un triángulo de vegetación, pero eso no es cierto. La parcela que implica el decreto es parte del terreno 1925, donde se ubica el bosque de pinos. Este se benefició por una zonificación de «sitio natural» que prohibió toda construcción. Si erigieron edificios en el parque durante la guerra, ¿vale la pena legalizarlos?
Esta no es la primera vez que Horsh Beirut ha sido amenazado por la construcción. La reciente decisión de la municipalidad de construir un hospital de campo dentro del parque provocó indignación entre personalidades de la sociedad civil. El 9 de febrero, cientos de personas se reunieron para protestar en frente del parque y solicitar a la municipalidad que detuviera su política ‘roída’ con afiches que decían: «Horsh Beirut es un sitio natural protegido. Mantengan alejados sus proyectos de él».
Tras las manifestaciones, la municipalidad de Beirut congeló la construcción. No obstante, por presiones políticas, retomó su decisión una semana después, con nueve votos contra el hospital y 13 a favor, con lo que se permitió que la construcción planeada continuara.
Un santuario durante el verano
Las áreas con vegetación son importantes en ciudades como Beirut que sufren de temperaturas abrasadoras en verano. Un estudio realizado por Kaloustian y Diab reveló que debido al denominado efecto insular de calentamiento urbano, se puede encontrar una diferencia de hasta 6 °C entre áreas vegetadas y zonas densa o semidensamente construidas en el verano.
La capital libanesa no es la única ciudad que padece de temperaturas extremas en verano y carece de espacios verdes. En realidad, Barcelona, la segunda ciudad más densamente poblada de España, necesita seriamente de espacios verdes nuevos para combatir el efecto insular de calentamiento, lidiar con la contaminación acústica y del aire y mejorar de manera general la calidad de vida de sus ciudadanos.
Es por esa razón que la ciudad planificó un programa de reverdecimiento dirigido a duplicar la cantidad de árboles en la ciudad, incrementar a dos tercios el espacio de parques y proveer a cada ciudadano un metro cuadrado extra de área verde. El plan urbano, que entregará 108 acres de espacio verde nuevo para el 2019 y más de 400 acres para el año 2030, es un modelo de ingenio que también podría servir a otras ciudades.
De manera específica, la municipalidad de Barcelona planea crear ‘corredores verdes’ que conecten los parques existentes de la ciudad, enverdecer los patios internos de los altos edificios e implementar techos ecológicos.
A nivel individual, todos esos microproyectos son pequeñas gotas de agua en una cubeta. Pero juntos funcionan para crear una Barcelona más verde, más fresca, más sostenible y más humana.
Cuestión de prioridades
Beirut ha tenido una varias iniciativas de enverdecimiento, aunque la mayoría nunca vio la luz. En 2011, por medio de un acuerdo entre la región Ile-de-France y la municipalidad de Beirut, nació el proyecto «liaison douce».
El proyecto tenía como objetivo unir Horsh Beirut con el centro de la ciudad por medio de la calle Damascus, que se convertiría en un jardín grande en el corazón de la ciudad con ciclovías, áreas para peatones y carriles para el autobús.
Prácticamente, esto facilitaría la movilidad mediante la utilización del transporte público y las bicicletas, para que la circulación de peatones, automóviles y bicicletas fuese más segura y lograr un espacio de reunión placentero entre Achrafieh y Ras el Nabeh para los ciudadanos de Beirut.
En una entrevista en septiembre de 2014, Nadim Abourizk, entonces vicealcalde de Beirut, dijo del proyecto:
The idea is to create a soft link from the Pine Forest all the way to the downtown area passing through Damascus Street providing cycling, public transportation, and pedestrian walkways. This is a pilot project in the city and the first phase of design has already been validated and hopefully very soon we can proceed with the next phases of the project.The Liason Douce will connect the National Museum next to the Hippodrome, Beit Beirut Museum and the Archaeological Museum which is planned in Solidere area.
La idea es crear un enlace suave entre el bosque de pinos hasta el área del centro pasando por la calle Damascus y proporcionar caminos para ir en bicicleta, el transporte público y los peatones. Es un proyecto piloto en la ciudad y la primera parte del diseño ya ha sido validada y, esperamos que muy pronto podamos proceder con sus fases siguientes. El Liason Douce conectará el Museo Nacional con el Hipódromo, el museo Beit Beirut y al museo arqueológico, que está planificado en el área Solidere.
Sobre el histórico hipódromo de Beirut, que está junto al parque, agregó:
We envisaged a park with no construction basically, but enjoying environmental, ecological, leisure, and touristic activities within the center of Beirut. This area relates very well to the Horsh Beirut – Pine Forest, a land of 400,000 square meters which is next door. They are only divided by Boulevard Omar Beyhum. Historically it was one huge green lung for the city of Beirut. The caravans used to pass through the park and with time this caravan lane was transformed into a high-speed boulevard. Our objective is to open this green land again to everybody in the city.
Básicamente, tenemos la visión de un parque sin ninguna construcción, pero donde se pueda disfrutar de las actividades ambientales, ecológicas, de esparcimiento y turísticas dentro del centro de Beirut. Este área se relaciona bastante bien con Horsh Beirut –el bosque de pinos, un terreno de 400 000 metros cuadrados que está a la vecindad. Están divididos únicamente por el bulevar Omar Beyhum. Históricamente, era un enorme pulmón verde para la ciudad de Beirut. Las caravanas pasaban por el parque y, con el tiempo, este camino se transformó en un bulevar de alta velocidad. Nuestro objetivo es abrir este terreno verde otra vez para todos en la ciudad.
No obstante, este proyecto es uno de muchas iniciativas que acumulan polvo en las oficinas del consejo municipal. Y los problemas parecen estar empeorando por el calentamiento de Beirut a causa del cambio climático.
Para echar leña al fuego, el bosque de pinos fue temporalmente cerrado al público para intentar contrarrestar una enfermedad fatal que amenazaba a los históricos árboles parasol de Líbano.
La mala administración del patrimonio natural del país, además de presiones por enfermedades y el cambio climático, ha dejado a los pocos espacios verdes restantes de Líbano bajo amenaza.
Los beirutíes bien podrían preguntarse qué hubiese sucedido si Beirut Madinati, la campaña dirigida por voluntarios para elegir un concejo municipal de personas que no estuviesen afiliadas a la política en mayo 2016, hubera obtenido acceso a los pasillos donde se toman las decisiones.
Con su promesa de conservar el patrimonio natural de Beirut y establecer una red interconectada de jardines públicos, espacios abiertos, un muelle accesible al público y patrimonio natural y arquitectónico, las cosas podrían haber funcionado de manera diferente.